BCR recomienda monitorear crédito hipotecario

Meses después de que en la Conferencia Anual de Ejecutivos (Cade) 2010, el analista Michael Porter advirtiera al Perú de una burbuja inmobiliaria, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) recomendó mantener un continuo monitoreo del segmento de créditos hipotecarios, a fin de evitar un excesivo crecimiento de este tipo de préstamos, y advirtió de hechos que podrían generar un riesgo a mediano plazo.
En su Informe de Sostenibilidad Financiera mayo 2011, el ente emisor detalla que uno de los riesgos es la incorporación como sujetos de crédito a clientes que anteriormente no calificaban para financiar una vivienda. Esto se evidencia con la extensión de los plazos de esos créditos (hasta 30 años) y a la disminución en el pago de la cuota inicial (hasta 10% del valor de la vivienda).

La participación de agentes inmobiliarios en la evaluación crediticia a hogares de menores ingresos es otro factor a tener en cuenta. “Por ejemplo, se estaría exigiendo que un deudor,sin demostrar un empleo formal, cumpla con el pago de la cuota inicial, en un plazo menor a 12 meses, para acceder al financiamiento de la vivienda”, precisa.

Otro riesgo latente asociado con el financiamiento hipotecario son los créditos otorgados a tasas de interés con un componente variable. En los últimos años, por ejemplo, muchos deudores hipotecarios accedieron a un esquema de tasa de interés mixta, en el que el deudor paga inicialmente una tasa de interés fija, por un período entre 5 y 10 años, y luego una tasa de interés variable (usualmente Limabor) más algunos puntos porcentuales (entre 4 y 6).
“Este riesgo es especialmente relevante en un escenario de incrementos en las tasas de interés que podría afectar la capacidad de pago de esos deudores”, enfatiza.
PRECIOS

El BCR advierte además que un rápido crecimiento de los créditos hipotecarios podría exacerbar la tendencia creciente que se observa en los precios de las viviendas.

Explicó que el aumento en los precios de los inmuebles está asociado a la creciente demanda por vivienda, resultado de la mejora en los niveles de ingreso de los hogares. Ello, a su vez, está dinamizando el mercado de créditos hipotecarios, lo que puede retroalimentar la tendencia al alza en los precios de los inmuebles, en un contexto de flexibilización en las condiciones crediticias.