SUNAT: Rascando la olla

Por Humberto Campodónico


La caída de la recaudación tributaria de 10.1% de febrero hizo sonar todas las alarmas, comenzando por Alan García, quien ha instado a todos los ciudadanos a pagar sus impuestos. La verdad es que esta arenga –que es super necesaria- llega un poco tarde pues la crisis económica internacional ya está encima y lo que no se hizo en la época de las vacas gordas por ejemplo, cobrar impuestos a las sobreganancias mineras no se puede hacer ahora. Ese es el quid de la cuestión.

SUNAT: Impuesto a la Renta de 4ta Categoría (en S/. millones)

Elaboración:La República

 

Pero igual el Presidente ha lanzado a la SUNAT a ver qué más se puede cobrar. Por eso le han puesto la puntería a las tarjetas de crédito, con este argumento: las empresas reciben pagos con esas tarjetas, en los que se incluye el pago del IGV por parte del comprador. Lo normal sería que los empresarios le paguen el IGV a la SUNAT.

Pero hay malos empresarios o dueños de restaurantes que no otorgan boleta y, menos, le pagan el IGV a la SUNAT. Se plantea que Visa o Mastercard retengan una parte del IGV que reciben y se lo entreguen a la SUNAT, que, de esa manera, contará con información para rastrear a los evasores. Y con algo más de plata.

La idea es buena, pues toda evasión de impuestos, grande o pequeña, debe ser combatida. Más aún si, como dice SUNAT“la tasa de evasión de las empresas prestadoras de servicios alcanza el 91%, o sea, que solo el 9% cumple cabalmente sus obligaciones tributarias” (El Comercio, 19/3/09). El tema es saber si la SUNAT realmente llegará a los evasores y a qué costo. ¿Habrán sanciones drásticas para los evasores de este capitalismo realmente existente?

Dice la SUNAT que el ITF no sirve para estos flujos comerciales, sino solo para las operaciones bancarias. Si esto es así, ¿por qué el ITF no ha servido entonces para detectar otras evasiones, como las de los profesionales independientes?

En efecto, según SUNAT el impuesto a la renta de 4ta. Categoría subió hasta el 2006 a S/. 445 millones. Pero en el 2007 cayó a S/. 408 millones y en el 2008 subió a S/. 437 millones, nivel menor al del 2006. El jefe de SUNAT, Manuel Velarde dice “que esto solo son el 10% de los impuestos de 5ta Categoría, lo que revela una brecha de ingresos tributarios” (Gestión, 18/3/09). No en vano Kuczynski, que sabe del asunto, dijo que “la evasión y elusión tributaria son un deporte nacional”, www.cristaldemira.com, 30/3/05).

El problema, como ya dijimos, es que durante las vacas gordas no se cobró impuestos a las sobreganancias mineras y petroleras ni a las ganancias de capital en la bolsa de valores ni a los tenedores de bonos.

Tampoco a las ventas de empresas peruanas en el exterior, algo de lo cual el ministro Carranza recién se acuerda y  acaba de mandar un proyecto de ley al Congreso. Pero ya vendieron, y no pagaron impuestos Barrett, Peru Copper y Río Blanco. La última ha sido Petro-Tech. Se pasaron los transatlánticos de varias centenas de millones de dólares en sus narices y ahora buscan a las bolicheras.

La piedra de la torta ha sido la rebaja de aranceles de Carranza, inconsulta y unilateral, que cuesta S/. 3,000 millones anuales. Aquí está la recaudación que García necesita, además que nos va a ayudar a detener la creciente hemorragia de la balanza comercial, pues las exportaciones caen en picada y se mantienen las importaciones.

Alan García acaba de decir: “hay una paradoja, pues mientras la economía del país crece a pasos agigantados, la presión tributaría está estancada en apenas 16% del PBI, cuando en los países desarrollados este indicador llega a 35%”. Bueno, la economía ya no crece así, pero, ciertamente, lo que dice sobre la presión tributaria es correcto. La cuestión es que ese problema no se va a solucionar con una SUNAT “rascando ollas”. Para elevar ese 16% en el Perú tienen que pagar impuestos los que más tienen. Son los perros del hortelano que no pagan y no dejan invertir.

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