En la coyuntura actual es importante destacar la relevancia del valor del cobre, no solo para efectos del crecimiento integral y diversificado de nuestra golpeada economía, sino por su impacto en la recuperación de la recaudación fiscal y el desarrollo territorial de nuestro país.
 
 

produccion de cobre

 

 
 
En este año 2021, somos testigos de un rebote muy importante del precio del cobre, que ha incrementado su cotización en más de un 70% por ciento en los últimos 12 meses. Este metal ha alcanzado recientemente precios de más de 4 dólares la libra, llegando a su mayor nivel de cotización en 10 años.
 
Otros metales también disfrutan hoy de precios en alza, y, si bien aún no podemos confirmar que vendrá un “super ciclo de los metales”, lo que sí está muy claro es que de cara al 2030 habrá un déficit de 20% en la oferta de cobre para satisfacer la creciente demanda del metal “rojo”. Ese déficit empeza rá a registrarse ya en el segundo semestre de este año y seguirá en los años subsiguientes.
 
Por eso es que el precio del cobre ha despuntado y seguirá alto en los siguientes años. De hecho, el cobre pasará a representar más del 50% de nuestras exportaciones mineras desde este año.
 
Esta demanda provendrá principalmente de un mayor desarrollo de China y de otros países asiáticos, como India, Indonesia y Japón cuyas economías ocuparán los puestos más altos del mundo y la inversión en infraestructura en muchos países del hemisferio norte, así como también por el avance de la electromovilidad.
 
Para cubrir ese déficit del cobre, se estima que el mundo necesitará una inversión de US$91 mil millones para construir nuevas minas cupríferas de aquí al 2030, lo cual es, sin duda, una excelente oportunidad para el Perú, en su condición de segundo productor mundial de cobre.
 
Debemos, por ello, estar preparados para afrontar este desafío que en términos simples significará un mayor dinamismo de nuestra economía, mayores ingresos para el Estado peruano, más empleo, más salud y educación, más infraestructura y una oportunidad de emprender el desarrollo territorial de forma efectiva.
 
No debemos aceptar la posibilidad de otra década perdida en lo económico y lo social.
 
En el evento del Prospectors & Developers Association of Canadá realizado de forma virtual este año, el mundo y la minería global ya decidieron su rumbo a favor de los metales “verdes”, mayores estándares en lo social, ambiental y gobernanza, el propiciar y proteger la sostenibilidad, equidad y diversidad y lograr el crecimiento de los activos mineros a través de mayor inversión en exploración, adquisición de activos e innovación tecnológica.
 
Tenemos la obligación de recuperar el PBI per cápita lo antes posible y no para fines del 2025 como pronostican las agencias internacionales para nuestro país y para toda Latinoamérica. Debemos vencer a la pandemia mediante un proceso de vacunación eficiente y servicios de salud de mayor calidad y cobertura nacional, priorizar y desarrollar la educación de forma acelerada, propiciar la inversión privada, rechazar la desconfianza y las pugnas políticas, vencer a la corrupción y superar los problemas de desigualdad, desnutrición, pobreza y desempleo.
 
Esperamos que esto sea tomado en cuenta por nuestros políticos y autoridades. Es hora de ponernos de acuerdo y decidir qué es
lo mejor para el país con una visión de futuro.
 
Si no tomamos medidas a tiempo, el bienestar de los peruanos seguirá en riesgo.

Dr. Miguel Cardozo, vicepresidente IIMP