Modo escandaloso y delictivo al vender inmuebles en San Borja
 
edificio san borjaPor  Guillermo  Olivera  Díaz*

Los sanborjinos, y también otros, debemos tener mucho cuidado cuando nos pretenden vender departamentos de estreno las empresas constructoras que tienen edificios en las importantes avenidas del distrito, como San Borja Norte (cuadras 7 a 11).


 
Resulta que tales inmuebles carecen de documentación que acredite la propiedad del que vende, los representantes legales se esconden y existen hipotecas millonarias en favor de conocidos bancos, que están garantizando todos los departamentos del edificio y sus montos ascienden a millones de dólares prestados  
para emplearlos en su construcción.
 
Por ende, las unidades inmobiliarias que se pretenden vender son prácticamente ajenas, o sea, están gravadas; deben al banco el préstamo hipotecario.
 
Con tales gravámenes que el ladino vendedor esconde a través de ingenuas secretarias o jefas de ventas, el que compra un departamento pagará dos veces, es decir, el doble:  el inflado precio, usualmente de más de 100,000 dólares, y otro monto igual por la escondida hipoteca.
 
¡Terminará pagando 200 mil dólares por un inmueble que vale la mitad!. Ergo, mucho ojito a esta vileza.
 
RESEÑA  DE UN CASO  PERSONAL

Convocado por un vistoso aviso publicitario en todo color y apostado en el frontis,  acudí a un flamante edificio que todavía no ha entregado ni siquiera un departamento a nadie.
 
Solícitos me mostraron el N.° 401, de solo 127 m2, cuyo precio  es 170,000 dólares.
 
Porque me interesaba comprarlo nos cursamos varios emails con la llamada Jefa de Ventas, pedí de entrada la información documental, no aceptaron mi regateo del precio, me insistieron que el monto no era negociable, hasta que por fin, después de varios mensajes electrónicos y conversaciones personales, terminé aceptando expresamente lo pedido, ya que había vendido mi casa que adquirí hacen 28 años.
 
Cuando les solicité que me entregaran la ya requerida información documental de los representantes de la empresa y de sus títulos de propiedad, nunca me contestaron nada. Ahora sé que el Gerente General es un mexicano.
 
Los llamé por teléfono, al segundo número de celular que la misma Jefa me brindó (el teléfono fijo ya no contestaba), y en vez de responderme de sus títulos que escamoteaban, me pdidieron que deposite el elevado precio en una cuenta bancaria y que después pasara a firmar la Minuta de Compra Venta . ¿Con quién, si me explicaron que no tenía que hablar con los dueños?
 
Como no soy bobo o pelmazo no he accedido a semejante modo irregular, porque de allí a la estafa consumada media un solo milímetro.
 
En mi calidad de abogado y basándome en que la compra venta es consensual, pues se perfecciona con el consentimiento que manifiestan ambas partes, les cursaré una carta notarial exigiendo que se fije día y hora para el pago del precio, la firma normal de los documentos y la entrega de la posesión del inmueble ya transferido.
 
Si ello es infructuso me quedará el Poder Judicial, en las vías penal y civil. Menos mal que tienen dos duplex embargabales.
 
¿Cuántos han depositado el precio en la famosa cuenta bancaria y cuántas minutas se han firmado por el mismo departamento 401?
 
La respuesta no podría adivinarla o intuirla como zahorí. Empero, es fácilmente comprobable por policías, fiscales y jueces.

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