Por Raúl Allain (*)

¿Cuánto puede aportar el periodismo de investigación al fortalecimiento de la democracia en el Perú? ¿En qué medida cierta prensa solamente está difundiendo “escándalos”? ¿Por qué algunos periodistas se dedican a ser eco de una agenda política caracterizada por el ataque personal y no por los proyectos trascendentales para el país?

Estas y otras preguntas surgen de la reflexión sobre el tema del periodismo de investigación y democracia en tiempos de crisis y corrupción política, así como de un proceso de “lumpenización” de la sociedad peruana, donde las “pseudo investigaciones” del periodismo lindan con la parodia.

Todos los miembros de la sociedad necesitan de información veraz y confiable para poder tomar decisiones y para saber cómo se está desarrollando la vida en la comunidad. Es por ello que el periodismo cumple el rol de informar y orientar a la opinión pública (se añade el fin de “entretener” de manera positiva, no mediante la degradación).

En la evolución histórica de las sociedades, desde la prehistoria el ser humano ha ido organizándose de la mejor manera. Así, la antigua “ley del más fuerte” ha ido cayendo en desuso, para dar paso a formas más civilizadas de interacción y ordenamiento social, basados en el respeto a la ley.

Partimos de esta idea: la democracia (el gobierno del pueblo), en todas sus manifestaciones, se ha ido consolidando como la forma más saludable para organizar un país, porque permite la participación de los ciudadanos, no solo mediante el voto electoral, sino mediante otros mecanismos de representación.

Sin embargo, en el Perú actual parece que la democracia equivale a decir: “tú eliges quién te roba”. No todo sistema es perfecto, porque existen el delito y la corrupción de funcionarios.

Muchos delitos y actos de corrupción son “invisibles”. El periodismo de investigación tiene por objetivo el promover reformas, exponer injusticias, desenmascarar fraudes, dar a conocer lo que los poderes públicos quieren ocultar, detectar qué instituciones no cumplen con su trabajo, demostrar cómo funcionan los organismos públicos.  En síntesis, contar “verdades incómodas” y darle al lector las verdades que otros no quieren que sepan, tal como valientemente lo viene realizando el diario Expreso.

 

(*) Escritor y sociólogo. Presidente de IPJ y director de Editorial Río Negro.
Expreso, Lima 06-12-2018

Raúl Alfonso Allain Vega. Escritor, poeta, editor y sociólogo. Presidente del Instituto Peruano de la Juventud y director del sello independiente Río Negro.