Mineros intoxicados "desaparecen" en Yanacocha

Zenaida Ayay
        Zenaida Ayay

Tras derrame de sustancia tóxica se “apropian” de trabajador afectado

Gilmer Yopla Castrejón, trabajador de la mina Yanacocha, desapareció tras un derrame en la calera “China linda”, donde fue requerido para limpiar la sustancia sin ninguna protección, por lo cual sufrió una intoxicación severa y su cuerpo (no se sabe si tiene vida todavía) desapareció en manos de sus empleadores.


La denuncia fue formulada por su esposa, Zenaida Ayay Zambrano, quien con su bebé 9 meses de edad llegó a la ciudad de Cajamarca en busca de apoyo para ubicar a su cónyuge, quien, sin autorización alguna de sus familiares, fue trasladado de clínica en clínica y posteriormente lo sacaron de la ciudad, sin que se conozca su estado de salud, que era muy grave.

El derrame ocurrió el 27 de febrero, cerca de la laguna Totoracocha. Yopla acudió al llamado de la contratista de Minera Yanacocha denominada “Expropietarios La Pajuela”. Al contacto con la sustancia tóxica, a la cual lo expusieron sin ninguna protección, sintió un olor muy fuerte, del líquido plomizo que hacia brillar a las piedras; después de un momento de estar en la labor de limpieza empezó a sentirse mareado, con dolor de cabeza, vómitos y cuando subió nuevamente al carro se le empezó a hinchar el estómago y le dio diarrea, síntomas de los que dio cuenta en su domicilio, para después acudir su atención al tópico.

Ayay señala que, según el propio intoxicado, cuando estaban a punto de llevarles al tópico las nueve personas reclamaron que se les traslade a una clínica porque realmente se sentían muy mal, por lo que los llevaron a la Clínica Bio Medic, donde les inyectaron varias ampollas, al parecer calmantes “yo recibí una llamada de él a las 9 y 14 de la noche en donde me dijo que le lleve su ropa para que se cambie porque lo iban a internar”, aseveró Zenaida Ayay.

Agrega, que ese mismo día, a las 10 y 30 de la noche, bajó a Cajamarca y fue a verlo en la clínica, donde yacía en una cama, con la cara y los ojos hinchados, totalmente moreteado, los labios se le habían “revuelto”; le pusieron suero, oxígeno y ampollas. Cuando conversó con él le dijo que había escuchado que se trataba de cianuro, luego le dijeron que tenía que descansar, cuando preguntaron por qué sus ojos estaban hinchados y rojizos las enfermeras les decían que era “de lo que mira televisión”.

Al día siguiente, a las 11 de la mañana aproximadamente, llegaron periodistas a la clínica, las enfermeras los sacaron y no se les informaba cuál era su estado de salud. Sobre los análisis de vómitos, sangre y heces, decían que “no había nada malo”, que todo estaba bien.

Posteriormente se presentaron unos doctores y les pidieron que autoricen su traslado a la clínica los Fresnos, aduciendo que allí era mejor porque había más espacio y tendrían mayor contacto con él, sin embargo, después que lo trasladaron a la mencionada clínica ya no volvieron a saber nada de él, ni de su estado de salud.

En la clínica Los Fresnos les dijeron que ahí no se puede quedar nadie y ni siquiera les dejaron verlo porque supuestamente estaban realizándole análisis. A as 11 de la noche aproximadamente, cansados de tanto esperar, se retiraron, pero algunos de sus familiares se quedaron ahí, quienes refieren que después llegó un Ingeniero de Minera Yanacocha aproximadamente a las 12 de a noche y, según se conoció por un familiar de otra persona enferma, le dijo al médico que "todo se quede ahí, que no se comente nada" y que él se comprometía en trasladar al más grave a una clínica de Lima a las 6 de la mañana del siguiente día (viernes).


Los hermanos de Gilmer Yopla dicen que una señora llamada Rosa Ordoñez, de Minera Yanacocha, les habló para que a Gilmer lo trasladen a Lima y que al final recién fue trasladado en avión el sábado por la mañana debido al mal clima, pero sin la compañía de ningún familiar, sólo con representantes de la mina y a la esposa, por ser muy joven y campesina, no le consultaron ni avisaron absolutamente nada, según lamentó.

Muy mortificada y con lágrimas en los ojos, Zenaida Ayay, señaló que no tiene hasta la fecha ninguna noticia oficial del paradero ni del estado de salud de su esposo, recién el día de ayer ha logrado comunicarse con su cuñada que a la fecha sigue en Lima y a según ella dice que él se encuentra en una clínica San Fernando pero que a ella no la dejan verlo y que tampoco sabe con precisión cuál es su estado de salud.

La Transnacional minera Newmont Mining Corporation, que tanto pregona “responsabilidad social”, y que hasta recibe premios de CONAM, no ha tenido la mínima consideración con la esposa para todos sus trámites de traslado y sobre todo para informar el estado de salud del trabajador minero.

Entre tanto Zenaida Ayay, junto a su hijo de 9 meses llamado Niver Jofrey Llopla Ayay, clama justicia y exige saber el diagnóstico oficial y el paradero exacto de su esposo.