En la recta final: Lourdes Flores y la necesidad de hacer una política con temperamento

Por Juan Sheput


Hace unos días conversaba con un grupo de amigos sobre la necesidad que Lourdes haga política. Es decir sea frontal con sus adversarios. Para ello no necesita de voceros con mucho entusiasmo y muy poca credibilidad. Requiere talante, simplemente talante. Por eso celebramos que, el día del debate en la Biblioteca Nacional, Lourdes actúe como corresponde a una política de fuste, una política que no se deja encorsetar ni ensimismar y que sabe mandar a un lado a los ayayeros y vividores que la rodean y la invitan a piscinazos.


A la mafia y sus usos y costumbres es necesario enfrentarlos y desenmascararlos. Allá los que por posiciones electorales se aprovechan de los usos mafiosos para cosechar votos, demostrando que más importante es una elección que los valores democráticos por los que pregonan luchar. Por eso es que, a doce días de las elecciones, nada está dicho y Lourdes está en posibilidades de dar una gran batalla, que la dignifique, que la muestre con la fibra que se requiere en momentos como estos.

Lourdes, estoy seguro, sabrá deslindar con unos de sus errores que es creer que Luis Castañeda Lossio es su aliado. Pero esa es una lucha del segundo tiempo. Ahora debe enfrentarse a los que usando vilmente a la democracia, no la quieren como rival para el 2016 y necesitan de su derrota en las actuales elecciones para polarizar en aquellas que les interesa, las presidenciales de abril.

En eso sentido coincidimos con Raúl Mendoza Cánepa que, en un excelente post del día de hoy llama a Lourdes Flores a hacer política, a hacer de lo sensato lo insensato, a quemar sus naves, a mostrar lo básico en un político de a veras: temple y coraje.

Temperamento es lo que se necesita en momentos como estos y creo que Lourdes puede hacer gala de ello.