Una minoría agresiva en Europa, los países del mar Báltico, sigue criticando el Nord Stream 2, denunció este miércoles el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
 
 

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"No tengo dudas de que continúan los intentos de atacar ese gasoducto. Se opone a él activamente una minoría, pero es una minoría agresiva, principalmente los Estados del Báltico, Polonia, y algunos países más de la Unión Europea que simplemente se dejan llevar por motivos antirrusos", dijo el titular ruso en una rueda de prensa.
 
Lavrov advirtió que Kiev está tratando además de crear histeria en torno al gasoducto, que utiliza como pretexto para obtener algo de los países occidentales.
 
"Eso se ha convertido en un hábito, en un ritual que permite mendigarle algo a Occidente. Aquí está el Nord Stream: ¡deténganlo! Y si no lo pueden parar, entonces dennos dinero como compensación (...), y permitan que entremos en la OTAN, en la Unión Europea, hace mucho tiempo que estamos listos. Mendigan y mendigan", recalcó el jefe de la diplomacia rusa.
 
El canciller instó a Ucrania a "tener algo de dignidad", ya que el pueblo de ese país "merece ser un inventor, y no un pordiosero que siempre anda con la mano extendida".
 
Lavrov anunció que el gasoducto ya está listo, pero se necesitan unos cuatro meses para "obtener los permisos necesarios del regulador alemán", lo que podría significar que empiece a funcionar a principios de 2022.
 
El Nord Stream 2 es un proyecto conjunto de la compañía energética rusa Gazprom y cinco socios europeos: Royal Dutch Shell, OMV, Engie, Uniper y Wintershall.
 
Por este gasoducto, que consta de dos ramales, se planea transportar por el mar Báltico, desde Rusia a Alemania, hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año. 
 
 
Con información de Sputnik