Lanzan con éxito acelerador de partículas en Ginebra
Científicos aplauden en el CERN. Foto: Diario Le Temps, Suiza.


El acelerador de partículas, el Gran Colisionador de Hadrones, fue puesto hoy en marcha con éxito en sus instalaciones de Ginebra, cerca de la frontera francesa, a cargo del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), donde se dieron cita importantes científicos de todo el mundo, varios de ellos premios Nóbel.


En el CERN, los científicos retenían el aliento, Ginebra estaba en la mira de todo el mundo de la ciencia. El lanzamiento de este experimento pone fin a innumerables especulaciones. Hubo incluso grupos de fanáticos que aseguraban que el acelerador iba a generar microagujeros negros, los cuales destruirían la Tierra.

Días antes, los científicos que participan en esta investigación habían recibido llamadas amenazadoras.

El proyecto, el más complejo de la historia de la Física y el más costoso (unos 10 mil millones de dólares) y busca recrear las condiciones generadas a partir del Big Bang, que según los científicos dio nacimiento al universo.

Circuito del acelerador sobre mapa de Ginebra, diario Tages Anzeiger, Suiza.


El colisionador busca hacer chocar dos haces de partículas a una velocidad cercana a la de la luz. Los científicos circulan un haz en una dirección alrededor del acelerador y envían haces en ambas direcciones para provocar colisiones.

A la primera tentativa de inyección, a las 09.33 horas, el experimento respondió a todas las expectativas de los científicas. Los paquetes de protones recorrieron sin fallar los tres primeros kilómetros del túnel, donde se les detuvo para verificar la primera de las ocho secciones del túnel de 27 kilómetros.

En las siguientes horas, los bloques, del tamaño de una moneda grande, que impedían continuar el trayecto, fueron sucesivamente retirados para que los protones discurran correctamente por cada sección nueva, para terminar el trayecto en una hora.

El colisionador busca simular las condiciones que se dieron milésimas de segundos después del Big Bang, que creó el universo hace unos 13.700 millones de años, según la teoría más difundida.

Las computadoras del CERN registran las colisiones; estos datos serán empleados por laboratorios de todo el mundo, donde los científicos buscarán, entre otros, la partícula que dio origen a la vida.

Esquema del acelerador en el subsuelo, abarcando Suiza y Francia, diario Tages Anzeiger, Suiza.

Según una teoría, esta partícula, denominada "Bosón de Higgs", nombre que se le dio porque su descubridor fue el físico escocés Peter Higgs, quien fue el primero en postular la existencia de la partícula hace 50 años; esa partícula sería el misterioso factor que mantiene unida a la materia.

Según la mayoría de los científicos, la teoría del Big Bang es la única explicación a la expansión del universo y fue el origen de la formación de las estrellas y los planetas, a partir del caos inicial que siguió a la explosión.

El modelo del Big Bang explica que el universo se expandió de forma veloz desde un estado primitivo muy comprimido, que originó una importante caída de la densidad y la temperatura. En esta etapa habrían estado presentes varios tipos de partículas elementales; segundos después, el universo se habría enfriado lo suficiente como para permitir la formación de algunos núcleos.

La teoría del Big Bang postula que se produjeron determinadas cantidades de hidrógeno, helio y litio, lo que explica que se les encuentre hoy en grandes cantidades. Unos 1.000.000 años más tarde, el enfriamiento del universo permitió la formación de átomos.

El CERN, fundado en 1954, es el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear, uno de los centros más grandes y respetados de investigación científica del mundo, dedicado a la física fundamental, materia que trata de la composición y el funcionamiento del universo.