Graciela de Losada intentó sobornar y huir a Estados Unidos

Graciela de Losada, acusada de secuestrar a Felipe Tudela, padre del ex ministro de Relaciones Exteriores Francisco Tudela, intentó sobornar a autoridades bolivianas y huir a Estados Unidos con el nonagenario padre del ex ministro.


El mismo Francisco Tudela denunció los hechos y precisó que Graciela De Losada Marrou fue intervenida hoy en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde fracasó en su intento de sobornar a fiscales y a la policía en la sala de embarque, según declaró Francisco Tudela a RPP.

Como se sabe, el matrimonio de De Losada con don Felipe Tudela, de 93 años, fue anulado por haberse realizado de manera clandestina en la municipalidad de Magdalena y por no haber cumplido con artículos 248, 250, 252 y 259 del Código Civil.

La resolución de la jueza también declara fenecida la sociedad de gananciales que se originó como producto de dicha unión. Tras las denuncias interpuestas contra De Losada por los hijos de don Felipe, ésta huyó a Bolivia llevando consigo al anciano.

El ex ministro explicó que De Losada intentaba evadir la sentencia de la Corte Suprema de Bolivia que hoy debe pronunciarse sobre el exhorto presentado por los hijos de don Felipe para que éste retorne al Perú.

Tudela realizó un llamado a las autoridades peruanas para que resuelvan de una vez el caso, porque ya ha pasado un año de angustia para los hijos y nietos. "Aquí no se trata de los bienes, se trata de un hombre de 93 años que está siendo vapuleado y trasladado de un lugar a otro, que se va a morir si sigue siendo tratado de esta manera", subrayó.

Anteriormente Francisco Tudela denunció que De Losada había despilfarrado las cuentas de don Felipe y que no había justificado los cuantiosos gastos.

Al principio de esta disputa, la hija de don Felipe, Vera Louise, se mantuvo al margen del litigio, pero se sumó a la denuncia de sus dos hermanos después que se comprobó, tras la inspección ocular judicial, la abismal diferencia   entre su padre y De Losada, pues, estando bajo un mismo techo, De Losada gozaba de una suntuosa habitación, que incluso contaba con jacuzzi, mientras que su padre, dueño de los millones, se encontraba confinado en un cuartucho sucio, con mobiliario vetusto y maloliente.

Cabe señalar que desde que los hermanos Tudela iniciaron las acciones judiciales, De Losada, su hija y algunos allegados se niegan a brindar a don Felipe siquiera unos minutos para que sostenga una conversación en privado con sus hijos, en lo que podría denominarse un virtual secuestro.