La defensa nacional como bien público

Por Alfredo Palacios Dongo


El tema de las Fuerzas Armadas se encuentra en la agenda de un intenso debate, principalmente por las injustas remuneraciones del personal, las que, además de su inequidad con respecto al resto de instituciones del Estado, se encuentran congeladas desde hace más de 20 años, y asimismo por la grave situación de la Caja de Pensiones Militar Policial (CPMP) que se encuentra al borde de la quiebra.


Los últimos gobiernos han puesto estos sensibles temas como última prioridad en la lista de problemas nacionales que requieren solución. Sólo la amenaza de una huelga y las constantes y desesperadas marchas y protestas del personal en retiro y de sus familiares han logrado sacar este tema del limbo obligando al Ejecutivo a entregar un bono de S/. 1,000 (US$ 350) por única vez para grados intermedios y menores del personal en actividad y para viudas y discapacitados, además del anuncio de una comisión de alto nivel para la reestructuración integral de las FF AA y PNP, entre ellas, la remunerativa.

En este contexto el gobierno debe considerar la importancia de la defensa nacional como bien público, ya que garantiza la seguridad externa e interna del Estado y genera beneficios a toda su población por permitir un escenario de tranquilidad para cumplir las metas y objetivos nacionales en un clima de paz favorable para el crecimiento y desarrollo, principalmente debido al grado de impredictibilidad de amenazas externas e internas que inexorable y recurrentemente todos los países, tarde o temprano, deben enfrentar.

Los gastos en defensa no deben ser vistos como improductivos sino, por el contrario, desde la óptica de una inversión social necesaria para materializar el “bien público de defensa”, el cual actúa como póliza de seguro para todo el país. Más allá de cuestiones políticas por la responsabilidad estatal de salvaguardar la soberanía; de aspectos jurídicos en que el mandato constitucional involucra a la nación en su conjunto; o de asuntos de carácter cívico relacionados al sentimiento patriótico; en términos de bien económico nadie puede ser excluido de tales beneficios, ya que estos son indispensables para el desarrollo de la sociedad.

Bajo este panorama, los recursos humanos de las FF AA representan el principal componente del “bien público de defensa”. Del grado de preparación, profesionalismo y entrega de sus integrantes depende su calidad, lo cual se logra con un capital humano altamente motivado. Esto se contrapone con el grave, caótico e inaceptable problema social por el que atraviesa el personal de nuestras instituciones militares y policiales. 

Planteamientos, Expreso, 26.02.2010