Monseñor Cabrejos demanda paz en Trujillo

REFLEXION DEL ARZOBISPO DE TRUJILLO CON OCASIÓN DE LA MARCHA POR LA PAZ


1.- Esta es una jornada de unión y de reafirmación del principio supremo,  que es la defensa de la persona humana,  que tiene el derecho a vivir en paz, con seguridad y justicia.


2.- Aquí estamos todas las autoridades, junto a los representantes de las diferentes instituciones de nuestra ciudad, pero también la población en general que día a día sufre el flagelo de la inseguridad. Estamos presentes para decirle No a la Violencia, No al atropello de los derechos fundamentales de la persona humana. Hoy queremos asumir el rigor de una prueba difícil que es lograr hacer de Trujillo una ciudad segura y acogedora donde reine la Paz, el bienestar y la seguridad.

 3.- Las estadísticas pueden dar muchos datos, buenos o malos sobre la seguridad ciudadana, pero no podemos olvidar el sentir de  cada ciudadano cuando se desplaza, o cuando está en casa con su familia, o en su centro de trabajo. El ciudadano conoce poco lo que ordenan las leyes y los códigos, o lo que señalan los informes sobre los niveles de seguridad en una ciudad. A la mayoría sí le interesa  lo que ve y siente, lo que vive y percibe en las calles.  De todo ello debemos ser conscientes para  no quedarnos solo en las  estadísticas que pueden ser irreales. Vivamos y digamos siempre lo que es la verdad, no lo que quieren que sea verdad.

4.- Hoy queremos proclamar que la ciudad de Trujillo con sus ciudadanos está por encima de intereses personales o políticos, y que por lo no debe ocultar o tergiversar hechos o situaciones concretas. Que se corrijan los errores y se defienda a los inocentes especialmente a los más débiles y pobres.

5.- Hoy queremos decirle al Perú y al mundo que queremos la paz y trabajamos  para lograrla. Y trabajar por la paz es también:

- Respetar la vida, porque la vida es el don más maravilloso que hemos  recibido de Dios.

- Es Respetar la dignidad humana, porque es el fundamento del orden social y del bien común.

- Es Lograr la seguridad ciudadana, porque desde la participación de todos se construye una ciudad en bienestar y paz.

- Es promover la solidaridad, porque ayudando, en particular a los más necesitados, logramos que todos los hombres progresen con equidad.

- Es lograr la coordinación y cooperación de todos, con la convicción que unidos podemos lograr vencer cualquier problema o dificultad.

- Marchar por la Paz significa optar por la dignidad y el prestigio de la ciudad de Trujillo, que siempre ha sido conocida como la ciudad de la cultura y de la juventud, que nunca se pierda el conocer a Trujillo como la ciudad de la eterna primavera, porque primavera es bienestar, es tranquilidad, es alegría y progreso.

6. Hoy queremos reafirmar un rotundo:

- No a la violencia física o verbal, porque nuestros derechos terminan donde comienzan los derechos de los demás.

- No a la agresión y al atropello, porque nadie tiene derecho para dañar la vida de su hermano.

- No a la venganza y al odio, porque la violencia genera más violencia.

- No a la extorción y al robo, porque “ni los ladrones, ni los avaros,…ni los rapaces heredarán el reino de Dios” (1Cor.6,10).

- No al rapto y al secuestro, porque la dignidad de la persona exige el respeto a su integridad, a su bienestar y tranquilidad.

- No a la estafa, porque toda forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno destruye la confianza y las relaciones entre las personas.

- Y no al homicidio, porque toda vida humana es sagrada y nadie tiene derecho a robarle la vida a los demás, porque el único dueño de la vida es Dios. Recuerda el quinto mandamiento NO MATARÁS y la pregunta de Dios a Caín, “¿qué has hecho?, la sangre de tu hermano clama hacia mí.”.

7.- Estamos profundamente convencidos de que "respetando a la persona se promueve la paz, y de que construyendo la paz se ponen las bases para un auténtico humanismo integral". Este compromiso compete de modo peculiar a todo ser humano, nadie debe excluirse de éste compromiso, llamado "a ser un incansable artífice de paz y un valiente defensor de la dignidad de la persona humana y de sus derechos inalienables".

8.- Precisamente por haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, todo individuo humano, sin distinción de raza, cultura y religión, está revestido de la misma dignidad de persona. Por eso ha de ser respetado, y ninguna razón puede justificar jamás que se disponga de él por conveniencia o utilidad, como si fuera un objeto.

9.- Ante las amenazas contra la paz, y la seguridad lamentablemente  presentes; ante las situaciones de injusticia y de violencia social y ante el crimen organizado, que se vive en varias regiones del País; ante el peligro de una creciente violencia, que perturba la seguridad de los pueblos, resulta más necesario que nunca trabajar juntos en favor de la paz. Claro que debemos tomar medidas policiales para frenar este flagelo de ahora, pero también tenemos que ser capaces de buscar una solución a fondo del problema y no solo paliativos. Es una tarea que hay que realizar con valentía, en coordinación con todas las autoridades y con toda la población, sin cansarse jamás.

10.- Lo que debemos hacer ahora, es dejar de lado en forma rotunda todo rezago de reproches o desencuentros y desarrollar con sentido práctico acciones planificadas en conjunto, con dinamismo, eficiencia y sobre todo con rapidez, sin olvidar que las autoridades se deben a su pueblo y que a él deben dar cuenta de lo que hacen y de los resultados que obtienen.


11.- También queremos proclamar que para lograr la paz  y la seguridad es indispensable la justicia y la colaboración de quienes la administran, del poder judicial, del ministerio público y de la policía nacional y de toda la sociedad civil.

12.-Reiteramos hoy el pedido que todas las autoridades hicimos al Gobierno Central sobre el incremento de mil efectivos policiales para Trujillo, debidamente equipados y capacitados. Asimismo proveer los recursos para la construcción y equipamiento de la Escuela de Suboficiales de La Libertad.

13.- Asimismo no debemos olvidar la necesidad urgente de que se adopte como política de Estado la creación del Consejo Nacional de Política Criminal o una institución similar que analice, proponga y dirija intersectorialmente la política criminal de nuestro país.

14.- Asimismo necesitamos eficiencia y eficacia en el desempeño transparente del trabajo encomendado y libremente asumido.

15.- El que trabaja por educar a las nuevas generaciones en la convicción de que cada hombre es nuestro hermano, construye el edificio de la paz desde sus cimientos. El que introduce en la opinión pública el sentimiento de la hermandad humana sin límites, prepara al mundo para tiempos mejores.

16.- El que concibe la tutela de los intereses políticos desde el verdadero diálogo, sin el estímulo del odio y de la lucha entre los hombres, abre a la convivencia humana el progreso siempre activo del bien común.

17.- El que ayuda a descubrir en cada hombre, por encima de los caracteres somáticos, étnicos y raciales, la existencia de un ser igual al propio, transforma la tierra de un epicentro de divisiones, de antagonismos, de insidias y de venganzas en un campo de trabajo orgánico de colaboración civil.

18.- Porque la paz está radicalmente arruinada donde se ignora radicalmente la hermandad entre los hombres. En cambio, la paz es el espejo de la humanidad verdadera, auténtica, moderna, victoriosa de toda autolesión anacrónica. Es la paz la gran idea que celebra el amor entre los hombres que se descubren hermanos y deciden vivir como tales.

19. El deseo que formulo ante nuestras autoridades es que junto con la sociedad civil unamos esfuerzos para que en nombre de Dios, Señor de la vida, del tiempo, de la historia y de la eternidad  se construya una sociedad en la que los derechos esenciales del hombre sean respetados por todos, e invoco a trabajar mano a mano en procura de ese fin supremo que es sentirnos bien y seguros en la tierra que nos cobija, en éste Trujillo maravilloso que todos queremos preservar con la gracia de Dios y la buena voluntad de  los que aquí nacieron y de los que aquí vivimos.

20.- Por eso invoco a los padres de familia y a todos los educadores desde inicial, primaria, secundaria, superior y hasta la universidad, a inculcar, inspirar e infundir, a tiempo y a destiempo, en nuestra niñez y juventud, un respeto profundo a la dignidad humana y la práctica de los valores. Asimismo a todas las personas de buena voluntad para que juntos defendamos la paz social en nuestra querida y bien amada ciudad de Trujillo. Que en esta Navidad, el Niño Jesús traiga la paz al Perú, y la alegría a tu corazón y a todos tus queridos familiares.

 Trujillo 18 de Diciembre del 2009


+ Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM.

Arzobispo Metropolitano de Trujillo

Presidente de la conferencia Episcopal Peruana