Trabajadores protestan por explotación de tienda chilena Ripley


Ante la incapacidad del ministerio de Trabajo, la tienda chilena Ripley (que sí cumple con la ley en Chile) se cree con derecho a enriquecerse con la explotación de los trabajadores peruanos y la violación de las leyes peruanas, hecho que motivó ayer una protesta de los empleados.


Un centenar de trabajadores, acompañados de su abogado laboralista, Mateo Tincopa, denunciaron que desde hace 13 años esta empresa no paga horas extra y ha desnaturalizado los contratos de trabajo a modalidad, enmascaramiento por el cual despide a los trabajadores antes de cumplir los cinco años, situación que afecta a unos cuatro mil trabajadores.

Tincopa precisó que Ripley además viola la Ley 713 y no paga vacaciones, por lo cual fue multada por el ministerio de Trabajo, pese a ello persiste en su burla no asistiendo a las citas. El ministerio hace una semana multó a la empresa con S/. 50 mil por desnaturalizar contratos de 210 trabajadores.

Manifestó que los trabajadores laboran más de 48 horas semanales sin el pago de sobretiempos y que a veces se les obliga a trabajar jornadas de 12 y 14 horas. Ahora Ripley pretende imponer un trabajo atípico diferente para cada trabajador, que puede tener cualquier hora, lo cual perjudicaría a los comisionistas sacándolos de las horas punta.

Los empleados realizaron ayer un plantón frente al local principal de la empresa, en San Isidro exigiendo el cumplimiento de las leyes. En otra oportunidad denunciaron que la empresa no cumple con pagar un sueldo mínimo a los vendedores (560 soles), pues les abona 150 soles sin sobretiempos, pero en Chile sí paga completo el sueldo mínimo.

El gerente de Recursos Humanos de Ripley, Eduardo Castillo, dijo que el pago de las horas extra se realizará en los próximos días y que el horario que aplican es de clase mundial, pero no dice por qué no pagaron las horas extra ni las vacaciones.

Algo huele mal

Esta es una muestra más de empresas chilenas que vienen a traer prácticas primitivas de explotación humana, ante la incapacidad del ministerio de Trabajo de poner coto a estos actos.

¿Por qué persiste Ripley en burlarse pese a la imposición de multas? ¿Las multas son efectivamente cobradas o son sólo simbólicas, alentando la explotación, como sucede con otras empresas, que recurren a arreglos para no pagar las multas?

Una vez más vemos lo errados que estaban los incautos y mermeleros que daban la bienvenida a empresas de un país subdesarrollado como Chile, en lugar de empresas de primer mundo, alegando que darán trabajo, la realidad es que traen explotación.