En presencia del ministro de Cultura, Luis Peirano Falconí, la Orquesta Sinfónica Juvenil “Sinfonía por el Perú”, representada por su director ejecutivo, Miguel Molinari, recibió de manos del Embajador de Austria en nuestro país, Andreas Melán, 26 instrumentos musicales de cuerda donados por la Orquesta Filarmónica de Viena. Se trata de violines, violas, chelos y contrabajos idóneos para condiciones climáticas difíciles, probados por los mismos músicos de la Filarmónica de Viena para garantizar su calidad y buen sonido, considerándolos excelentes materiales para aprender.

 

Complacencia, sorpresa y alegría mostró el titular de Cultura, al destacar esta importante donación y escuchar a los diez mejores alumnos de los núcleos de La Victoria y Miraflores de “Sinfonía por el Perú”, interpretando durante la ceremonia, el Himno a la alegría y Fanfare minuet. “Tocan con sencillez, eficiencia y compromiso por el desarrollo cultural del Perú” subrayó Peirano Falconí.

La donación, valorizada en 30 mil euros, marca el inicio de un apoyo continuo que la Filarmónica de Viena brindará en el futuro a “Sinfonía por el Perú”, asumiendo el patrocinio oficial de la Orquesta Sinfónica Juvenil. Además, se contempla la próxima llegada a Lima de maestros e instructores para capacitación de los integrantes de este elenco, así como la donación de más instrumentos.

“Sinfonía por el Perú”, es un proyecto social promovido por el interés de nuestro gran tenor peruano Juan Diego Flórez, en beneficiar a miles de niños y adolescentes en el país. Él se inspira en la experiencia del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela y cuenta con el respaldo de José Antonio Abreu, fundador del Sistema, y de personalidades como Plácido Domingo, Monserrat Caballé, Mario Vargas Llosa, Gustavo Dudamel, Kiri Te Kanawa y Ricardo Mutti, entre otros.

La Orquesta Filarmónica de Viena es considerada una de las mejores orquestas sinfónicas del mundo. Con su música pretende hacer llegar el eterno mensaje humanitario a la vida diaria de las personas, tratando de hacer realidad el lema que Ludwig van Beethoven escribió en su Missa solemnis: “De corazón - que regrese al corazón”.

El cierre de la ceremonia estuvo a cargo un conjunto de Cámara conformado por 13 jóvenes de la Orquesta Sinfónica Juvenil, quienes tocaron piezas de compositores peruanos y austriacos, con parte de los nuevos instrumentos.