¿Un presidente empresario?

Por Juan Sheput


Un grupo de empresarios, con Julio Favre a la cabeza, fue encomendado por el presidente Alan García para la reconstrucción de Pisco luego del terremoto. A los pocos meses terminaron saliendo por la puerta falsa, con críticas ácidas de la cúpula aprista, a la que no respondieron nada. ¿El resultado? pues que a la fecha, Pisco sigue en literal estado de abandono, el voluntarismo del doctor García ha alimentado la corrupción de burócratas de su entorno y la población sigue padeciendo las consecuencias de la improvisación y la falta de capacidad de quiénes nos gobiernan.


Por eso nos llama la atención la encuesta que el día de hoy nos trae El Comercio. 64% de los encuestados quiere un presidente empresario. Porcentaje notable que refleja un sano optimismo, una visión equivocada del rol de un empresario y una vocación por el olvido.

La lógica del sector público es distinta a la lógica del sector privado. Julio Favre a pesar de su talento como empresario no pudo con un entorno burocrático y corrupto que lo asfixiaba. La culpa, en todo caso, no es de él exclusivamente sino de su falta de voluntad para denunciar el mal manejo en que se había convertido el tema de Pisco.

Ya Gastón Acurio había explicado antes que lo suyo no es la política. Opinión sabia. La política requiere de políticos serios. No de los vividores de la política, los que se sirven de ella para faenones y lobbies, que permanecen en el Congreso desde hace muchos años. Si se sigue apostando por los mismos políticos se tendrán los mismos resultados: mediocridad, corrupción, ineficiencia, en la gran mayoría de los casos.

La encuesta lo que refleja es simpatía por los empresarios. No se toma en cuenta que si hay corrupción es también por los corruptores, es decir algunos de ellos. En todo caso es el mismo fenómeno que sucede cuando se pregunta por cuál es el mejor congresista y se menciona a la Sra. Gabriela Pérez del Solar, a pesar de su poca capacidad como parlamentaria, que va en función inversa a su popularidad como voleibolista.

Mucho cuidado con los presidentes empresarios. Los intereses de parte, de grupo, no pueden estar al mando de una Nación.

Finalmente es necesario comentar una realidad. La política es muy importante. Lo dice el Banco Mundial, el BID, en sendos estudios. Los políticos son a los países lo que los directorios a las empresas. Por eso debemos tomar a la política con seriedad, pues nuestro futuro va en ello.