Alfredo Palacios Dongo
 
El pasado 11 de febrero la Policía Nacional y el Ministerio público realizaron un megaoperativo contra ”Los Topos del Frío”, una organización que extraía oro ilegal en el distrito de Parcoy (zona andina de La Libertad), deteniéndose a 18 presuntos integrantes y 2 ciudadanos chinos (financistas), también fueron intervenidas 10 empresas de fachada incautándose 120 kilos de oro en lingotes y 35 contenedores con minerales y oro entremezclado, todo valorizado en US$ 10 millones que iban a ser enviados a Europa y Asia.
 
 
lingotes oro numerados
Muchas exportaciones peruanas de oro no son declaradas
 
Pero el mayor problema se presenta en la selva, principalmente en Madre de Dios, donde esta ilegal actividad genera criminalidad, explotación laboral y sexual, extorsión, sicariato, además, desde 1985 destruyó 1,000 km2 de bosques y usan mercurio para sacar oro del fango, elemento altamente contaminante que provoca grave daño ecológico afectando ríos, suelos, medio ambiente y la salud poblacional. En febrero 2019 se ejecutó la Operación Mercurio en “La Pampa”, donde operaban 6,000 mineros ilegales, lográndose detener allí esta ilícita actividad, pero sigue incrementándose en otras zonas, gran parte de mineros ilegales se trasladó a Sandía y San Gabán (Puno) y a Camanti-quincemil (Cusco), además aumenta su producción en los ríos Inambari y Malinowski y en la Reserva Comunitaria Amarakaeri. 
 
Con una producción promedio de 150 toneladas anuales somos los principales productores de oro en Latinoamérica, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem) alrededor de 20% de lo exportado es de origen ilegal, sin embargo, sería mucho mayor; al cierre 2018, según registros del propio Minem se exportaron 127 TM pero según la Sunat fueron registrados 68.5 TM, es decir, casi 50% de exportaciones no fueron declaradas lo que explica la enorme producción ilegal.
 
Bajo este panorama la vertiginosa subida del precio del oro está convirtiendo su producción ilegal en un delito más lucrativo que la de cocaína, lo cual representa un gran desafío para el Estado. El gobierno debería enfrentarlo recuperando el enfoque multisectorial, concluyendo el proceso de formalización minera (iniciado hace 18 años sin concretarse) e incrementar los operativos en territorios adyacentes a La Pampa para evitar su rápida expansión, además, los gobiernos regionales y el Minem deben fortalecer el control y fiscalización de su producción y comercialización, y la Sunat, fortalecer los controles aduaneros y seguridad en su cadena logística por vía aérea, marítima, terrestre y fluvial y evitar el ingreso de mercurio de contrabando al país, principalmente desde Bolivia.
 
 
Expreso, 14.03.2020