Por Raúl Allain


Desde la “revolución industrial” en el siglo XIX, tenemos ahora un panorama de un nuevo “maquinismo” mediante la digitalización de los procesos productivos y virtualización del trabajo. Desde un enfoque sociológico, observamos la mayoría de empresas e instituciones públicas y privadas no están utilizando adecuadamente los sistemas de gestión de personas, tradicionalmente denominado “recursos humanos”. Desde que se concibió la administración científica, se han hecho esfuerzos por optimizar los medios (tecnología, recursos económicos, materias primas, información y personas) en aras de alcanzar unos fines económicos.

 

Hacia una humanizacin del trabajo en la era digital

 

Las empresas que desean consolidarse a través del tiempo no solamente necesitan contar con capital económico, sistemas de producción, comercialización y tecnología. La base para el éxito de una empresa es la persona humana, es decir: trabajadores (en primer lugar), colaboradores, socios, así como también el entorno social inmediato y todas las personas vinculadas con el gobierno local, proveedores y clientes.

Se requiere un estudio integral de lo que significa realmente “Dirección de personas” y su aplicación concreta en el desarrollo de sistemas de recursos humanos, detallando cómo se aplica, cómo se evalúan los resultados y que aspectos son más significativos: ¿el salario?, ¿el cumplimiento de contratos y leyes estatales? ¿la capacitación? ¿el clima laboral? ¿la interacción con las familias?

Es necesario que las empresas en el Perú asimilen y desarrollen parámetros de modernidad, estableciendo líneas de gerencia de personal acordes con los tiempos actuales para enfocarse en desarrollar al máximo las capacidades humanas de los trabajadores, de motivarlos a mejorar sus talentos.

De acuerdo a los enfoques modernos (Romero, 1998; Caicedo, 2000), “se asume como gestión empresarial la forma de regulación del comportamiento de una colectividad social, que cuenta con recursos limitados, los cuales deben ser utilizados para el logro de unos objetivos que deben ser compartidos en su finalidad última”.

El trabajo directivo debe tener una finalidad. La gestión no existe por sí misma, ya que es el resultado de la interacción de múltiples factores, los cuales van construyendo un sistema de relaciones humanas, de manejo, de proyección y de visión de su vida cotidiana y de su futuro. De la gestión empresarial se obtienen objetivos y decisiones; los primeros orientan y guían la acción colectiva y las segundas seleccionan las combinaciones e interacciones que son necesarias para cumplir dichas metas (Caicedo, 2000).

No solamente se requiere que los trabajadores tengan una motivación externa (sueldo, salario, incentivos monetarios) sino que deben tener la oportunidad de desarrollar sus capacidades y talentos, deben ser capacitados permanentemente, deben identificarse con los objetivos institucionales de las empresas donde laboran, porque son la base de la organización. Y esto tendrá un impacto en la calidad del desempeño de la empresa.


Expreso, Lima 27-06-2021

(*) Escritor, sociólogo y analista político. Consultor Internacional en Derechos Humanos para VIACTEC.
Raúl Alfonso Allain Vega
. Escritor, poeta, editor y sociólogo. Presidente del Instituto Peruano de la Juventud y director del sello independiente Río Negro.