Derrame petrolero de la British Petroleum y el Perú


Estos días, muy lamentables noticias nos vienen del departamento de Huancavelica, en el que las aguas de varios ríos se han contaminado por los relaves (desechos de los trabajos mineros) que por incumplimiento de normas la empresa Caudalosa Chica dejó deslizarse al torrente de los ríos. Otra noticia grave se origina en la selva, donde la negligencia de la empresa Pluspetrol Norte ha causado contaminación en las aguas del río Marañón.  

                                       

En el primer caso, el de Huancavelica, existe el antecedente de que Osinergmin1 meses atrás notificó a la empresa. Como es frecuente, estas notificaciones son letra muerta, son nada más que una formalidad para decir que por allí se hizo algo; pero intencionalmente no se da a Osinergmin la fuerza coactiva que le permita imponer respeto por las normas de cuidado ambiental. Por otro lado, no debemos olvidar que el gobierno del partido aprista de Alan García está seriamente empeñado en la destrucción física del Perú2.

Acá en el Perú hay muy poca intención de actuar previsoramente y con energía para evitar daños al medio ambiente y a la población. Los sobornos y aceitadas están a la orden del día para que los funcionarios estatales hagan la vista gorda y dejen pasar toda clase de violaciones de seguridad y protección del medio ambiente.

Derrame en el Golfo de México

Con el propósito de disminuir su dependencia del petróleo que le llega del Medio Oriente o de Venezuela, el gobierno de los EE. UU. dio todas las facilidades para que diversas empresas petroleras realizaran prospección y explotación petrolera en el mar. La explotación de petróleo o gas en el mar se realiza desde plataformas en las que está todo lo necesario: máquina perforadora, torre metálica, bombas, camarotes para el personal, plataforma para aterrizaje de helicópteros, etc.



Una de las empresas que fue a las aguas territoriales de los EE. UU. es la poderosa British Petroleum (BP). Las fases de exploración y de explotación se realizaron con aparente normalidad y respetando las normas del gobierno de los EE. UU. para este tipo de actividades. Sin embargo, el 20 de abril de este año se produjo una explosión e incendio en una de las plataformas de la BP, en la que murieron once personas. Lo más grave de todo es que desde esa fecha y hasta el día de hoy, no se ha podido detener la fuga de petróleo, que ha contaminado las aguas mar adentro y ya ha llegado a las playas, con el consiguiente perjuicio de pescadores, acuicultores, hoteleros, etc.

¿Qué ha pasado allí?

Hay una serie de factores que confluyeron para que ocurriera el accidente y la subsiguiente catástrofe ecológica, de dimensiones nunca antes vistas. Este asunto nos interesa mucho, porque con la mayor facilidad, el gobierno de Alan García ha lotizado el mar, tal como lo ha hecho con el territorio de tierra firme. Y si tenemos en cuenta que justamente en el sector de petróleo y gas es donde se presenta la mayor corrupción (está fresco el recuerdo de los faenones de Alberto Químper y Rómulo León actuando concertadamente con corruptos funcionarios del sector), para nosotros es muy necesario tener una idea de lo que ha pasado con el derrame en el Golfo de México y lo que podría ocurrir acá.

Legislación

Toda actividad está sujeta a un conjunto de leyes o normas legales y técnicas que regulan el correcto desarrollo de actividades, como la extracción de petróleo o gas. En el caso particular de la BP, no ha violado ninguna norma de los EE. UU., pero se desentendió de una norma de su país de origen (el Reino Unido) que hace 20 años se emitió a resultas de un derrame petrolero ocurrido en el mar, la cual impone una serie de condiciones, requisitos técnicos y medidas de seguridad tendentes a evitar lo que ha pasado ahora. Pues bien, resulta que la BP cumple dichas normas cuando trabaja en el mar de su país, pero “se olvida” de ellas cuando va a explotar petróleo o gas en otros lugares.

Aspectos técnicos

En cada lugar el lecho marino y la plataforma marina presentan características diferentes. Antes de extraer el petróleo o gas, las empresas interesadas realizan estudios que básicamente son de tres tipos: a) prospección sísmica, que consiste en detonar cargas explosivas y observar cómo se propagan las ondas sísmicas, lo cual, sometido a cuidadosas mediciones con aparatos especiales, da idea de cómo es la corteza terrestre en ese lugar, si todo es sólido o hay cavidades, etc.; b) exploración con aparatos especiales de sonar, lo cual junto con lo señalado en el punto a) proporciona una cartografía confiable, en extensión y profundidad, del lugar que se desea explotar; c) obtención de muestras de suelo, mediante la perforación de pozos exploratorios, lo que permite identificar con exactitud la clase de rocas que hay en el lugar y la consecuente consistencia del suelo.


Estos son, grosso modo, los procedimientos que permiten saber si hay o no petróleo o gas bajo el lecho marino. Tal como están las cosas, la empresa petrolera efectúa estos estudios exploratorios en los lotes asignados por el estado, y si el conjunto de la información obtenida indica que en esos lugares hay gas o petróleo, pasa a realizar las perforaciones del caso. Y justamente es éste el momento más crítico, no para la empresa sino para el estado, la población y el medio ambiente.

Las empresas explotadoras de gas y petróleo tienden, como es previsible, a buscar los medios más económicos para lograr sus objetivos. Si los estudios exploratorios realizados le dicen a la compañía que en tal lugar deben perforar 800 metros de roca para encontrar gas o petróleo, y en otro lugar bastará con perforar 300 metros de roca, lo más seguro es que opten por perforar donde la capa de roca es menos gruesa (en este caso, pondrán su plataforma de perforación donde sólo hay 300 metros).

De nuevo con la BP


La información que actualmente se puede obtener sobre el desastroso derrame petrolero del Golfo de México es incompleta y en muchos casos reservada. Desde hace días, el público y los periodistas, bajo pena de fuertes multas y cárcel, tienen prohibido acercarse al lugar del accidente. Partiendo de que la BP no quiso cumplir las reglas a que está obligada en el Reino Unido, es muy pertinente pensar que eligieron perforar donde el lecho de roca era menos grueso, o donde la roca era menos dura y compacta (roca porosa, idealmente para ellos); de esa manera los pozos se completaban en menor tiempo y gastando menos material (la costosa cabeza del taladro tiene partes diamantadas y de aleaciones especiales).

La dificultad que tiene la BP para contener el volcán de petróleo y el que no haya aceptado ayuda de otros países posiblemente se explique por el hecho de que han perforado en roca no dura, y entonces la BP evita que el mundo se entere de esto. La indicación más clara de que las cosas son así, es que han dejado de lado los métodos de los científicos y geólogos rusos que tienen experiencia en contener derrames petroleros mediante explosiones atómicas controladas, que despiden dosis mínimas de radiación.


¿Por qué los rusos emplearon con éxito explosiones nucleares y los ingleses y estadounidenses no lo hacen, si es una técnica probada? Por una razón, entre otras. Cuando ocurrieron estos problemas de roturas por debajo del suelo —no en la superficie del lecho marino—, los rusos, en dirección al pozo siniestrado pero a cierta distancia, perforaban un pozo en el cual ponían una carga nuclear, producían la detonación y el pozo averiado quedaba sellado. Pero podían hacer esto porque el pozo con la avería había sido perforado en una zona de roca dura. Este método ruso no sólo no daría resultados sino podría ser contraproducente si se aplica en un lugar de roca más o menos porosa. Esto es tan delicado que hay algunos lugares en que el petróleo sale espontáneamente en pocas cantidades a la superficie, sin que haya habido ninguna intervención humana.

Ahora de regreso al Perú

Ya informados de lo que ocurre en otras partes del mundo, debemos ver cuál es nuestra situación en lo concerniente a la explotación de petróleo y gas en el mar peruano. Nuestro mar es riquísimo, y de él extraemos peces y otras especies para la alimentación humana o para transformar en harina de pescado. Todo esto se iría al tacho, lo perderíamos, si no tomamos a tiempo las medidas necesarias.

Es urgente adecuar la legislación ante estos nuevos peligros. Por ejemplo, no bastará que una empresa nos informe que habiendo realizado los estudios correspondientes ya está lista para perforar los pozos de extracción; sería fatal darle la autorización sin antes evaluar y analizar la información que obtuvieron en las fases de prospección y exploración. Lo pertinente es que la elección de los lugares de perforación sea aprobada por equipos de geólogos e ingenieros del estado, para evitar que la empresa perfore donde le es más fácil y económico, pero que podría ser peligrosísimo para los peruanos. No entender esto nos traería catástrofes tan graves como la que se desarrolla en el Golfo de Méxíco y que comprometerían nuestro desarrollo.
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1 Siglas de “Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería”, entidad estatal encargada de supervisar la actividad de producción minera y de energía eléctrica.

2 Leer La segunda destrucción aprista del Perú