Recesión mundial agrava la balanza comercial peruana

Por: Humberto Campodónico

El intercambio comercial del Perú con sus contrapartes de los países industrializados (PI) importantes muestra tendencias al deterioro. Se aprecia que del 2006 al 2008 las exportaciones han aumentado en 23%, pasando de US$ 13,957 a 17,204 millones.


Pero las importaciones han crecido mucho más, 124%, pasando de US$ 6,445 a 14,425 millones en el mismo periodo. Así, si bien la balanza comercial sigue siendo superavitaria, la tendencia a que se vuelva negativa es creciente.

Cuando se analizan los países por separado, puede apreciarse que las exportaciones de Perú hacia EEUU han encontrado su “techo”, pues solo aumentaron 2% del 2006 al 2008. Este estancamiento va a continuar pues EEUU –— los demás países industrializados— han entrado en recesión. Pero, ojo, las importaciones desde EEUU han aumentado en 128% en el último periodo y el superávit de la balanza comercial es de solo US$ 141 millones en el 2008.

Con los demás PI, la tendencia va a ser la misma, aunque las exportaciones hacia ellos aumentaron más que hacia EEUU. Aquí destacan las exportaciones hacia China y Japón, que aumentaron en 71% y 56% del 2006 al 2008. Hay que destacar el enorme aumento de las importaciones desde China (157%) y, aquí sí, la balanza comercial será negativa en el 2008 en US$ 200 millones.

¿Qué puede pasar en los próximos años? Como consecuencia de la recesión en marcha ya señalada —ver último informe del FMI–— las compras de materias primas van a disminuir, a lo que se suma la baja de precios de los “commodities” desde julio pasado. Como el 70% de nuestras exportaciones a los PI son materias primas, es bastante probable que disminuyan fuertemente.

¿Qué es lo que puede suceder con las importaciones peruanas desde esos países? Lo primero es que seguramente los PI van a tratar de aprovechar sus mercados externos, ya que las ventas dentro de sus países van a caer, justamente porque están en recesión y ya comenzaron las quiebras de empresas y los despidos.

Dicho esto, lo más probable es que las importaciones peruanas también caigan, en la medida en que aquí comience a disminuir la actividad económica. Eso ya está sucediendo, pues el PBI de noviembre ha bajado a 5%, bastante menos que el 9% al cual se venía creciendo en años anteriores.

Pero lo que aquí importa es que la velocidad de la caída de las exportaciones es mucho mayor que la de la caída de las importaciones. Además, según varios analistas, los PI podrían estarse encaminando a procesos de baja inflación (o, incluso, de deflación), lo que significa que los precios de esos productos pueden bajar, alentando la importación desde nuestros países.

De continuar este proceso, que tornaría negativa la balanza comercial, habría que tomar medidas para revertir la situación, entre ellas, por ejemplo, la reversión de las rebajas arancelarias unilaterales de Carranza, que alientan la importación, a la vez que disminuyen la recaudación tributaria. Esto se podría hacer con todos los PI, salvo con EEUU porque la firma del TLC, aprobada ayer, determina niveles arancelarios bajos que, esos sí, ya no pueden ser modificados. Lo mismo va a pasar con China, una vez que se firme el TLC.

Desde el punto de vista estricto de la balanza comercial, entonces, el TLC con EEUU llega en el peor momento.


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