En los últimos años, la inversión de las entidades bancarias en incrementar los canales de atención ha ido creciendo dinámicamente en el Perú, tanto en oficinas, cajeros automáticos, como en cajeros corresponsales, banca celular, por internet, entre otros. Así, desde diciembre del 2006 a junio del 2011, el número de oficinas pasó de 937 a 1,579, alcanzando un aumento de 68.52% en dicho perio- do. En tanto, el número de cajeros automáticos se incrementó en 127.01% a 4,622, mientras que los cajeros corresponsales se expandieron en 461.89% a 9,378, en igual lapso de tiempo.

El mayor número de estos puntos de atención ha llevado que el índice de cobertura de los servicios bancarios (considerando a oficinas, cajeros automáticos -ATM’s- y cajeros corresponsales) por cada 100,000 habitantes en edad de trabajar avance a tasas sorprendentes. Dicho indicador ascendió de 23.3 puntos de venta bancarios por cada 100,000 habitantes al cierre del 2006 a 72.0 puntos de venta bancarios por cada 100 mil habitantes en junio del presente año.

Asimismo, a nivel regional, de acuerdo al Financial Access Survey del FMI (con datos a diciembre del 2010) el mencionado indicador de cobertura de servicios bancarios para Brasil fue 134.37, en Chile llegó a 80.10, mientras que en México y Argentina alcanzó 62.51 y 55.74, respectivamente. En es sentido, si bien el Perú (67.15 al término del 2010) se ve superado por otras naciones como Brasil y Chile, se encuentra por encima de Argentina y México, quienes manejan sistemas financieros con un mayor número de entidades bancarias y con una población con ingreso per cápita superior al del Perú.

Por otro lado, una tendencia que se viene dando en todo el mundo, y que empieza a establecerse en América Latina por parte de los usuarios, es a utilizar cada vez menos las oficinas bancarias, por lo que los bancos apuestan por otros canales. Ese es el caso de los cajeros automáticos, los cuales vienen siendo implementados con más funcionalidades, dejando de lado su antigua función de ser un simple dispensador de dinero. También se debe destacar el avance importante que vienen anotando los cajeros corresponsales (después de Brasil, Perú es líder en esta modalidad), los cuales pueden ser establecidos en las instalaciones de cualquier negocio formal y, por ende, ubicarse en lugares en los que incluso no haya presencia de una sucursal bancaria tradicional.

De igual manera, la posibilidad de efectuar transacciones por internet, teléfonos fijos y móviles, genera grandes ahorros a los clientes en cuanto a tiempo y dinero. A su vez, las entidades bancarias también obtienen beneficios al implementar estas tecnologías en la cadena de atención al usuario, debido a los menores costos que acarrea poner en marcha –por ejemplo- una red de banca por internet que una red de oficinas en varios distritos (se ahorra gastos en infraestructura física y personal, entre otros). Por último, y lo más importante es que las nuevas modalidades de atención bancaria permiten que millones de personas de lugares alejados puedan acceder a los servicios que ofrecen los bancos, facilitando la inclusión financiera.

El Perú no ha sido ajeno a esta nueva tendencia y ya se observan algunos cambios en los patrones de comportamiento de los usuarios bancarios. Al término del segundo semestre del 2011, la participación del número de transacciones monetarias realizadas en oficinas con respecto al total de operaciones fue de 33.22%, menor al 46.57% observado en el 2007; y el número de transacciones efectuadas en cajeros corresponsales llegó a 12.50%, mayor al 5.23% del 2007. Por su parte, las operaciones realizadas a través de cajeros automáticos, POS, banca electrónica (software instalado en empresas), monederos electrónicos y dispensadores de monedas, representaron el 49.81% del total de transacciones, al cierre de junio del presente año, superior al 45.65% reportado hace 4 años; mientras que las operaciones hechas por banca telefónica, banca celular y banca por internet sumaron 4.47% al segundo trimestre del 2011, por encima del 2.56% del 2007.

Si bien aun es bajo el número de operaciones bancarias realizadas a través del internet o la banca móvil, la expectativa es que en nuestro país éstas sigan creciendo. Cada vez son más las entidades que vienen poniendo en marcha en sus respectivas páginas webs los aplicativos necesarios para que sus clientes efectúen las transacciones deseadas. Además, la penetración de la telefonía móvil y de la banda ancha en el interior del país viene incrementándose sostenidamente en los últimos años, lo cual es un soporte importante en la expansión de los servicios de la banca a través de esos medios.

En ese sentido, debemos resaltar que la masificación de los puntos de atención, tanto presenciales y no presenciales, es un paso vital a favor de los peruanos que aún no pueden acceder a los productos y servicios ofrecidos por la banca, y es un compromiso que debe contar con el apoyo del sector público y privado. La inclusión financiera es un requisito indispensable para el despegue definitivo de nuestro país hacia el primer mundo.