¿Progresamos o retrocedemos?

 
Por Carlos Ferrero

 
Progresamos porque estamos mejor comunicados pero retrocedemos porque hemos perdido el derecho a la intimidad


Progresamos porque ya sabemos modificar los alimentos pero retrocedemos porque no sabemos qué estamos comiendo
 
Progresamos porque curamos males de ayer pero retrocedemos porque estamos indefensos ante nuevas enfermedades
 
Progresamos porque ahora hay salario mínimo pero retrocedemos porque la mayoría de los trabajadores son informales
 
Progresamos porque ahora hay menos dictaduras pero retrocedemos al estar sometidos al poder omnímodo de la prensa
 
Progresamos porque ahora podemos cremar nuestros cadáveres
pero retrocedemos porque una cremación contamina mucho más
 
Progresamos porque ahora se puede conseguir pareja por Internet
pero retrocedemos porque la mitad de los matrimonios se separan o divorcian
 
Progresamos porque la tv enseña más que la escuela pero retrocedemos porque ella contradice lo que en la escuela se aprende
 
Progresamos porque el plástico reemplaza a las monedas pero retrocedemos porque ahora es más fácil que  manipulen los ahorros
 
Progresamos porque tenemos submarinos, satélites y aviones casi invisibles pero retrocedemos porque hoy  gastamos en armas mucho más que antes
 
Progresamos porque se multiplican edificios de vivienda multifamiliar pero retrocedemos porque hemos eliminado miles de espacios públicos
 
Progresamos porque ya no se guarda dinero bajo el colchón pero retrocedemos porque los grandes delincuentes esconden sus robos en paraísos financieros
 
Progresamos porque nuestros vehículos son cada vez más veloces
pero retrocedemos porque la inseguridad vial mata mil peruanos al año
 
Progresamos previendo si mañana será nublado, lluvioso o con sol
pero retrocedemos quinientos años porque terremotos, inundaciones y tsunamis nos siguen tomando de sorpresa.
 
Entonces, ¿estamos progresando o en verdad, más bien, retrocediendo?
 
Publicado en Hildebrandt en sus trece N.º 29, 05 de Noviembre 2010 pág. 20

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