Herbert Mujica Rojas

Cada año dejan Perú cientos o miles de conciudadanos, especialmente jóvenes, muchos de ellos con altas capacidades. El fenómeno que apenas recibe alguna atención marginal, es para preocuparse muy mucho. Consultamos con el psicólogo social José Manuel Delgado Taboada, quien accedió a la entrevista.

 

estudiantes laboratorio

¿Por qué es importante detectar y atender las altas capacidades?

Enumeraré varias razones. Primera y principalmente, por la fuga de talentos. A diario cientos de estudiantes con altos perfiles abandonan el país por diversos motivos. Muchos lo hacen por la coyuntura política, socioeconómica. Otros por falta de carreras en diversos campos de la ciencia y tecnología. Un grupo, porque ellos y sus familias están hartos de la falta de oportunidades respecto de sus altas capacidades y potencialidades, porque el Estado parece no darles la importancia suficiente, mientras que otros países los buscan y les dan becas y todo tipo de opciones.

¿Talentos que se pierden?

En segundo lugar, porque los estudiantes de altas capacidades, sólo lograrán un desarrollo personal pleno si se les permite desplegar todo su potencial sin barreras, y para ello precisan ayudas educativas. De no recibirlas, están en un gran riesgo, que comienza con el típico aburrimiento en clase, desgano, desmotivación, avanza con el acostumbramiento a dar el mínimo esfuerzo, y puede llegar al abandono del sistema educativo así como problemas personales, psicológicos y sociales.

Alto porcentaje desatendido

En tercer lugar, porque no detectar ni atender a esta población es dar la espalda a cientos de miles de jóvenes a nivel nacional. Concretamente, por lo menos, al 2% de la población estudiantil según Mensa Internacional. Si hablamos del total de matriculados en escuelas públicas y privadas al año 2022, sería algo más de 170 mil estudiantes que se quedarían sin atender, sin estimular sus talentos.

Perú justo, digno, culto y libre

En cuarto lugar, porque (prosigue Delgado), el talento de los más capaces, puesto al servicio de la sociedad, liderará la construcción de un futuro mejor para todos. Imagínese que en una provincia cualquiera, se atendiera a 1000 estudiantes con altas capacidades, que estos sean acompañados hasta la universidad y que luego de egresar, vinculen su talento al desarrollo de su comunidad, facilitando el desarrollo de toda esa provincia.

¿Por qué altas capacidades?

Hace más de 20 años en el mundo, los especialistas han preferido referirse a las altas capacidades porque es un término que abarca tanto las definiciones de superdotación, talento simple, talento complejo y precocidad intelectual en una sola fórmula, simplificando y aglutinando, haciendo más simple lo complejo.

Amigable y fácil de entender

El concepto de altas capacidades es sencillo de entender y no tiene la carga clínica y exclusivamente diagnóstica de la superdotación, basada en el cociente intelectual y en una mirada clásica de la inteligencia entendida como la destreza lingüística y/o matemática.

Altas Capacidades es un concepto más amplio, adaptado a nuestros tiempos, en los que se reconoce a la inteligencia como multidimensional; además devuelve la importancia del rol del docente de aula tanto en la presunción de las características como también en su necesaria acción para fomentar el desarrollo y adquisición de estas capacidades o potencialidades.

Maestros comprometidos

Para que el estudiante pueda desarrollar sus altas capacidades, necesita de un docente comprometido, sensibilizado, proactivo, dedicado y empático que, en un marco de atención inclusiva y diversa, brinde una respuesta pedagógica personalizada según sus necesidades.

En cambio, conceptos como la superdotación se quedan únicamente en la descripción de las características del estudiante, pero no señala responsabilidades ni roles de acción.

Lucha legítima

Para finalizar, otra razón por la cual es necesario atender las altas capacidades es porque es justo dar a cada uno lo que necesita y lo que le corresponde, es parte del mismo principio de igualdad de oportunidades que legitima la lucha por la educación inclusiva y diversa de las personas con discapacidad. ¿Alguien podría cuestionar esa lucha? No, es legítima. Bueno, las necesidades de los estudiantes con altas capacidades también son reales: son parte de la misma diversidad, necesitan la misma inclusión, combaten contra los mismos mitos.

Finalmente, imagine cuántos Juan Diego Flórez se pierden día a día en localidades alejadas, donde los estudiantes apenas tienen acceso a una escuela unidocente multigrado, y van caminando horas para llegar a recibir su educación, subraya Delgado Taboada.

 

18.10.2023
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