burro lenguaPor. David Auris Villegas. Escritor y pedagogo*

La pedagogía del reality show, es uno de los “enfoques” más innovadores y dignos de estudios doctorales, surgido en esta pandemia, como aporte de los científicos del Ministerio de Educación del Perú a la educación estatal, materializado en el programa, Aprendo en casa, simplemente al alcance de un clic en Youtube, gestada de esta manera.

 

¡Ustedes atrás! Así relegó el Minedu a la comunidad docente, al poner a actrices y conductores mediáticos al frente del programa educativo oficial, Aprendo en casa, dirigido a los estudiantes del ecosistema estatal. Con esta extraña actitud, Minedu como un patrón medioeval, vapuleó a su personal, erosionando la alicaída imagen del magisterio, confinándolos a un segundo plano, en momentos que los exigen a liderar este novísimo aprendizaje digital.

Aprendo en casa, programa educativo dirigido a más de seis millones de estudiantes de la Educación Básica del sector estatal, impulsado por Minedu, se lanzó el 6 abril, como una alternativa de vanguardia pedagógica, curiosamente protagonizado por actores y esbeltas e inteligentes actrices, en el contexto de la pandemia, para iniciar emotivamente el proceso de aprendizaje a través de la internet, televisión y radio.

“No se trata que el Papá se vuelva profesor, porque ahí entramos en crisis total”, dijo al respecto, el Ministro de Educación, Benavides, en una entrevista en marzo. De lo dicho, entendemos que Minedu, disponía de tiempo para seleccionar docentes y prepararlos para la actuación ante cámaras, por lo cual, desconocemos las razones de preferir el facilismo neocolonial.

Habida cuenta que, para el ejercicio docente estatal, según la ley de Educación N°28044, se requiere título pedagógico y se accede a través de un concurso público. En ese sentido, ¿Bajó qué criterios habrán elegido a las actrices, actores y estudiantes universitarios, como estrellas de la educación virtual? ¿Acaso pretenden imponernos su novedoso enfoque? La pedagogía del reality show, para aquellos quienes no podemos solventar una educación privada.

Probablemente el criterio, fue la competencia del arte dramático, entonces, ¿De entre más de medio millón de docentes no habrá quienes manejen el arte escénico? Por supuesto que hay miles. Sin embargo, los preclaros ejecutivos, lejos de un juicio científico pedagógico, con hijos en instituciones privadas, prefirieron a los “influencer”, como una irreverente falta de respeto al colectivo docente, tácitamente considerándolos, profesionales de segunda.

Desconociendo que somos un país extremadamente dependiente de los factores socioculturales, y ciegos ante la bárbara digitalización, Minedu, renuncia promocionar la virtualización docente como profesionales de exportación, negándolos un rol protagónico en las pantallas de la televisión, monopolizados por personajes mediáticos que poco o nada tiene que decirnos.

Observemos a la filosofía chilena, de quien podemos aprender. En abril iniciaron sus clases virtuales con el programa Aprendo Tv, con sus docentes como protagonistas y líderes del aprendizaje. El programa peruano, Aprendo en casa, inició en abril, encabezada por animadoras y conductores, con docentes de la esfera estatal como “actores de reparto o extras”.

Para valorar comparativamente, en Wikipedia, Aprendo Tv, aparece organizado pedagógicamente y resalta los tópicos tratados. Aprendo en casa, patentiza el reality show, resaltando a las conductoras sin importar los temas tratados, desoyendo la voz de los expertos, quienes argumentan, la educación es muy importante que no podemos dejar en manos de burócratas carentes de visión de desarrollo sostenido y equidad.

Coincidiendo con Ignacia Gómez, creo que el estado peruano, está violando nuestro derecho a la educación de calidad, tratándonos como ciudadanos de segunda categoría, por el simple hecho de pertenecer al bolsón de la educación estatal; mientras la esfera de la educación privada, es manejada bajo otros patrones cognitivos, profundizando aún más, nuestra brecha académica.

Ante esta paradoja educativa, ¿Es ineludible sustituir a los altos ejecutivos del Minedu, por científicos multidisciplinarios para reformular su liderazgo, facilitando el espacio protagónico a los docentes, como epicentro del aprendizaje? Así como esta coyuntura de la pandemia, no debe servir de argumento para banalizar a la educación estatal y socavar la autoestima de la familia educativa, imponiéndonos esta rara pedagogía del reality show con aires de inequidad, en una sociedad, aletargada en brazos de las redes sociales.

Notas:

© David Auris Villegas. Escritor y pedagogo.

* https://orcid.org/0000-0002-8478-6738