edificio departamentosLa figura legal por la cual una adquisición realizada “de buena fe”, esto es sin saber que se trata de un bien robado (o sabiéndolo, pero declarando desconocerlo para beneficiarse con la figura legal), se ha convertido en una poderosa arma de bandas delincuenciales que buscan despojar a legítimos propietarios de sus bienes, en especial de inmuebles.

En tanto, el Congreso de la República nada hace para eliminar ese aspecto de la ley, pues si los delincuentes aducen que una compra “de buena fe”, bajo determinados supuestos, procede el despojo del legítimo propietario en favor del comprador de un bien mal habido, pues la absurda ley contempla que quien compra no puede perder, pero sí puede perder el propietario.

Todo esto  se podría evitar si nuestros congresistas se dedicaran a pensar en proteger a la sociedad, pues es inconcebible que una operación mafiosa arrebate la propiedad a la gente. La ley debería contemplar que si una persona realiza una adquisición proveniente de un despojo, deberá exigir la devolución de su dinero a los estafadores y no apoderarse de la propiedad de alguien que la adquirió de forma legítima.

El diario Peru.21 publicó un informe sobre esta modalidad delictiva:

Mafias se apropian de viviendas con títulos falsos
Jueves 31 de enero del 2013 | 06:55

Una nueva modalidad de estafa amenaza Lima. La Policía detuvo a dos integrantes de una banda que se apoderó de al menos 30 inmuebles para, luego, traspasarlos a terceros.

Shirley Ávila
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Inscribir un inmueble en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) ya no es ninguna garantía de que nadie podrá despojarlo de su propiedad. La Policía ha puesto al descubierto una mafia de estafadores que, a través de la modalidad conocida como ‘fraude de la buena fe registral’, se ha apoderado de al menos 30 casas en zonas residenciales de Lima para, luego, venderlas y, en algunos casos, hipotecarlas.

Agentes de la Dirincri han advertido que esta no es la única organización que se dedica a este tipo de estafas y, es más, advirtieron que las denuncias por estos delitos se han incrementado en los últimos meses.

Pero, ¿de qué se trata? El coronel Segundo Portocarrero, jefe de la División de Investigación de Estafas de la Dirincri, explicó a Perú21 que estos delincuentes adquieren información sobre viviendas –de preferencia– abandonadas por años, así como de otras cuyos propietarios viven en el extranjero.

Luego, entran al sistema de la Sunarp para verificar si el inmueble se encuentra inscrito a nombre de la persona que figura en la municipalidad. En el caso de que este dato no esté actualizado, los estafadores acceden a información de los dueños anteriores y, con documentos falsificados, realizan una primera venta de la casa. Después, la inscriben en la Sunarp con el nombre del nuevo propietario.

La estafa puede resultar más fácil cuando los datos que aparecen en Sunarp coinciden con los de la municipalidad. En este caso, los mafiosos van a una notaría con documentos falsos, tanto del dueño como de la vivienda, y elaboran la minuta de venta de la propiedad.

El coronel Portocarrero explicó que, en algunos casos, las notarías están coludidas y, en otros, son sorprendidas.

Una vez hecha la supuesta segunda venta, esperan un tiempo determinado para hacer una tercera transacción. Así ubican a un tercer comprador, quien puede ser parte de la banda (para hipotecarla) o una persona que adquiere la propiedad de buena fe.

Sucede que, de acuerdo con el artículo 2014 del Código Civil, “el tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Públicos”.

Dos integrantes de una de estas ilícitas organizaciones fueron capturados ayer. Ellos son Luz Patricia Gonzales Navarro (45) y José Cabrejos Dávila. Mientras tanto, la Policía está tras los pasos del cabecilla Valeriano Marcio Murga Salinas, del abogado Juan Manuel Falen Gonzales y de Juan Solari Guarderas.

VÍCTIMAS DE BANDAS DE ESTAFADORES
 El médico Teodosio Silva Mallqui (68) ha vivido la terrible experiencia de perder su casa. Su predio, ubicado en la avenida Los Insurgentes 630, en San Miguel, fue vendido hace cinco años por esta mafia.

Otra de las víctimas es la empresaria inmobiliaria Regina Wu Lam. Al retornar de un viaje de vacaciones del Caribe, se encontró con los seguros de la puerta de su condominio, ubicado en Surco, cambiados. También la habían despojado de su propiedad.

DATOS

- El cabecilla de la banda, Valeriano Murga, tiene antecedentes por asalto y robo del año 1996 y 30 procesos por delito de estafa.

- La Policía recomienda a los propietarios inscribirse en ‘alerta registral’ de la Sunarp para que se les informe sobre algún trámite respecto a su predio.