San Petersburgo (Rusia), 15 feb (Sputnik).- Los bacteriófagos aislados de los ecosistemas del Ártico y la Antártida podrían utilizarse en los fármacos contra las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos, sostiene el director del laboratorio de genómica y proteómica funcional de microorganismos del Instituto de Medicina Experimental ruso, Artemi Goncharov.
 
 

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Los bacteriófagos son virus que afectan a las bacterias y, según los científicos, podrían utilizarse para tratar las infecciones.
 
Goncharov indicó que la pandemia de coronavirus llevó a la resistencia bacteriana a los antibióticos en hospitales, por lo que es necesario crear una alternativa a los medicamentos tradicionales.
 
"De acuerdo con nuestras observaciones, la fuente más prometedora de bacteriófagos son los ecosistemas de las regiones polares de nuestro planeta, el Ártico y la Antártida podrían ser los principales proveedores de bacteriófagos altamente virulentos", dijo el científico.
 
Tras expediciones a la Antártica, se llegó a la conclusión de que los bacteriófagos pueden hallarse en grandes cantidades en el hábitat de aves, incluidos los pingüinos, y también en las zonas de lagos.
 
"Otra parte de estudios se dedicó a la búsqueda de bacteriófagos en el permafrost del Ártico ruso, en particular, en Siberia del Este (...) Los estudios preliminares indican que los bacteriófagos pueden aislarse de las muestras del material paleontológico en el permafrost", añadió Goncharov.
 
En base a esas investigaciones el Instituto de Medicina Experimental creó un banco de bacteriófagos.
 
"El próximo paso será verificar cuán eficaces son los fagos contra las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria y, en particular, las infecciones provocadas por una extrema resistencia múltiple (de los patógenos) a los antibióticos ", dijo el investigador. (Sputnik)