El rebote de un gato muerto
BolsaPor Humberto Campodónico

El jueves pasado, Ben Bernanke (jefe del Banco Central de EEUU) dijo que "la combinación de altos precios del petróleo, el débil mercado inmobiliario, el aumento de las restricciones crediticias y la caída de las bolsas de valores probablemente crearán problemas para los consumidores en los meses que vienen" (Financial Times, 29/11/07). Agregó que volvería a reducir las tasas de interés si se mantienen los problemas en los mercados financieros y si no aumentan los riesgos de que suba la inflación.

 

Aquí hay un cambio de posición de Bernanke, que antes estaba sobre todo preocupado por la inflación (por eso no estaba en sus planes reducir las tasas de interés). La nueva "opción Bernanke" ("Bernanke put") significa que ahora le preocupa más la recesión y que, por ello, en la próxima reunión de la Fed (11 de diciembre) habría una nueva baja de la tasa de interés de 0.25% (algunos dicen que será 0.5%).

Como la baja de la tasa hace que se invierta menos en ahorros y bonos (renta fija) y más en las acciones de la Bolsa de Valores (renta variable), éstas subieron el jueves 29 y viernes 30, pero no revirtieron las fuertes pérdidas de noviembre.

Los críticos de la nueva "opción Bernanke" dicen que no ha podido resistir las presiones de los grandes bancos y fondos de inversión, que serán los principales beneficiados. Agregan que la rebaja implica "riesgo moral": como los inversionistas apuestan a que un prestamista de última instancia finalmente vendrá a salvarlos (el Fed), toman mayores riesgos que en condiciones de "libre mercado" (ellos asumen las pérdidas).

Eso hicieron al comprar US$ 1.2 billones de "bonos basura", lo que les ha causado pérdidas de US$ 50,000 millones y que podrían llegar a US$ 400,000 millones. Los "bonos basura" provienen del empaquetamiento de préstamos hipotecarios en "nuevos instrumentos financieros" que son vendidos a los inversionistas. El problema es que los préstamos fueron otorgados "a quien sea" y "como sea", sin prestar atención a su capacidad de pago. La ruptura de esa "burbuja" se tradujo en las pérdidas señaladas.

El problema de fondo es si la rebaja detendrá la recesión. Actualmente, los economistas de EEUU están divididos 50-50. Entre los que están en contra destaca Nouriel Roubini. Dice que el alza de la Bolsa la semana pasada es como "el rebote de un gato muerto", motivado por una esperanza sin base real ("wishful thinking") de que las rebajas de la tasa de interés y las inyecciones de crédito del Fed evitarán la recesión (*).

Eso no va suceder porque "el problema económico central es de insolvencia y no de liquidez. Cuando hay insolvencia buena parte de los deudores están en bancarrota y no podrán pagar sus deudas (aunque se inyecte liquidez y bajen los intereses), lo que se transmite a los acreedores que, al no poder cobrar sus deudas, entran también en insolvencia".

Por eso, "el Fed no podrá prevenir que millones de propietarios de casas dejen de pagar sus hipotecas, que los precios de las casas caigan 20% o más, ya que estamos en la más grande recesión inmobiliaria de la historia (…). Tampoco impedirá que docenas de prestatarios y constructores se vayan a la bancarrota, pues en condiciones de insolvencia la política monetaria del Fed es impotente para solucionar los problemas crediticios".

Parece que Hank Paulson, secretario del Tesoro, y la propia Casa Blanca se han convencido de lo mismo, pues preparan la "Alianza Esperanza Ahora" (debe salir a fin de mes) para rescatar a miles de deudores hipotecarios, los de los "bonos basura". Aparte de "Papá Estado", participan en las reuniones representantes de JPMorgan Chase, Washington Mutual, Wells Fargo y Citigroup (Financial Times, 30/11/07). ¿Otra vez Papá Estado? ¿Y el libre mercado?

La nueva "opción Bernanke", bajar la tasa de interés, solo hizo "rebotar a un gato muerto", según Roubini. ¿Podrá la "opción Paulson", dirigida a los insolventes, resucitarlo?

(*) www.rgemonitor.com/blog/roubini

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