Hipocresía



Por Carlos Ferrero

 
Los países desarrollados mantienen sus desembolsos de cooperación internacional hacia los países pobres, pero paralelamente les piratean su riqueza biogenética.


Los países desarrollados exigen que no deforestemos la Amazonía, pero en su suelo conducen un sistema industrial que es el principal causante del veneno que se esparce por el mundo.
 
Los países desarrollados dicen propiciar la paz para todos, pero a la vez lucran de manera escandalosa vendiendo costoso armamento a los países pobres.
 
Los países desarrollados nos piden erradicar sembríos de coca, pero son ellos los principales revendedores y consumidores y por tanto la causa real de la demanda.
 
Los países desarrollados expresan preocuparse por las desigualdades evidentes, pero aceptan el consumismo inmoral y ofensivo de sus elites mientras a diario fallecen miles de niños solo por hambre.
 
Los países desarrollados nos hablan de compartir decisiones económicas globales, pero son ellos los que controlan los organismos internacionales donde nosotros tenemos poca voz y cero votos.
 
Los países desarrollados impiden que cualquiera pesque en sus costas pero sus barcos depredan nuestro mar con sus ventajas técnicas y nuestra incapacidad de control.
 
Los países desarrollados nos exigen equilibrio fiscal y poca inflación, pero ellos sí especulan a mansalva expulsando moneda y títulos sin respaldo que los demás debemos engullir.
 
Los países desarrollados dicen promover la libertad de comercio, pero protegen sus productos con subsidios mientras colocan barreras para -arancelarias a la competencia de los nuestros.
 
Los países desarrollados periódicamente miden nuestro grado de corrupción, pero son incapaces de desterrar el vicio que causan sus bancos al esconder dinero de la delincuencia en cuentas secretas.
 
Los países desarrollados pregonan que hay bienes que no deben pertenecer a ningún Estado, pero ya monopolizan las aguas internacionales, las zonas polares y hasta el espacio extraterrestre.
 
Sim embargo hay una pregunta final: ¿si nosotros fuésemos desarrollados nos comportaríamos de manera distinta? Me queda la duda. Porque pareciera que el aumento de la riqueza potencia el egoísmo del hombre.
 
(Publicado en Hildebrandt en sus trece N.º 30 Pág.) 13, Nov  2010

fuente: http://www.carlosferrero.org/