Por: Cesar Mendes, director de Recursos Humanos América Latina

Hitachi Vantara

El trabajo ha cambiado, con nuevos esquemas que no se irán tras la baja del COVID-19. Nuevos escenarios desafían a las empresas y corporaciones a la hora de contratar y retener talentos, especialmente en la industria tecnológica.  Ya estamos apreciando cómo muchos espacios de trabajo presencial en las empresas y servicios han comenzado a retomar su funcionamiento, luego de permanecer cerrados por la pandemia.

 

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Este escenario abre el debate sobre los nuevos espacios laborales y las funcionalidades que tendrán los trabajadores, en una era de nueva productividad. Desafíos como atracción y retención de talento humano para una adopción acelerada de Automatización, Inteligencia Artificial y otras tecnologías en la fuerza laboral, son hoy el centro de la responsabilidad que llevará en sus hombros la denominada Generación Z, tema de vital interés para industrias como la de Tecnologías de la Información.

Nacidos entre 1997 y 2012, también conocidos como los "zoomers", esta generación pronto superará a los Millennials en cantidad de población a nivel planeta. Es solo cuestión de tiempo antes de que esta enorme cohorte demográfica remodele los espacios de trabajo y las culturas empresariales.

Pero a medida que los miembros de la Generación Z ingresan a la fuerza laboral en mayor número, cabe preguntarse: ¿están preparadas las empresas para los cambios que los “zoomers” impondrán mediante su irrupción como fuerza laboral de mayor disponibilidad y más digitalizada que las anteriores generaciones?

De acuerdo con un artículo de investigación de la BBC, actualmente hay alrededor de 2 mil 500 millones de jóvenes pertenecientes a la Generación Z a nivel mundial, representando el 32% de los más de 7.8 billones de personas que habitamos el planeta según estimaciones para el presente 2021.

Según el Banco Mundial los zoomers ya representan el 41% de la fuerza laboral mundial. Se unen a los Millennials y Generación X en la mayoría de las empresas, aunque los nacidos a fines de la década del 90 representarán más del 75% de la fuerza laboral en los próximos 10 años.

En comparación con sus predecesores inmediatos, la Generación Z es única en varios aspectos. Sus miembros nacieron después del colapso del comunismo, y crecieron en una era marcada por el recuerdo de los ataques del 11 de septiembre y la Guerra contra el Terrorismo.  Y a medida que alcanzaron la madurez, fueron testigos del meteórico ascenso de China, así como de la expansión de una economía masiva y globalizada.

Cuando se trata de su relación con la tecnología, también se destacan por ser una generación casi totalmente nativa digital. Y aclaramos que casi, porque los 100% nativos digitales provendrán de otra generación aún más nueva y que da para tema aparte, y nos referimos a la Generación Alfa (los nacidos entre 2010 y 2025).

Los Z alcanzan la mayoría de edad en un mundo donde el contenido y la información se volvieron cada vez más gratuitos, y donde los pedidos en línea con un solo clic se daban por sentado. Estos son hombres y mujeres que nunca han conocido un mundo sin la red mundial de Internet. Es la primera generación que nunca ha usado un teléfono con cable, como la primera generación que no tiene memoria de usar discos en sus computadores.

Eso no los convierte en una especie completamente diferente a las generaciones anteriores. Pero esta es la población más diversa en la historia mundial, y sus miembros están llegando al escenario laboral con ideas algo diferentes a las de sus predecesores.

Entonces ¿Cómo retener a una generación que constantemente desafía las metas y consume información de manera tan dinámica? 

La verdad no hay una receta mágica de cómo lograr productividad con una generación de trabajadores en especial; lo que sí existe es la identificación de factores que ayudarán a la denominada Generación Z a una mejor adaptabilidad. 

La Generación Z está demostrando no ser fanática de los títulos de trabajo; por ende, el proporcionar métodos alternativos al liderazgo es vital. Por otro lado, esta “camada” ha pasado mucho tiempo frente a la pantalla, por ende, anhelan la conexión en persona. Por lo tanto, como empleador ofrezca diversas formas de comunicarse.

Otro factor relevante es que apostar por el talento prometedor de la Generación Z, es reconocer que este grupo trabajará más duro y permanecerá más tiempo conectado, es por ello que la retribución monetaria es importante que coincida con su nivel de responsabilidad.

En general, la Generación Z es muy diferente a sus contrapartes Millennials. Si bien aprecian la tecnología, tienen una mentalidad de crecimiento y valoran el propósito, están mucho más hambrientos de conexión humana y seguridad laboral. Esto significa que no serán desleales con su puesto de trabajo, pero asegúrese de escuchar sus valores y cumplir con su entrega. 

Desde Hitachi Vantara, creemos que el desafío para las empresas será reconocer en la Generación Z, su condición de ciudadanos globales socialmente responsables y centrarse en la calidad de trabajo evaluando metas y cambiando la forma de monitoreo de tareas.  Una fuerza laboral llena de talentos, más dinámica y siempre conectada, pero también con nuevas necesidades.