La soya transgénica conquista Sudamérica

En este documental titulado La guerra de la soja emitido en el programa En Portada, nos hablan de Paraguay, un país donde hasta el 40% de sus habitantes viven en el campo, la tierra es una de las mayores riquezas del país. La tierra es tan fértil que proporciona hasta cuatro cosechas al año, desgraciadamente el cultivo predominante es la soja transgénica, las necesidades mundiales de este producto han hecho que los grandes productores se vuelquen exclusivamente en el cultivo de la soja, poco a poco la tierra del país se convierte en una basta área de monocultivo cuyas tierras están siendo contaminadas por las diferentes sustancias químicas utilizadas en el cultivo. En el documental nos muestran que la soja transgénica conquista Sudamérica y nos ponen como ejemplo la situación de Argentina, tal es el cultivo de transgénicos que el ganado ha sido desplazado a tierras más empobrecidas y marginales.

Podemos recordar el documental sobre la soja transgénica emitido en el canal de televisión Telefe de Buenos Aires a través del programa La Liga, en él se mostraban las dramáticas consecuencias de la proliferación del cultivo de la leguminosa transgénica, recordemos cómo empezaba el documental, “Donde había vacas, hay soja, donde había bosque, hay soja, donde había trabajo, gente y alimentos, hay soja, pero no cualquier soja, soja transgénica”. Volviendo al avance de la soja transgénica en Sudamérica y concretamente en Paraguay, el monocultivo se extiende y se denuncia, la esterilización y contaminación de la tierra por el uso incontrolado de pesticidas y herbicidas, incluso algunos especialistas médicos aseguran que han vivido un incremento de las malformaciones congénitas en los recién nacidos. Sería interesante recordar algunos de los efectos del herbicida por excelencia asociado a los alimentos transgénicos, el glifosato.

Recordemos el post El glifosato es muy tóxico para los seres humanos, también es necesario volver a nombrar el documental sobre la soja transgénica y cuáles eran las consecuencias del abuso de este herbicida en el medio ambiente y en la proliferación de todo tipo de enfermedades (a pesar de que algunos expertos lo niegan, las evidencias no se pueden borrar). Evidentemente la soja es un negocio muy lucrativo, especialmente para las grandes empresas y multinacionales agrícolas. La soja es una proteína barata que se ha convertido en la base de la alimentación de muchos animales de la producción industrial, sean cerdos, vacas, pollos, y además en una fuente para la producción de biocombustibles.

La soja transgénica conquista Sudamérica, la abundancia y riqueza de recursos naturales de los países latinoamericanos y sudamericanos en general. Podemos citar otro ejemplo que se mostraba en el documental La guerra de los cultivos transgénicos (V), en Brasil hasta el 80% de la soja que se produce es transgénica y día a día se incrementa la superficie de cultivo. Las multinacionales han promovido los monocultivos en todos aquellos países que posean tierras ricas y fértiles hasta el punto de amenazar el equilibrio del medio ambiente y la vida humana.

El documental resulta sumamente interesante y nos pone al descubierto cómo muchos pequeños campesinos paraguayos reivindican sus derechos y luchan contra la soja transgénica por varias razones, sus tierras son expropiadas para cultivar soja transgénica, se quedan sin trabajo y sin medios con los que subsistir. Al principio indicábamos que hasta el 40% de la población depende de la agricultura, el avance de la soja transgénica ha obligado a que varios agricultores se revelen contra este cultivo, creen que las tierras sembradas con soja han sido adquiridas ilegalmente, el caso es que ahora no tienen donde cultivar sus propios productos, alimentos con los que han subsistido desde hace siglos, un modo de vida que se está destruyendo como consecuencia del avance de la soja transgénica.

La lucha es encarnizada, los latifundistas plantan cara a los campesinos que tratan de reivindicar sus derechos, el Gobernador del departamento de San Pedro asegura que 8 millones de hectáreas han sido mal adjudicadas por los mandatarios del Gobierno anterior, demasiada tierra para unos pocos, los ciudadanos de Paraguay no pueden acceder a uno de los derechos contemplados en el estatuto agrario, poseer un pedazo de tierra para poder cultivar y alimentarse.

Desgraciadamente parece ser que los esfuerzos sirven de poco, día a día la soja transgénica se extiende. Las declaraciones realizadas por el Ministro de Medio Ambiente del país son sorprendentes, indica que se trata de un choque entre dos culturas sociológicas diferentes, por un lado la cultura tecnológica y productiva de la soja, y por otro lado el sector campesino paraguayo. ¿Cultura sociológica la producción intensiva de soja transgénica?, da la impresión de que el ministro está a favor de los cultivos intensivos.

Actualmente Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja transgénica, más de la mitad de la superficie cultivable del país produce soja transgénica, algo que se repite también en Argentina, país que ocupa el segundo puesto en este ranking productivo. A las multinacionales les conviene producir soja en Paraguay, apenas pagan impuestos por la producción o por la explotación de la tierra, no existen controles o regulaciones sobre los pesticidas, las semillas o cualquier asunto relacionado, la falta de legislación es bien aprovechada por las multinacionales y grandes explotaciones.

La soja transgénica conquista Sudamérica, deberíamos añadir además que son países donde el glifosato genera un gran volumen de negocio y por tanto es partícipe de la conquista, ambos productos pertenecen a la multinacional Monsanto. Es lamentable comprobar que lo único que realmente importa es el beneficio económico, ni la salud, ni los derechos de los campesinos, todo queda en segundo término ante la soja transgénica y no se sopesa el riesgo de los alimentos transgénicos. A los campesinos sólo les queda plantar cara e intentar frenar el avance del monocultivo, de ello hablaremos en la próxima entrega de este documental

Fuente: Gastronomìa y Cia.