Sergio Llerena Caballero
 
El Congreso de Perú recibió el martes la orden del Poder Judicial para detener la elección de nuevos miembros del Tribunal Constitucional (TC), pero en la madrugada del miércoles el parlamento se declaró en desacato y manifestó que seguirá con el proceso, previsto para este jueves. ¿Qué hay detrás de este nuevo asomo de crisis?
 
 

Tribunal Constitucional 2

 

 
En Perú, el Congreso elige a los siete miembros del TC a través de un concurso público en el que se descarta a los postulantes menos preparados y a los que quedan en carrera les corresponde ser votados por más de los dos tercios de miembros del pleno, es decir 87 congresistas.
 
Pero, ¿qué pasó para que el Poder Judicial ordene la suspensión de la elección? El martes, el ciudadano Walter Ayala presentó una acción de amparo manifestando que el proceso lo estaba ejecutando de manera irregular la Comisión Especial de Selección para miembros del TC. La Justicia admitió la acción de amparo y ordenó detener el proceso. Sin embargo, el Congreso no acató la orden, alegando intromisión en su autonomía.
 
¿Por qué se dice que el proceso se está haciendo de manera irregular? Para esto hay que remontarse a 2019, cuando el Congreso quiso cambiar las reglas para la elección, algo que no prosperó, pero dejó la sensación de que fue un intento de elegir a personas afines a los intereses de partidos de derecha, liderados principalmente por el fujimorista Fuerza Popular, que encabeza Keiko Fujimori.
 
Fujimori está unos 40.000 votos debajo de Castillo según los datos del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) correspondientes a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 6 de junio.
 
Actualmente, el JNE se encuentra resolviendo pedidos de nulidad de actas interpuestos por Fuerza Popular, luego de lo cual estará en capacidad de proclamar un nuevo presidente para el periodo 2021-2026.
 
RETROCESOS E INSISTENCIAS
 
En agosto de 2020, el Congreso quiso retomar la elección pero, con la crisis que provocó en octubre la destitución por parte del parlamento del entonces presidente Martín Vizcarra (2018-2020) y la consecuente muerte de dos ciudadanos en las manifestaciones, el parlamento retrocedió y manifestó que la elección la haría el Congreso entrante, es decir el elegido en abril pasado y que asumirá el 28 de julio.
 
Sin embargo, y presuntamente por insistir en la elección apresurada de magistrados afines a los partidos políticos aliados de Fuerza Popular, el Congreso se desdijo y decidió elegir al TC a menos de un mes de cesar en sus funciones, algo que algunos analistas denominan un "proceso express".
 
Por otro lado, el proceso de elección ordena que en este intervengan instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General y la Autoridad Nacional del Servicio Civil, entidad adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros y que tiene como finalidad la gestión de las personas al servicio del Estado; también organizaciones no gubernamentales como Proética y la oficina peruana de Transparencia Internacional, entre otras.
 
Asimismo, se ordena que los resultados de los procesos de selección se hagan públicos para la ciudadanía.
 
Pero nada de lo mencionado anteriormente lo ha cumplido la Comisión Especial de Selección, afectando así la transparencia de su gestión.
 
IDÓNEOS O ALIADOS
 
Por otro lado, en las entrevistas públicas a los candidatos —transmitidas por el canal web del Congreso— sorprendió que la Comisión indagara no sobre las aptitudes de los postulantes sobre materia constitucional, sino sobre sus opiniones personales respecto a temas en concreto —la implementación del enfoque de género en la educación escolar o la potestad del Congreso de destituir a un presidente, por ejemplo—, lo que enturbió aún más el cuestionado proceso.
 
Además, según una investigación del medio local IDL-Reporteros, los candidatos con mayores posibilidades de llegar al TC son personas con probados vínculos al fujimorismo y sus aliados, lo que haría sospechar de que el apuro de elegir sí o sí al nuevo TC pasa por nombrar no a miembros idóneos sino a "personas convenientes".
 
Desde luego, esta nueva acción del Congreso ya está generando malestar dentro de la ciudadanía, la cual está ciertamente cansada del parlamento que la representa, algo que puede reflejarse en que el Congreso es la institución que, según sondeos, es la peor considerada por los peruanos, con más de 80 por ciento de nivel de desaprobación en promedio. 
 
 
Con información de Sputnik