Altos aranceles impiden mayor comercio con India

La participación de la India en nuestro comercio es de 1.1%.

Todos sabemos que la India es el otro gigante emergente, tras China. Ambas son las únicas naciones del mundo cuya población supera los mil millones de habitantes.

Estas dos potencias asiáticas registran una gran demanda por materias primas y un creciente apetito por bienes de consumo ante la expansión de su clase media.

En este sentido, se espera que ocurra algo similar al caso China-Latinoamérica, que en los últimos años reporta un intenso y creciente intercambio comercial, destacó la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex Perú).

 

Refirió que en 1999 el comercio de la región con dichos países era cercano, pero en la siguiente década el intercambio con China se disparó y llegó a representar el 9% del comercio total de América Latina y el Caribe en 2009.

En 2010, se habría acercado a los 200 mil millones de dólares. Mientras tanto, en 2009 el comercio con la India solo representó el 1% del intercambio total de la región.

El caso peruano no es diferente, pues en 2010 la participación de la India en nuestro comercio total ascendió al 1.1%, mientras que China está a un paso de convertirse en nuestro primer socio comercial, con el 16%.

Sobre este mercado, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo realizó un estudio base que identifica una larga lista de productos relevantes para exportarlos al mercado indio.

Entre ellos figuran las chapas, hojas y tiras, pieles de ovino, aleaciones a base de cobre o zinc, ácido ortobórico, frijol castilla y otras menestras.

También destacan la tara en polvo, las uvas frescas y el mármol.

Por el lado de la India, tenemos productos como las motocicletas y vehículos, los hilados de algodón y poliéster, los antibióticos para uso humano y las vacunas, entre otros.

Comex identifica dos factores que impiden un comercio fluido con la India: elevados aranceles y altos costos de transporte.

Los aranceles indios a las exportaciones latinoamericanas son casi prohibitivos, especialmente para los productos agrícolas, en cuyo caso alcanzan un promedio del 65.1% contra el 12.5% de China Además, las barreras no arancelarias y las engorrosas regulaciones del país asiático, que vienen disminuyendo.