Impuesto a las ganancias de capital: pago por ver

Por Humberto Campodónico


El gobierno envió al Congreso la semana pasada un proyecto de ley (PL-3687) para eliminar algunas de las exoneraciones al pago del impuesto a la renta que generan las ganancias de capital en la Bolsa de Valores y en el mercado financiero. Hay que tomar nota, en primer lugar, de que no se trata de la creación de un impuesto nuevo, sino de eliminar una exoneración que se instauró hace más de 15 años.


El objetivo es claramente progresivo. Se debe gravar a las rentas del trabajo, es decir, los sueldos y salarios y, también, a las rentas del capital (dividendos, intereses y ganancias de capital). Eso sucede en la mayoría de países de la OCDE (industrializados) y, también, en América Latina. Dice Apoyo, en un informe elaborado para el MEF en el 2003, que “en ningún caso en América Latina la exoneración abarca a las ganancias de capital realizadas por empresas, como sucede en el Perú”.

Si se paga impuesto a las ganancias de capital realizadas en la Bolsa —como propone el PL 3687— tanto por las personas naturales (tasa de 6.25% a partir de una ganancia de S/. 17,750 anual) como por las empresas (tasa de 30%) entonces se avanza hacia un mayor nivel de equidad, requisito indispensable para la cohesión social.

Pero ya comenzó la avalancha de críticas. Muchas lo único que hacen es buscarle 15 pies al gato, con el objetivo de demostrar incongruencias que lleven, cuando menos, a la postergación de la ley. Así, por ejemplo, se dice que “no hay razón” para que el pago comience después de la ganancia de S/. 17,750 anuales.

También que, como no se grava a los intereses generados por los depósitos bancarios, entonces no se debe gravar a nadie, por simetría. Ciertamente se debería gravar a los intereses de los depósitos superiores a una cantidad alta (digamos S/. 300,000). Y hay que decirlo. Pero eso no nos lleva a pedir la postergación del proyecto.

Otros dicen que “este no es el momento para aplicar el impuesto, pues hay que esperar que el mercado se desarrolle más”. Para estos críticos, el momento no va a llegar nunca: cuando se dijo 2007 se postergó al 2009, luego al 2010. Ahora dicen 2011, pero a fines del 2010 dirán es año electoral y mejor esperar al 2012. De nunca acabar.

La cuestión de fondo es que el nivel de elusión tributaria que permite la mantención de la exoneración es enorme. Recordemos que el venezolano Grupo Polar no pagó un sol de impuestos cuando vendió sus acciones de Backus a Bavaria en el 2002. Lo mismo sucedió el año pasado, cuando Votorantim adquirió la mayoría de Milpo y de Atacocha, elevándose fuertemente el precio de las acciones, pero los vendedores no pagaron impuesto a las ganancias de capital. Hay muchos ejemplos más.

Por lo expuesto, es importante la eliminación de la exoneración a este impuesto, aunque este proyecto aún tiene muchas limitaciones.

Dicho esto debemos resaltar la tardanza del MEF en “hacer su tarea”, porque recién a fines de noviembre envía este Proyecto de Ley, que modifica al DL 972. No solo eso. Como todavía no está la nueva ley, tampoco hay reglamento. Todos estos —y otros— argumentos van a ser utilizados para torpedear el PL-3687. Sabemos que hay cualquier cantidad de poder económico tratando de detener la eliminación de la exoneración, lo que han conseguido en varias oportunidades. Por eso, pagamos por ver.