Un equipo internacional de astrofísicos detectó la fusión de dos agujeros negros con dos estrellas de neutrones a más de 900 millones de años luz de la Tierra tras rastrear ondas gravitacionales descubiertas en enero de 2020.
 
 

agujero negro gigante velocidad luz

Foto: referencial

 

 
"Por primera vez, investigadores de las colaboraciones científicas LIGO-Virgo-KAGRA confirmaron la detección de una colisión entre un agujero negro y una estrella de neutrones. De hecho, los científicos detectaron no uno sino dos de esos eventos con 10 días de diferencia en enero de 2020", dijo LIGO en un comunicado.
 
La fusión fue tan masiva que generó ondas gravitacionales que se desplazaron por el universo al menos a 900 millones de años luz hasta llegar a la Tierra.
 
El análisis de las ondas mostró que en el primer evento, llamado GW200105, un agujero negro 8,9 veces tan masivo como el Sol y una estrella de neutrones 1,9 veces como el Sol, giraron uno alrededor del otro cada vez más rápido hasta fusionarse hace unos 900 millones de años, explica un comunicado divulgado en el sitio web de Virgo, un interferómetro en Italia para detectar ondas gravitacionales .
 
En el caso del segundo evento, el GW200115, los científicos de Virgo, LIGO y KAGRA estiman que los dos objetos compactos tenían masas de unas 5,7 (para el agujero negro) y 1,5 (para la estrella de neutrones) veces la masa del Sol y que se fusionaron hace casi 1.000 millones de años.
 
"Hasta ahora, las ondas gravitacionales nos habían permitido detectar colisiones de pares de agujeros negros y de pares de estrellas de neutrones, pero la colisión mixta de un agujero negro con una estrella de neutrones era la pieza que faltaba para entender las fusiones de estos objetos compactos. (...) Completar esta imagen es crucial para restringir la gran cantidad de modelos astrofísicos de formación de objetos compactos y evolución binaria", dijo Chase Kimball, uno de los coautores del estudio, quien forma parte del Departamento de Física y Astronomía de la universidad estadounidense de Northwestern (Illinois, norte).
 
De acuerdo a las observaciones, el evento GW200115 tuvo su origen en una zona del cielo equivalente al área cubierto por 2.900 lunas, mientras que el GW20015, registrado 10 días antes, podría localizarse en un área con 34.000 lunas.
 
Este descubrimiento permitirá a los científicos analizar el origen de estos fenómenos y con qué frecuencia ocurren.
 
El estudio fue divulgado este martes en la publicación especializada Astrophysical Journal Letters.
 
 
Con información de Sputnik