Por Herbert Mujica Rojas

swissportVoces patrióticas advirtieron con enorme preocupación que en el último consejo de  ministros se desestimó de un plumazo, otra vez, como durante el toledismo, la  asignación del dinero para la compra de los terrenos aledaños al Aeropuerto Jorge  Chávez y se incurrió, para variar y en sospechoso concierto, en falta, posibilitando  que la empresita concesionaria, Lima Airport Partners, LAP, sí tenga un buen  pretexto para NO construir la segunda pista del primer terminal aéreo nacional. Esto  equivale a traición.

No sólo eso. En cambio, en sintonía que llama a poca sorpresa, sí se concedieron los  fondos para que la inexperta y fragilísima empresa en manejo de aeropuertos,  Swissport-GBH Aeropuertos o Aeropuertos del Perú S.A. (¿?) sí cuente con aquellos  dineros para llevar a cabo lo que Dios sólo sabe que van a hacer. Para muestra un  botón: los de Swissport saben tanto de terminales aéreos que han contratado a  “especialistas” portugueses. Quien tenga alguna noción, por rudimentaria que sea, de  aeronavegación civil, sabe que Portugal no tiene nada que enseñar al Perú en ese  ámbito y sí, en cambio, mucho que aprender. 

Leamos un documento que se llama Contrato de Concesión del primer grupo de  aeropuertos de provincia de la República del Perú: 

“Conste por el presente documento el Contrato de Concesión para el diseño, la  construcción, mejora, Mantenimiento y Explotación del Primer Grupo de Aeropuertos de  Provincia de la República del Perú (el “Contrato”) que celebran el Estado de la  República del Perú, en adelante el CONCEDENTE, actuando a través del ministerio de  Transportes y Comunicaciones (MTC), facultado por el artículo 30º, inciso a) del  Decreto Supremo No. 060-96-PCM, con domicilio en Jr. Zorritos 1203, Lima 1, Perú  debidamente representado por Sergio Bravo Orellana, con DNI No. 06053464,  debidamente facultado por Resolución Ministerial No. 880-2006-MTC/01 de fecha 05 de  diciembre 2006, y de la otra parte, la Sociedad Concesionaria Aeropuertos del Perú   S. A. en adelante el CONCESIONARIO, con domicilio en Av. Víctor Andrés Belaunde No.  147, of. 701, San Isidro, República del Perú, debidamente representado por María  Leoni Roca Voto-Bernales identificado con DNI. 10270516 debidamente facultado al  efecto por poder instrico No. 11946758 del Registro de Personas Jurídicas de la  Oficina Registral de Lima y Callao.

  Interviene en el presente Contrato el Consorcio Swissport-GBH Aeropuertos, en  adelante “el Adjudicatario” con domicilio en Av. Víctor Andrés Belaunde No. 147, of.  701 San Isidro, debidamente representado por María Leoni Roca Voto-Bernales,  identificado con DNI. 10270516, debidamente facultado al efecto mediante Documento  Constitutivo del Consorcio, quien a la fecha de Cierre se constituirá en  Concesionario.” 
 
¡Qué interesante! Sería de altos quilates informativos para la opinión pública del  país que se dijera quién es titular de la concesión del Primer Grupo de Aeropuertos  de Provincias de la República del Perú: ¿Swissport-GBH Aeropuertos o Aeropuertos del  Perú y ambas firmas tienen a una sola representante legal, la ex presidente de  Ositran, Leoni Roca Voto-Bernales? Y, lo que es de mamey, ni Swissport tiene  experiencia alguna en aeropuertos y su manejo, salvo el manipuleo de valijas,  escaleras, lo que se conoce como handling y ¡mucho menos! la otra firma que está en   constitución. Novedosa manera de concesionar la que se practica en Perú a empresas  que están en formación y desarrollo. ¿Quién aclara esta confusión, por así llamarla? 

¿A cuál de estas dos empresas, sin mayores títulos o pergaminos, le va a entregar  Perú, según determinación del último consejo de ministros, el dinero para que haga  lo que no sabe?

  ¡Pido perdón! Acabo de recordar que Swissport sí tiene títulos. Leamos lo que se  publicó en La Paz, Bolivia, el 23 de febrero de este año: “Con la finalidad de velar  por los intereses del país, la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) puso fin al contrato  de concesión de 15 años de los recintos aduaneros con la empresa transnacional  Swissport GBH Cotecna S.A. 

Swissport, hoy en día denominada DBU S.A. es de capitales suizos y peruanos y  administraba 11 recintos del país, tenía 250 trabajadores y generaba un movimiento  de más de 6 millones de dólares. 

De acuerdo a la información brindada por la presidente de la ANB, Marcia Morales  Olivera, la anulación del contrato se debe a que esta empresa no cumplió con la  inversión de 2.6 millones de dólares que debía realizar en los primeros tres años de  manejo de los recintos aduaneros del país”. 

¡Feísima acusación la que tiene esta empresa Swissport en Bolivia! ¿Será esta la  razón, sinrazón, que habría promovido esa anfibología tan curiosa entre Concedente y  Adjudicatario, una sola dirección, una sola representante legal y un pasado a todas  luces reciente como vergonzoso? ¿Es a esta firma, de nulos antecedentes en  administración aeroportuaria, a la que se está regalando más de 10 aeropuertos de  provincias?

  El consejo de ministros no es una isla. Ha poco, para ser más precisos, el 5-12-2006  se reunió en FONAFE, la junta general de accionistas de la Corporación Peruana de  Aeropuertos y Aviación Comercial, Corpac, y decidieron:

 
 “Aprobar la modificación del valor nominal de cada una de las 535 357 acciones  representantivas del capital social de Corpac S.A., de la suma de S/ 1000 (Un mil y  00/100 Nuevos Soles) a la suma de S/ 1.00 (Un nuevo Sol) y, como consecuencia de  ello, aprobar la creación y emisión de 535 357 000 acciones, íntegramente suscritas  y totalmente pagadas, de un valor nominal de S/ 1.00 (Un Nuevo Sol) cada una,  distribuidas de la siguiente manera…..” Nótese que se habla de valor nominal y no de  la tasación comercial de las acciones.

  La señora Patricia Elliot Blas, según dice el acta, representando 55 056 acciones,  suscritas y pagadas de titularidad de FONAFE, siendo el valor de cada acción de S/  1,000.00 (Un Mil y 00/100 Nuevos Soles); suscribe un acta en que nadie explica cómo   na funcionaria simple puede manejar, como en este caso el patrimonio del Estado y  en la entidad que tiene que ver directamente con la concesión de los aeropuertos de  provincias.

  En efecto, en el punto 2 del Acta, Reducción del Capital Social mediante  Amortización de Acciones se dice: “Asimismo, el Presidente señaló que como  consecuencia del Proceso de Concesión de los Aeropuertos del Norte, resulta oportuno  aprobar la reducción del capital social de Corpac S.A., en la suma de S/ 200 798  825.60, mediante la amortización de 180 718 830 acciones de la clase A y 20 079 995  acciones de la clase B, de un valor nominal de S/ 1.00 cada una, de titularidad del  Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado-FONAFE; con  lo cual el capital social de Corpac S.A. se reduciría de la suma de S/ 535 357  000.00 a la suma de S/ 334 558 175.00; de conformidad con el Acuerdo de Directorio  No. 011-2005/003-FONAFE. En buen romance: ¿hay que envilecer el valor del patrimonio  del Estado, es decir, de 26 millones de peruanos?

  ¿Qué hay de cierto que San Dionisio Romero Seminario ya metió sus uñas largas en  alguna vinculación directa o indirecta o vía testaferros, en el proceso de concesión  de aeropuertos que tiene a su cargo Swissport GBH o la otra Aeropuertos del Perú? ¿Y  que entonces se explicaría la premura de darles fondos, dinero de los peruanos, a  estas empresas sin ningún lauro en destreza aeroportuaria?

  Un directorio nacional, que eso es en buena cuenta, un consejo de ministros,  desorientado o mal aconsejado; una sesión de Corpac en que desvalorizan el  patrimonio de la empresa y una confusión rara, muy rara, en la titularidad de la  concesión de los aeropuertos de provincias, y en cualquier caso, una precariedad  oprobiosa por donde se lo mire, dan detalle alarmante de cómo se están manejando los  destinos del país. 

Tomar a lo serio las cosas del Perú, advirtió con certeza angustiada Manuel González Prada.

  ¿Aclarará alguien ante el país estas cuestiones? Vamos a ver.  

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