Aerolínea de bandera: Los huesos para el Perú, la carne para los extranjeros

Continúa hablándose de la necesidad de una aerolínea de bandera, lo que fue uno de los ofrecimientos del hoy presidente Humala durante su campaña electoral. Era uno entre varios temas de interés nacional sobre el que los candidatos decían algo o guardaban silencio.

 

Sale elegido Ollanta Humala y reafirma la idea en su discurso de asunción del mando, pronunciado ante el Congreso de la República. Una cosa es que un candidato se ocupe de la aerolínea de bandera; y otra es que lo haga un presidente de la república. Entonces es hora de que se manifiesten los delincuentes y traidores a la patria de la política y los mercenarios y ladrones de los medios de comunicación, y eso hacen.

Estos malhechores exponen básicamente cuatro argumentos: 1) el estado peruano nada tiene que ver en una aerolínea de bandera, ni como gestor directo ni asociado a capitales privados; 2) el estado es pésimo administrador y la aerolínea de bandera sería un fracaso y se convertiría en una carga para el país; 3) si llega a formarse una aerolínea de bandera, deberá atender solamente los lugares alejados que las empresas privadas no desean cubrir; 4) si el estado crea una línea de bandera esto sería competencia desleal para Lan Chile y una pésima señal para los inversionistas extranjeros.

Las sobras para el Perú

Además de repetir la idea de que el estado es un mal administrador, lo que quieren decirnos los mencionados rateros es que en el Perú lo principal de la demanda aérea ya está cubierto, y que sería necesario que una aerolínea “de bandera” se ocupe de atender nada más que los destinos no rentables (¡con eso sería económicamente viable!, ¡hueso para el Perú, carne para Chile!).

Esto parte del supuesto de que los cielos del Perú ya tienen dueños —que, obviamente, no son peruanos— y que hay que actuar o planificar a partir de esa realidad. Consecuentemente, TACA (de Costa Rica, país no hostil al Perú) y LAN (de Chile) ocupan un espacio que ningún peruano ni gobernante peruano puede atreverse a poner en tela de juicio.

Es necesario aclarar qué entendemos en el Perú por línea de bandera. Para nosotros siempre el concepto de línea de bandera ha estado asociado a vuelos internacionales, en los que una aerolínea, literalmente, lleva los colores blanco y rojo por los cielos del mundo. Por eso para nosotros la aerolínea de bandera no era ni es la aerolínea militar que cubría destinos nacionales (vuelos de “acción cívica”) sino Aeroperú, que volaba en el Perú y en el extranjero.

Al fondo hay sitio

El tránsito en las calles y avenidas de Lima es un problema que se ha ido agravando con el tiempo, por múltiples causas. Una de ellas es que aquí la gente hace lo que quiere. Por ejemplo, alguien desea trabajar con su microbús en cualquier falsa empresa (en realidad es un nombre comercial que agrupa a propietarios individuales de microbuses) y se da con el problema de que la municipalidad de Lima no le da licencia; ante eso simplemente se va a Huarochirí o a otra provincia y consigue el permiso. Además, para que la ganancia sea mayor, no contratan choferes profesionales sino choferes con licencia de conducir falsificada, que cobran mucho menos por manejar.

 Algo parecido ocurre con la aviación civil en el Perú: entra el que quiere, y si no es peruano, mejor. Así tenemos a LAN aerolínea chilena que ha convertido al Perú en su centro de operaciones (sin pasar por el Perú es dificilísimo y antieconómico que vayan a los EE. UU. y Europa). No conformes con tener una participación mayoritaria en la actividad aérea, los chilenos quieren asegurarse de que el espionaje1 les salga bien, y por eso todas las veces que pueden imponen pilotos chilenos, incluidos militares.

Es necesario poner orden, no pueden llegar al Perú con solo querer llegar; debe ponerse restricciones, urgentemente; el Perú no es una chacra sin cerco en la que todos pueden transitar pisoteando las plantas. Es urgente regular el uso de nuestro espacio aéreo e infraestructura aeroportuaria, para que sólo lleguen aviones de países no hostiles y de países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Es impostergable dar fin al vergonzoso espectáculo de que aviones chilenos sean los que llevan turistas a Cuzco, Machu Picchu, Arequipa, etc., lo cual entre los extranjeros deja la impresión de que los peruanos somos un pueblo sin dignidad, que premia al Chile asesino y terrorista de la guerra, al Chile usurpador de siempre, permitiéndole traer sus aviones como si aquí no hubiese la capacidad de desarrollar aviación civil, o como si no pudiésemos invitar a aerolíneas de otros países (Canadá, Francia, la CAN, Argentina, Brasil, México, China, Australia, etc.).

Cielos abiertos y LAN

El convenio de cielos abiertos que favorece a Chile tiene defectos insalvables, empezando en su origen corrupto. En teoría, es un acuerdo que da iguales facilidades a aerolíneas peruanas en Chile y a aerolíneas chilenas en el Perú. Podemos señalar lo siguiente:

1) permite trabajar en el Perú a LAN, empresa procedente de Chile, país enemigo del Perú y permanente peligro para la seguridad nacional;

2) es absoluta e inevitablemente inequitativo, puesto que permite a los chilenos volar hacia EE. UU. y Europa, mientras que las aerolíneas peruanas más allá de Chile llegarían a la Antártida (?);

3) da una mala imagen del Perú, que aparece como facilitador del lavado de activos de un país que obtiene beneficios de los territorios que robó a Bolivia y al Perú;

4) hace aparecer al Perú como contrario y traidor a la CAN —formada por Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia— al dar facilidades a un país ajeno2 a la CAN y que busca debilitarla.

En lo referente al punto 4) es evidente que el avance de LAN en el Perú tiene por objeto no sólo adueñarse del espacio aéreo del Perú, sino anular las posibilidades de que Bolivia, Ecuador3 y Colombia pongan a trabajar con éxito sus aerolíneas. Las empresas de aviación civil de países de la CAN sí tienen derechos en el territorio de los cuatro países; por ejemplo, desde 1991 hay cielos abiertos para los cuatro países andinos, pero esto es difícil o imposible de ejecutar con éxito mientras las empresas chilenas de aviación estén metidas en el Perú y en Ecuador.

Si de todas maneras se pudiese ver alguna lógica en un convenio de cielos abiertos Perú-Chile, entonces los aviones peruanos podrían llegar a Chile; y los aviones chilenos, al Perú (no más allá, pero vemos que se van hasta los EE. UU.).

Ollanta Humala no está a favor del Perú

Ya hemos mencionado que los malhechores de la política y de los medios de comunicación exponen razones contra la posible creación de una aerolínea de bandera del Perú, pero al hacerlo evitan mencionar a quien les paga, que es Chile, por lo cual nada dicen de LAN; no se atreven a decir “¡No toquen el dominio de LAN en el Perú!”, aunque eso es lo que se entiende. ¿Ollanta Humala tiene un mensaje distinto en este asunto? Sí, él sí ha mencionado a LAN.

En Aeronoticias del 22 de abril de 2011, refiriéndose a la utilidad de una aerolínea de bandera, informan que Ollanta Humala dijo que serviría para que “el Perú tenga mayor cobertura en el transporte aerocomercial, abaratar los pasajes y romper el monopolio de LAN. El peor enemigo de la libre competencia son los monopolios, públicos o privados, y si miramos la economía nacional vemos que se caracteriza por tener monopolios, duopolios, oligopolios, en todo”.

En estas horrorosas declaraciones, Ollanta Humala llega más lejos que otros. En forma clara aconseja a LAN que no sea tan notoria, y que tenga a bien aceptar competencia para que se legitime la presencia de los chilenos en el Perú. Él da por sentado que LAN es parte del paisaje en el Perú, y que los demás deben acomodarse a las aspiraciones de LAN. ¡Nada de defender los intereses del Perú! ¡El asunto no es “romper” el monopolio de LAN y hacerla decente con la competencia! De lo que se trata es entender que de ninguna manera LAN debe estar en el Perú, con o sin monopolio, porque procede del país enemigo, debilita y golpea la aviación civil del Perú y realiza espionaje.

Chile ha robado territorios a Bolivia y al Perú y encima dice que no le debe nada a nadie. Ayudemos a los chilenos a levantar su orgullo; démosles la oportunidad de que demuestren que su aviación civil puede alcanzar prosperidad sin parasitar a Bolivia, Perú y Ecuador. El ejercicio pleno de la soberanía en nuestro espacio aéreo peruano va a determinar la salida de la aviación civil chilena, lo cual será un excelente inicio de la armonía, ya que los vuelos de Chile a Perú y de Perú a Chile estarán a cargo de empresas de terceros países que no tengan ni un centavo de capitales peruanos o chilenos.

Como militar que es y como peruano que sirve al Perú, no a Chile, Ollanta Humala debe hacer prevalecer la posición geoestratégica del Perú y dejar que Chile resuelva sus problemas sin meterse en nuestra patria. El Perú es el lugar donde cumplen sus sueños de prosperidad los rateros chilenos, explotando y humillando a los peruanos, con la complicidad de políticos vendidos; hagamos que el Perú sea el lugar en que se cumplen los sueños de los peruanos, para lo cual es necesario limpiar la casa y librarla de las cucarachas chilenas.

¿Por qué no podemos imitar a Francia, que tiene una buena aerolínea de bandera, Air France? Debemos seguir experiencias como ésta y no a los coros pagados por Chile, que condenan a la gestión estatal como incapaz tener éxito y que sólo debe ser vista como un nido de mamones. Esperemos que el Presidente de la República deje de escuchar a los asesores que defienden los intereses de Lan y no los del Perú ¿Por qué no es una pésima señal para los inversionistas extranjeros que Francia tenga una buena aerolínea estatal, que no consideran su operación competencia desleal, y por qué sería una pésima señal que el Perú tenga su aerolínea de bandera? Si hay que hacer ajustes en nuestro ordenamiento legal habrá que hacerlos para obrar según los interses del Perú y no los de ciertos grupos económicos extranjeros.

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 1 En mayo de 2006 fue capturado un empleado de LAN fotografiando las instalaciones del Grupo Aéreo N.o 6, de Chiclayo. Después comprobaríamos que esta labor de espiar era mucho más amplia y grave, cuando en 2009 se descubrió que un miembro de la FAP vendía información secreta a Chile para facilitar una invasión al Perú. Leer Lan al servicio del espionaje militar chileno.

2 Chile no es país fundador del Pacto Andino (antecesor de la CAN). De todos modos entró, saboteó lo que pudo y se retiró en 1976. Treinta años después, en 2006, preocupados por los tímidos avances de la CAN, los chilenos piden su reingreso, para sabotear otra vez el proyecto de integración. Actualmente Chile es país “asociado” de la CAN, no tiene condición de integrante pleno.

3 Las empresas ecuatorianas Aerogal, Tame y Vip se quejan de las prácticas predatorias de LAN, que busca minimizar a las empresas de aviación civil del Ecuador (leer en http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/lan-es-acusada-de-practicas-predatorias-344568.html). Haciendo valer los medios de protección de la CAN, Ecuador, Perú y Bolivia deben unir esfuerzos para frenar la maligna hegemonía de LAN, que solo debe ser una empresa para vuelos locales chilenos.