Respuesta a Petro-Tech

Por: Humberto Campodónico


El 28 de enero, la funcionaria de Petro-Tech Rosie Santa Gadea me dirige una carta en la cual señala que “no podemos admitir que, sin mayor sustento, señale que Petro-Tech haya tenido una conducta ‘plagada de irregularidades’ porque eso es absolutamente falso” (La República, 30/1/09).


Veamos. Existen cuatro informes de Contraloría sobre Petro-Tech, ampliamente reseñados por el Informe en Minoría de la Comisión Discover Aquí no es posible exponerlo todo y nos limitaremos a lo esencial. Los lectores pueden “bajarlo” en www.congreso.gob.pe (páginas 188 a 198).

Primero. La empresa que ganó la buena pro por el Lote Z-2B en febrero de 1993 fue Petrotech Internacional, pero quien firmó el contrato en abril fue su recién formada filial Petro-Tech Peruana. Para Petro-Tech, una empresa peruana no debía pagar el impuesto a las remesas al exterior (10%), mientras que para Perupetro sí.

Se instala así un largo litigio. En 1997, Petro-Tech pagó a Perupetro US$ 2.73 millones por los años 1994 a 1997. Pero después no hizo pago alguno. En el 2000, cuando Perupetro había decidido iniciar una acción judicial, se cambia a su Presidente, Juan Assereto, y se nombra al funcionario de Petro-Tech Rodolfo Samaniego. Este deroga los acuerdos de Assereto y decide ir a un arbitraje que, finalmente, fue ganado por Petro-Tech. Por ello, Perupetro tuvo que devolverle a Petro-Tech US$ 3.72 millones.

Dice el Informe Discover, apoyándose en la Contraloría, que el Laudo estuvo desvirtuado por la direccionalidad impuesta por el Ing. Samaniego.

Segundo. Petro-Tech produce también gas natural, por lo cual paga regalías. El gas natural lleva dentro líquidos (diesel, GLP) que al ser separados del gas son una importante fuente de ingresos. Sucede que Petro-Tech separaba los líquidos y los vendía a una filial. Pero no pagaba regalías sobre ellos. Increíble. Es como si Camisea no pagara regalías sobre los líquidos, que son su ingreso más importante.

Por eso, en el 2008, Perupetro le comunicó a Petro-Tech que la venta de gas que realizaba a su afiliada, Procesadora de Gas Pariñas, era una trangresión al contrato y que debía pagar lo adeudado. El 15 de octubre (después del escándalo de los petroaudios), Petro-Tech pagó a Perupetro US$ 16.27 millones.

Tercero. Como parte de su contrato, Petro-Tech debía pagar el Impuesto al Patrimonio Empresarial (IPE, que estaba vigente en 1993). Pero desde el 2001, Petro-Tech consideró que las inversiones que realizaba en sus filiales no se debían considerar (con lo cual sus pagos disminuyen). Perupetro decía que sí. Conminada por Perupetro, Petro-Tech pagó “bajo protesto” US$ 15 millones en abril del 2008 por los años 2002 al 2006 y en junio, también “bajo protesto”, la suma de US$ 7.2 millones, por el 2007.

Se nos quedan varios hechos más en el tintero, pero basta con lo dicho para reiterar que sí hubo irregularidades. ¿O qué significa poner a su funcionario como Presidente de Perupetro para que esta entidad le devuelva impuestos (ya cobrados) a Petro-Tech?
Para terminar, dice la Dra. Santa Gadea que “tampoco podemos admitir que se haga eco de la campaña difamatoria en la que participan un par de medios de comunicación que, sin mostrar indicio alguno, nos han señalado como financistas del espionaje telefónico, lo que también es absolutamente falso”. Parece que a Santa Gadea le cuesta admitir opiniones distintas de la suya.

Agrego que “no me hago eco” de nada ni de nadie porque pienso con mi cabeza y me parece que hay suficientes indicios para pensar que Petro-Tech estaba interesada en que Daniel Saba salga de Perupetro.

Dicho esto, lo que señala Caretas son más que indicios: “Rómulo León aseguró a la Dirandro que Business Track trabaja para Petro-Tech desde el 2006 y está confirmado que estuvieron inmersos en interferencias telefónicas que fueron confirmadas por la Dra. Rosie Santa Gadea, adjunta a la Presidencia de Petro-Tech” (23/01/2009). Los funcionarios de Petro-Tech deben estar, ya, poniendo las barbas en remojo.

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