Revisemos los contratos de Camisea


Por Abel Cruz Gutiérrez (*)

 
He guardado silencio en estos  meses, luego de haber escrito aquellas reflexiones de cómo nuestro país puede convertirse en un país dependiente de otros al haber vendido todas sus riquezas naturales, como los hidrocarburos de  camisea,  sus centros mineros, petroleros etc.  Un oportuno viaje al interior del distrito de Echarate me permitió  ver más de cerca todo el problema que guarda y sus maravillas, así como el  gas Camisea, en sus lotes. 56 - 57 - 58 y 88.


He visitado el santuario de Megantoni, el Urusaywa, 7 Tinajas, entre otras maravillas naturales, que guarda prístino y sabiamente.

Ahora  me encuentro en la ciudad de Lima para ver algunos temas. Con el cumplimiento de los objetivos del milenio, puedo escribir o reflexionar ante un nuevo panorama, porque gracias a Dios el país tiene aún una oportunidad de volver a la sensatez, es decir, de reencontrar el rumbo perdido.

Pero, lamentablemente, en el Congreso se juega a grandes lobbies, y por ello se ha encarpetado la revisión del contrato del gas de Camisea, y podemos decir cómo el pueblo puede hacer respetar sus derechos, al haber presionado para que esos decretos legislativos 1015 y 1073, que lesionaban los derechos  pactos y convenios. Me parece que éste es el camino para hacer retroceder a aquellos lobbies quienes juegan en pared con las grandes mineras por unos centavos.

Genera enormes sospechas tal suspensión  de la revisión, medida adoptada por el Congreso, sobre todo, teniendo en cuenta que dentro de pocos años nuestro país será importador de gas.  Si a esto se suma la negativa de reglamentar la ley de privilegios mineros, la famosa estabilidad jurídica, todo se vuelve aún más preocupante cuando se dice que nuestras reservas pueden ser terminadas, en  pocos años,  porque nadie controla los saqueos a nuestras riquezas naturales.

Según nuestros  informantes, el distrito de Echarate se ha declarado en estado de emergencia para tapar algunas reacciones de los hermanos nativos y campesinos, porque el otro tema es que dentro del distrito no se pueden hacer obras, porque hay obstáculos de la burocracias centralistas, como los ministerios. Por ejemplo, se requiere la reconstrucción y equipamiento de las postas médicas, pero el ministerio de Salud tiene que autorizar. Por estos artilugios burocráticos ni el gobierno de turno hace obras, sabe que el distrito tiene  mucho dinero.

Más allá del tema puntual de Camisea y las mineras, todas las fuentes consultadas coinciden en asegurar que el gran negocio del momento es hacer lobby, hay muchas formas de hacerlo, una de ellas es a través del periodismo, o el silencio admite que uno de los métodos más originales es  traficando periodismo de investigación, el hombre de prensa tiene la posibilidad de chantajear con la información brindada, más allá de que pueda beneficiar o perjudicar a una empresa determinada. Se entiende esto al ver cómo el periodismo no se involucra en este tipo de temas que son de innegable interés nacional y público y prefiere privilegiar situaciones de dudoso valor, ¿quién habla ahora del tema Camisea o de sus impactos ambientales, de la muerte de los hermanos nativos? Sabemos que dentro del distrito estamos en extrema pobreza, las comunidades nativas y campesinas en inanición permanente.

Los empresarios, los políticos, se pronuncian tibiamente. Lo hacen con el oportunismo electorero que los caracteriza. En el Perú no impera el derecho a la vida, sino, a sobrevivir. Los peruanos excluidos no tenemos quién nos defienda y represente. Los politicastros son la oligarquía oligofrénica que quiere estar en el poder para mantener sus privilegios, sueldos viajes de placer, ministerios, etc.

Los pobladores del distrito  de Echarate demandamos que el estado renegocie el contrato con la empresa que explota el gas de Camisea (Plus petrol, Petrobrás). No esperemos que  haya otras  rupturas para entender los gravísimos problemas que tienen. Además, no es posible tanto daño a la ecología y el medio ambiente. Porque no entendemos cómo es que siendo productores, dueños, del gas, éste cueste más que en los países que no lo producen, estamos hartos, de argumentos, tecnocraticos y artilugios económicos que siempre están en contra de los intereses populares.  Hoy el mundo transita por la sociedad del conocimiento y de la información, los peruanos tenemos que afrontar ese reto y debemos buscar soluciones pragmáticas a nuestros problemas.
 
 (*) Presidente del Movimiento Peruanos Sin Agua.
 
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