Por Raúl Allain


Gerenciar el desarrollo de un país exige funcionar con principios empresariales. Válidos para toda organización. Si el presidente es “gerente de un país”, la organización estatal debe satisfacer al cliente: el ciudadano.

 

ojos enemigos

 

Un presidente, un alcalde o un presidente regional deben ser “gerentes” del país. El Estado debe tener un “manejo técnico” y caminar como una empresa. Entonces, ¿qué pasaría si intentamos aplicar criterios de evaluación de la responsabilidad social a las principales instituciones del Estado peruano?

La respuesta no es simple. Tenemos un sistema estatal imperfecto, con un sistema empresarial llamado democracia, donde campean males como la corrupción, el tarjetazo y la argolla, un Congreso desacreditado, sistema judicial que tambalea, gobiernos regionales y municipios que licitan obras públicas “a dedo”, expertos en hacer y deshacer, con asesores fantasma que gobiernan en la sombra.

Es difícil cuando existen en el país todavía una burocracia corrupta, hospitales públicos donde campea la negligencia, pasillos judiciales donde caminan algunos jueces corruptos, colegios estatales sin carpetas, profesores que gozan de licencias irregulares y siguen cobrando haberes, exasesores que compran conciencias, empresarios corruptos en medios de comunicación, gobernantes que hacen fortunas con el erario público, establecimientos públicos donde no se cumplen las normas de accesibilidad para los discapacitados, donde hay marginación y exclusión...

En la otra orilla, también los ciudadanos del Perú muchas veces olvidan que no solamente tienen derechos adquiridos, sino también deberes que cumplir. Y aquí está el “punto de quiebre”.

A la par de altos valores y cultura, de peruanos ilustres y ejemplares, poetas de nota, o los “peruanos de a pie”, obreros esforzados, madres coraje plenas de valentía y dignidad, también existen aquellos que no sintonizan con lo que debe ser el tren del progreso.

Y son muchas las actitudes negativas que hacen daño al país, ya sea por ignorancia o por maldad en sí. En lo poco y en lo grande hay cosas que indignan. Hay peruanos que procrean hijos sin el mínimo de responsabilidad, abandonando luego a sus vástagos a la peor de las orfandades: la miseria moral. La lista es extensa... Pero hay algo muy cierto: la base del cambio social tiene que ser primero individual.


Expreso, Lima 24-05-2021

(*) Escritor y sociólogo. Presidente de IPJ y director de Editorial Río Negro.
Raúl Alfonso Allain Vega
. Escritor, poeta, editor y sociólogo. Presidente del Instituto Peruano de la Juventud y director del sello independiente Río Negro.