Conveagro plantea diálogo para un cambio de rumbo


Por Humberto Campodónico


Ayer comenzó la XI Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro) en Lima mientras que, en Tarapoto, se inició la reunión de la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego del Perú (JNUDRP). Ambas organizaciones suscribieron el mes pasado una Agenda Mínima de Consenso para revertir la problemática situación del agro peruano.


Como se sabe, el sector agropecuario es el que menos se ha beneficiado con el crecimiento económico: mientras que desde el 2002 hasta el 2007, el PBI total del Perú aumentó en 37%, el PBI agropecuario solo lo hizo en 20%. Asimismo, su participación en el PBI fue de 9% en el 2002, bajando a 7.9% en el 2007, lo que revela la pérdida de dinamismo en el sector.

Uno de los principales reclamos tiene que ver con la falta de diálogo con el gobierno de García: no los ha recibido en estos dos años y medio, lo que contrasta con la gran cantidad de reuniones con los grandes empresarios de actividades extractivas (minería, petróleo, gas) y de servicios diversos (como hospitales).

El sector tiene retos muy difíciles. El primero es la caída de los precios internacionales de los alimentos, principalmente maíz, trigo y arroz. Se pensaba que el alza de precios se debía a cambios estructurales (lo que la haría permanente), pero la realidad demuestra que hubo una gran burbuja especulativa que reventó hace dos meses.

Esto reactivará los subsidios agrícolas en EE.UU., Europa y Japón y generará competencia desleal. A lo que se agrega que el TLC con EE. UU. ha reducido los aranceles a los productos agrícolas subsidiados (a algunos totalmente, a otros de manera parcial) y que el Poder Ejecutivo eliminó los programas de compensación "porque habían subido los precios internacionales". Lo que ya no es el caso.

En el sector también han aumentado los costos de producción e insumos, sobre todo de los fertilizantes. A lo que se suma el déficit de infraestructura (carreteras), cadenas de comercialización dominadas por grupos oligopólicos y escaso acceso al crédito. Esto incide en la caída de la rentabilidad —por demás, recurrent—- en el agro tradicional, pero también ya están sintiendo la pegada (de la recesión en EE. UU. y España) los sectores "modernos" ligados a la exportación agroindustrial (espárragos, hortalizas).

Conveagro y la JNUDRP demandan la derogatoria de varios decretos legislativos, promulgados dizque para implementar el TLC con EE. UU., entre ellos, el DL 1081 (Sistema Nacional de Recursos Hídricos) y el DL 995 "que propende a la privatización de Agrobanco, vía la transferencia de la mayoría de sus acciones al capital privado".

El fondo de la cuestión es que los problemas del agro necesitan una complementariedad clara entre el rol del Estado y el del mercado, con la participación de productores y gremios. Está probado que las políticas del FMI y del Banco Mundial, orientadas a que el "libre mercado" decida la asignación de recursos, desembocan en que los países se conviertan en importadores netos de alimentos, como el Perú.

La meta de lograr la soberanía alimentaria en EE. UU., Europa y Japón tuvo esa complementariedad, lo que incluyó los subsidios que se mantienen hasta hoy. Con mayor razón, el reciente fracaso del neoliberalismo en el plano financiero, que amenaza con una crisis sistémica, exige claras y rápidas rectificaciones.

Por ello, es importante la asistencia del premier Yehude Simon a la inauguración del XI Conveagro y que manifestara no solo que se va a realizar toda la inversión pública, sino que su gestión va a priorizar la agricultura. Manifestó que el Estado tenía la obligación de apoyar a los pequeños y medianos agricultores y a los productores pecuarios. Además, que se impulsaría la formación de cadenas productivas y, lo más importante: que se debía evitar por todos los medios que los campesinos vendan sus tierras, porque eso los convertiría en asalariados.

Para los agricultores, esto ha abierto la ventana del diálogo con el Estado lo que, afirman, podría ser el inicio de un cambio de rumbo. ¿Será? Veremos qué dice hoy el ministro de Agricultura, Carlos Leyton, en la clausura del evento. Millones de peruanos del sector rural, sobre todo los más pobres de la sierra sur, estarán atentos al cumplimiento de la palabra empeñada.

Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com