Una mirada a la desdolarización financiera en el Perú

Hace 22 años, dado el proceso hiperinflacionario por el que atravesaba el país, las empresas mantenían la máxima cantidad de dólares que podían, mientras que las personas corrían a las calles para cambiar por dólares la totalidad de sus sueldos, ni bien los recibían. Nadie quería la moneda nacional, pues ésta perdía valor hora tras hora, en un contexto de pronunciada crisis y un marcado desbalance macroeconómico.

El día de hoy, en cambio, contamos con una situación económica muy saludable, y hemos sido testigos de un prolongado proceso de desdolarización financiera, tanto de depósitos como créditos. Así, la dolarización de los depósitos bancarios muestra una caída en los últimos once años, desde 73.51% en diciembre 2000 a 44.37% en marzo 2012, mientras que en las colocaciones disminuyó desde 81.93% a 50.84% en el mismo lapso.

La evolución de la dolarización de los depósitos responde directamente a variaciones en el tipo de cambio, lo que se explica por la racionalidad económica de las empresas y personas: al bajar la cotización del dólar, éstas evitan pérdidas patrimoniales desprendiéndose de sus dólares, y viceversa. Esto además es fácilmente verificable al observar el gráfico de la evolución del tipo de cambio versus la proporción de depósitos en moneda extranjera de la última década.

Por otro lado, señala que las razones detrás de la caída en la participación de la moneda extranjera de las colocaciones se relacionan con aspectos como las medidas prudenciales fijadas por reguladores y supervisores (normas para la administración del riesgo cambiario, encajes y provisiones para créditos, las cuales significaban exigencias más rigurosas para las entidades financieras), el desarrollo del mercado de capitales en moneda local y la misma desdolarización de los depósitos (debido a que los bancos tratan de calzar sus pasivos y activos en moneda extranjera). Asimismo, indican que la implementación exitosa de políticas de estabilización macroeconómica, que han permitido alcanzar baja inflación, expectativas de inflación ancladas en las metas de las autoridades monetarias, gradual apreciación de las monedas, y fundamentos más fuertes en general, son precondiciones para un proceso de desdolarización como el observado en los países estudiados.

La caída del tipo de cambio puede afectar a la dolarización de las colocaciones de forma opuesta a la dolarización de depósitos, en particular si esta caída se da muy aceleradamente, ya que genera que los agentes estén más dispuestos a tomar créditos en dólares (sobre todo a corto plazo), apuntando a reducir su carga de deuda a medida que el tipo de cambio disminuye. Es por esta razón que son tan importantes las políticas prudenciales de supervisores y reguladores, en tanto apuntan a desincentivar la toma de riesgo cambiario, y es también por ello que dichas políticas explican parte del proceso de desdolarización de créditos.

Dolarización de Depósitos por tipo

Al analizar la dolarización según tipo de depósito en el Perú, se observa que en los últimos tres años la dolarización de los depósitos a plazo bajó en 20.74 puntos porcentuales hasta 40.55%, de los depósitos CTS llegó a 56.96% a marzo 2012 y disminuyó en 19.87 puntos porcentuales, de los depósitos de ahorro retrocedió 10.71 puntos porcentuales a 43.62% y de los depósitos a la vista se redujo en 8.07 puntos porcentuales hasta un nivel de 48.04%.

Si bien la dolarización de depósitos aún es importante, no debe perderse de vista el hecho de que se ha reducido significativamente. Los factores que podrían estar impidiendo una mayor disminución de este indicador serían psicológicos, pues aún existe una reticencia a deshacerse de sus dólares por parte de la mayor masa de depositantes, que justamente fue testigo del proceso hiperinflacionario por la que atravesó el país. Asimismo, la expectativa por parte de un significativo porcentaje de agentes económicos de que el tipo de cambio pueda tender a recuperarse en algún momento induciría la preferencia por mantener saldos en moneda extranjera. Todo ello ocurre aún en un contexto donde los depósitos en soles son remunerados a una tasa más alta que aquellos en dólares, información que viene siendo adecuadamente difundida por parte de las entidades financieras, lo cual aparentemente no estaría siendo un factor decisivo para gran parte de los depositantes.

Dolarización de Créditos por tipo

En cuanto a la dolarización según tipo de crédito, se observa que en un poco más de 9 años, la participación de los préstamos empresariales en moneda extranjera (corporativos, grandes empresas, medianas empresas, pequeñas empresas y microempresas) descendió de 81.74% a 61.91%, mientras que el ratio para préstamos de consumo e hipotecario disminuyó de 71.40% a 28.86%, en similar periodo de análisis.

Comentarios finales

Según señala el citado documento del FMI, si bien el proceso de desdolarización financiera ha sido notorio en los distintos países de la región, los niveles de dolarización aún son elevados, por lo que es necesario que los distintos Gobiernos mantengan orientados sus esfuerzos a reducirlos. Esto será posible mientras se mantenga la estabilidad macroeconómica, y combinándola con medidas de política monetaria prudenciales (como el manejo activo del diferencial de encajes por monedas), de modo que permita que los agentes internalicen cada vez más los riesgos cambiarios que se generan al estar descalzados (al tener deudas en dólares e ingresos en moneda local). Asimismo, la desdolarización financiera permitirá a los bancos centrales gozar de una mayor eficacia en la aplicación de sus políticas monetarias, todo lo cual –suponiendo un manejo monetario adecuado- tenderá a repercutir en beneficio de la economía.