Mercedes Aráoz candidata o cuando la frivolidad guía a la política


Por Juan Sheput


No sabemos cuál habrá sido el criterio que ha llevado a la Dirección Política del Apra a apostar por la candidatura de Mercedes Aráoz. Es cierto que hay tiempo para inscribirla como candidata oficial hasta el 10 de Enero del próximo año y es cierto que hasta esa fecha todo puede suceder. Pero también es cierto que desembarcarla sería un maltrato inaceptable, y que, por el respaldo observado, se puede inferir que la señora Mercedes Aráoz es la firme candidata presidencial del Partido Aprista.


Más allá de un buen manejo mediático no le veo a la señora Aráoz las cualidades políticas que sí tiene, en cambio, la congresista Nidia Vílchez. Esta última no sólo tiene un compromiso y formación con el PAP sino que tiene las capacidades para enfrentar una campaña electoral. Desde el punto de vista político siempre estaré con los cuadros de cada partido. No creo en los invitados ni en los independientes. Desde mi punto de vista ellos son factores de discordia e ingobernabilidad. Por lo tanto, al margen de obvias y eventuales discrepancias, mi respeto por todos los cuadros que vienen de las canteras de cada partido político.

Si Alan García mueve a su antojo a los cuarentones y a los sesentones de su agrupación, lamentable destino el que le podría esperar al PAP. Que sean los personajes más cuestionados, y por tanto los más preocupados, los que tiren por la borda una trayectoria partidaria, con activos y pasivos, es algo que tendrá que ser reclamado.

Pero más lamentable es que las decisiones políticas en el APRA se tomen en función de la superficialidad y la frivolidad. Así como lo lee. Lo que importa es la apariencia, el maquillaje. Ese es el triste colofón de la candidatura de Mercedes Aráoz.