Inseguridad e inestabilidad restan competitividad a los exportadores

Generan pérdidas y costos adicionales. “La consecuencia es el desaliento de las inversiones y consecuentemente el desarrollo económico y social del país avanzan a paso lento”, manifestó el presidente de ADEX, Juan Varilias Velásquez.

El presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez, confió que el próximo gobierno dicte las medidas necesarias para que la paz social se instaure en el país y frene la delincuencia e inestabilidad que en los últimos años recrudeció al punto de perjudicar no solo al ciudadano de a pie, sino al empresariado que es atacado de forma casi sistemática.
Varilias Velásquez, explicó que el incremento de la delincuencia, la inseguridad y la inestabilidad jurídica tienen una repercusión mayor que las pérdidas directamente generadas por los actos en sí, pues no sólo incrementan los costos para reforzar la seguridad, sino que repercute en el incumplimiento de los compromisos comerciales y el deterioro de las relaciones con los clientes, al tiempo de limitar el crecimiento de la actividad empresarial.

“La consecuencia es el desaliento de las inversiones y, consecuentemente el desarrollo económico y social del país avanza a paso lento. No es necesario recordar que quien hace empresa en el país también es un ciudadano y por lo tanto, tiene  derecho a ser protegido por el Estado, según lo señala la Constitución Política del Perú”, dijo.

Recordó lo acontecido hace poco en Puno, que generó miles de soles en pérdidas y los casos de delincuencia común, como el que enfrentó la empresa Perales Huancaruna S.A. que sufrió el robo de tres camiones con 90 TM de café en la localidad de Corcona, Huarochirí, al norte de Lima. “A pesar de las gestiones de las fuerzas del orden, que siempre agradecemos, esa empresa asociada a ADEX solo pudo recuperar parte de lo sustraído: tres tractos, 1 carreta y 30 TM de café”, detalló.

Recordó también que hace unas semanas asaltaron con revolver en mano un camión de los almacenes Ransa, con el resultado de dos delincuentes muertos. “En el interior del país la situación no es mejor, sino solo recordemos que en Trujillo bandas delincuenciales piden cupos a las empresas y a la población”, dijo.

Por ello, sugirió la necesidad que el gobierno entrante diseñe una estrategia integral que permita atacar frontalmente el problema generado por la inseguridad. Refirió que cada día, los actos delincuenciales generan en el país un clima de desconfianza, e incluso desánimo. “Perjudican económicamente a la empresa porque también encarecen los costos en la contratación de pólizas de seguro, infraestructura de seguridad (paredes, rejas, cerraduras, etc.), contratación de personal, entre otros”, comentó

También mencionó que los exportadores enfrentan formas más asolapadas de delincuencia como lo que aconteció a inicios de año en la Selva cuando una turba de personas atacó las instalaciones de la Compañía Peruana Forestal (Copefor). No sólo invadieron el terreno, sino que destruyeron maquinarias y equipos generando pérdidas, lo que demuestra la precariedad de la estabilidad jurídica en algunas zonas.

“Los exportadores ya enfrentamos una serie de problemas como la carencia de una buena infraestructura vial y sobrecostos portuarios y aéreos, por lo que la falta de seguridad no hace sino atentar contra nuestra compe¬titividad”, concluyó Varilias.