En primer lugar se encuentran en todas las clases sociales, residen en cualquier zona sea rural, urbana o marginal, tienen cualquier nivel educativo desde un iletrado hasta un doctor, son de cualquier profesión o actividad técnica, pertenecen a cualquier raza, religión, género u orientación sexual y pueden ser de cualquier estado civil.
 
 

acoso en universidades

 

 
Pueden ser los padres biológicos, padrastros, hermanos o familiares cercanos, vecinos, amigos, conocidos o desconocidos en realidad puede ser cualquier persona.
 
Mucho de su condición de poder radica en que es un adulto  y que somete a alguien que no es un adulto, vale decir un niñ@, el cual no tiene los conocimientos  ni la información suficiente  para entender lo que está sufriendo o pasando. 
 
Tienen una posición económica o jerárquica de poder que suelen utilizar con las personas vulnerables para conseguir lo que quieren.
 
Entre las características psicológicas de los acosadores sexuales tenemos que presentan una tendencia a utilizar los mecanismos de defensa como racionalización, negación, parcializacion, minimización, proyección entre otros en su defensa; se suelen presentar como personas amables y generosas en los momentos más decisivos para ellos frente a sus victimas. 
 
Emplean la persuasión o la presión sobre la víctima en base a su relación de autoridad.   
 
Tienen una capacidad de engañar a todo aquel que se les presente, pretenden ganar la lealtad e interés de su victima mediante el chantaje o la amenaza directa para asegurar el secreto o el silencio de la victima.
 
Carecen de empatía, por lo que no asumen que cometen delitos, entre sus características de personalidad  son narcisistas.  
 
Expresan  una facilidad para actuar frente a los otros para no despertar ninguna clase de sospechas, soliendo pasar desapercibidos sin que nadie se dé cuenta. Por lo general , manipulan a todo aquel quien se encuentre frente a ellos para lograr sus objetivos, sea frente a nin@s o adult@s. Son tan buenos en su perversión que hacen que sus victimas no sientan nada ni física ni  mentalmente por que ell@s lo bloquean como una forma de llegar a sus objetivos así también como una forma de sobrevivir frente a su  agresor.
 
Cuentan en múltiples oportunidades con la complicidad, negligencia, complacencia, anuencia y la injusticia la que en su momento encubre y sugiere disimularlo por mantener el puesto, posición o lo que fuera.
 
La agresión o violencia sexual tiene como característica el no poder decirla, entre muchas cosas por vergüenza, miedo, temor o credibilidad; es decir: por la no palabra, no se ha habla por que están instaladas en la persona el sentimiento de culpa, el estigma, el de ser señalada, el qué dirán, ante ello sólo queda el silencio. 
 
Muchas de sus víctimas sino en su totalidad se muestran felices con sus posiciones o  cargos de trabajo, lo que al parecer no muestra ningún signo de que algo este pasando, suelen se impotentes ante gente con poder que garantiza su  impunidad.    
 
Generalmente la primera denuncia es la que desembrolla el hilo de la madeja y una vez realizada esta aparecerán una y otra más, aunque muchas no lo hagan, habrá una cantidad suficiente para mostrarlos frente a la comunidad, sobre quiénes realmente son estas personas.
 
La opinión pública generalmente es incrédula frente a la victima, quien la cuestiona o juzga respecto a por qué no habló o lo denunció antes.
 
Algunos argumentaran que “eran adictos al sexo” ya que al ser un trastorno reconocido piensan que podría reducir sus penas o sentencias o limpiar su imagen. 
 
Ante las denuncias se debe actuar con mayor celeridad, porque, como dicen, justicia que tarda no es justicia, lo que en contraparte algunos  dirán la justicia tarda pero llega. Y usted qué opina, ¿reconoció  algún acosador cercano? 
 
A mi manera.
 
Juan Carlos Valderrama.