Gran minería y crisis ambiental

Dr. Ing. Cathy García


“Para incentivar la inversión en el país, sucesivos gobiernos peruanos han revisado los códigos de minas y las leyes de impuestos a favor de las compañías mineras. Durante los 40’s y 50’s los gobiernos de turno permitieron a la Cerro de Pasco Cooper Corp. hacerse cargo de la ley publica de los lugares donde operaba así favoreciendo sus intereses inmediatos” (Goodsell Charles, 1974, 159, American Corporation and Peruvian Politics, Cambridge, Massachussets: Harvard University Press). 


“Te doy la concesión y tu arréglatelos con las comunidades” (Antonio Brack, Ministro del Medio Ambiente del Perú, Diario La Republica, 24 de setiembre del 2007).
 
"Basta de burocracia y papeleo. Ese estudio de impacto ambiental debe estar aprobado para fin de semana...” (Discurso del Presidente García Pérez, Diario La Republica, 26 de octubre 2007)
 
Las tres citas descritas arriba sintetizan la causa principal de la crisis ambiental del Perú. Lo que es evidente son los síntomas (contaminación ambiental y deterioro de la salud) que requieren tratamientos o curas.
 
El Perú camina hacia una profunda crisis ambiental que sino se controla a tiempo terminara en una explosión social. La facilidad con que se están otorgando concesiones mineras a compañías extranjeras y nacionales con un pobre record del manejo ambiental es como si una madre en desesperación entregara el cuidado de sus niños a un consumado violador.  El desenfreno de entregar los recursos mineros del Perú a terceros no sobrepasa el 2% de las reservas probadas actualmente en explotación, eso significa que la gran minería seguirá siendo la industria del futuro. 
 
El gobierno ha creado el Ministerio del Medio Ambiente (MINAM), este ministerio sin embargo no es el encargado de regular la gestión ambiental de las minas (como debía ser) sino el Ministerio de Energía y Minas (MEM).  El MEM es precisamente el que promueve la inversión minera, la causa principal de la contaminación ambiental en el Perú, actuando no solo como defensor del contaminador sino como su fiscal y juez (ente regulador) de la crisis ambiental.  Como regulador, exige a las empresas el Estudio de Impacto Ambiental para inversionistas potenciales y un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) para las empresas en operación. Cada seis meses envía a un tercero (generalmente un contratista con buenas relaciones con la mina) para una inspección o auditoria. Allí termina la labor “reguladora” y "voluntaria" del MEM.  
 
El 2001  se crea el “Proyecto de Eliminación de Pasivos Ambientales”. Aparentemente el objetivo de este proyecto era determinar el numero de minas abandonadas del Perú y los riesgos inmediatos y potenciales a la salud y el medio ambiente.  La ley anuncio “la rehabilitación total de las áreas afectadas”, sin embargo no se rehabilito ninguna de las 850 áreas contaminadas que fueron identificadas (lagos artificiales, relaves, socavones abiertos, aguas de mina con mercurio y arsénico, etc.).  El papel aguanta todo. Ni EEUU o Inglaterra han logrado remediar hasta la fecha el 15% de sus minas abandonadas.  El MME estima en mas de mil millones de dólares el monto necesario para limpiar las minas abandonadas e inactivas.    
 
El 2005 se aprueba la Ley de cierre de minas aplicable a todas la minas en operación pero se olvida de las 850 minas abandonadas o áreas contaminadas en abandono que ellos mismos han identificado. Hasta la fecha ninguna empresa en operación ha cumplido con someter su plan de cierre con las garantías financieras necesarias para el cierre (depósitos en efectivo, Bonds o cartas de crédito).  Al final tendremos muchos Doe Runs, jugando el ajedrez con los trabajadores y la comunidad mientras el gobierno pone el café en el tablero.
    
La minería es causante por lo menos de uno de estos desastres ambientales: 1) la descarga de aguas de minas activas y abandonadas, 2) el desbalance del ciclo del agua dentro de zonas hidrológicas regionales y locales, 3) polución del aire por emitir contaminantes tóxicos como el plomo, dióxido de carbono y materia particulada, 4)  la erosión y depleción de nutrientes de los suelos generando cambios geoquímicas, 5) daños a la diversidad ecológica y la reducción de la población, 6) emisión del dióxido de carbono (CO2), oxido de nitrógeno (N2O), metano (CH4) y otros gases que contribuyen al cambio climático.
 
Las aguas de las minas activas y abandonadas del Perú, en su gran mayoría, son descargadas a las fuentes hidrológicas sin ningún control y tratamiento.  La composición química de las aguas mineras varia de mina a mina, pero lo común es observar una suspensión rojiza-marrón que nos indica la presencia de piritas de fierro los cuales en un tiempo prolongado en el agua se disuelven para convertirse en ácido sulfúrico.  El agua acidico arrastra a otros metales como el cadmio, cobre, zinc y otros materiales que fluyen de la mina.  Otro tipos de agua presente son las aguas salinas (cloratos o sulfatos) y las alcalinas.  Algunas minas neutralizan las aguas acidicas por medio de bombeos pero eso solo puede ser para proteger sus maquinarias, una vez que cesa la operación del día, las aguas acidicas siguen su curso contaminador alcanzado algún rió o riachuelo.        
 
La gran cantidad de minas abandonadas, lagos artificiales conteniendo relaves y aguas ácidas, minas extranjeras y nacionales en operación sin control debido, ciudades en ruinas (La Oroya, Chulucanas, Cerro de Pasco) y otros esperando su turno (Cotabambas, Tintaya, etc.), ríos y lagos contaminados, mas de 100,000 personas utilizando mercurio y cianuro en minería informal sin control alguno, gente envenenada en masa con plomo y mercurio (La Oroya, Cerro de Pasco, Callao, Morococha, etc.) zonas urbanas de Lima con contaminación aguda del aire, cerca a un millón de  personas sin agua y desagüé (solo en Lima) pese al gran anuncio del gobierno “agua para todos”, crisis general en la gestión de la basura, residuos sólidos y tóxicos en las centros urbanos (calles con visibles desechos humanos y de animales), playas con descargas de hospitales y desechos sólidos en el Callao y otras ciudades costeras, mar contaminado con residuos químicos  de la industria pesquera, etc. El problema ambiental del Perú es grave y esta situación debe revertirse ahora. 
 
El Perú como nación multicultural de rica tradición histórica valora la tierra (la Pachamama) como un recurso natural, cultural y económico. Cuando esta tierra es maltratada, contaminada y abandonada luego de que sus riquezas son llevadas al exterior para elevar el nivel de vida de otros países y mantener la pobreza en el nuestro, es una gran ofensa a todos los peruanos.  
 
El primer remedio es obviamente la labor del Ministerio del Medio Ambiente (MINAM) como organismo neutral y fiscalizador. Si queremos resolver el problema ambiental, se debe tecnificar y eliminar la influencia política en ese ministerio. La protección de la tierra debe ser una de las razones fundamentales de su creación y existencia.
 
Tres deben ser los objetivos principales del MINAM: 1) proteger la vida y salud de las comunidades afectadas por la contaminación causada principalmente por la gran minería y las trasnacionales energéticas, 2) proteger y remediar el medio ambiente (suelos contaminados, aguas superficiales y subterráneas, sedimentos, aire y otros medios ambientales) y 3) proteger el ecosistema (vegetación, animales domésticos y silvestres, peces, etc.). Estos tres objetivos se reducen en una simple misión: Proteger las Comunidades y el Medio Ambiente para un Futuro Sostenido. 
 
Cuando la tierra esta contaminada, se la debe remediar no solo pensando en convertirlo nuevamente en arrea productiva para el beneficio económico de la sociedad sino para proteger la salud humana y el medio ambiente.  El MINAM y los otros ministerios (asignados por ley a proteger el medio ambiente) deben velar por la preservación y restauración de la tierra por medio de la promoción y uso de practicas modernas de gestión ambiental y por una adecuada identificación, análisis y remediación de minas / centros energéticos y otras zonas contaminadas del país.  
 
La remediación minera incluye un estudio inicial que debe estar acompañado por una remediación provisional o inicial para contener la migración de contaminantes y otras amenazas inminentes. Luego se caracteriza el arrea impactada, se describe las opciones técnicas de remediación, se selecciona la tecnología apropiada para remediar, se implementa la tecnología seleccionada, y finalmente se diseña el monitoreo por un tiempo prolongado (si es necesario) para asegurar que el  problema no recurra.
 
 Los programas de prevención y remediación protegen la salud humana y el medio ambiente cuando estos alcanzan los niveles específicos de limpieza (niveles permisibles), reconocen los impactos sobre la comunidad afectada e incentivan su participación en todo el proceso, apoyando el uso futuro de beneficio económico del área remediada y aplicando métodos protectivos en el futuro. 
 
Cada actividad de remediación necesita no solo capital humano sino energía, agua, y recursos materiales para lograr su objetivo. En el Perú, estos recursos son escasos. Necesitamos entonces introducir estrategias de remediación que sean eficaces que puedan maximizar los beneficios ambientales a menor costo. Los países ricos y sus trasnacionales lo viendo usando para beneficio propio bajo el nombre de “remediación verde”, “tecnología verde”, etc.
 
 Los principios básicos de una remediación verde aplicadas al Perú pueden ser: 
 
      1. Generar energía con el gas de Camisea en el ámbito nacional (el gas natural es mas limpio que el petróleo y el carbón)    
                                                                                    
2.  Minimizar el consumo de energía (impulsando su conservación y eficiencia) y promover el uso de fuentes de energía renovables.
3. Minimizar los contaminantes tóxicos del aire, polvo y las emisiones de gases (gases que afectan la salud y el cambio climático), promover el uso eficiente de vehículos, uso de maquinas con controles de emisión avanzados, usar combustibles limpios para el uso de equipos y maquinarias auxiliares, capturar el dióxido de carbono (con técnicas de manejo de suelo y vegetación). Minimizar la generación de residuos tóxicos y gestión adecuada.
4.  Conservar el uso del agua y proteger las fuentes de agua. Capturar, reclamar y reciclar el agua (recargar las fuentes, irrigación, etc.), minimizar el uso del agua en la revegetación y emplear buenos métodos de control de aguas de desagüé, mejorar la calidad del agua. 
5. Reducir, reusar y reciclar materiales usados y residuos (minimizar el uso de productos nuevos y  vírgenes), minimizar la generación de residuos tóxicos y sólidos, usar productos reciclados y producidos localmente. Segregar y reusar o reciclar productos materiales incluyendo la infraestructura (suelos, construcción, materiales de demolición de edificios, etc.)
6.  Proteger la tierra y los ecosistemas. Minimizar áreas contaminadas (limpiar las fuentes de polución).  Minimizar la alteración o destrucción del hábitat de los pueblos nativos del Perú y de todas las especies que son necesarios para su conservación, minimizar el ruido en las ciudades y los centros industriales.
     
Los programas de remediación pueden utilizar la “remediación verde” en cualquier etapa o fase de su aplicación incluyendo la investigación y evaluación de opciones técnicas, o modificando los diseños. para mejorar su eficiencia. La remediación verde no es especifico a la tecnología usada sino a muchos factores que hemos descrito anteriormente que permiten medir los resultados ambientales.
 
La participación de  la comunidad y los actores involucrados (empresa, Estado, etc.) son cruciales no solo sobre los avances de la remediación sino en el futuro uso de la tierra (residencial, comercial, industrial, recreacional o ecológico) analizando con cuidado las medidas apropiadas para su conservación y protección.
 
La entidad reguladora (e.g. el MINAM) esta obligada a garantizar que este tipo de premediación (por ejemplo los plazos para cumplirlo) y que la subsecuente reducción de la polución este de acuerdo con los niveles de limpieza requeridos por la ley nacional (estándares promulgados) y como referencia importante con la ley internacional (Organización Mundial de la Salud o los de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU) velando así por los legítimos intereses de la comunidad. La limpieza debe terminar cuando la reducción de la concentración de contaminantes alcanza los niveles en su estado natural o los máximos niveles permisibles.    
 
 *Profesora. City University of New York.
 
Setiembre 2009.