La mayor empresa de energía de Alemania, E.ON, anunció este miércoles que detuvo la compra de gas al consorcio energético ruso Gazprom por la situación en torno a Ucrania.

 

planta gazprom

 

"Una pequeña cantidad de gas natural que está en nuestra cartera fue comprada a las compañías comerciales de Gazprom en Europa. En relación a la guerra en Ucrania, hemos dejado de comprar nuevos volúmenes de gas a estas empresas", dice el comunicado.

A su vez, el director ejecutivo de E.ON, Leonhard Birnbaum, pronosticó durante una rueda de prensa que sin el gas de Rusia, será imposible evitar dificultades en el suministro de energía a Alemania el próximo invierno.

"No podremos satisfacer (...) la demanda para fines industriales y de calefacción por completo, lo que significa que debemos tener en cuenta el hecho de que al menos el próximo invierno tendríamos que hablar de apagones", dijo Birnbaum.

El jefe de E.ON recordó que el invierno de 2021-2022 "por suerte, fue cálido" y pronosticó una posible subida de precios sobre el gas.

Por otro lado, Birnbaum destacó que la construcción de la planta regasificadora para convertir el gas licuado de Estados Unidos en natural, podría terminar a finales de 2023, así que en unos dos o tres años Alemania podría lograr independizarse del gas ruso.

"Si hablamos de una perspectiva a corto plazo, serán unos dos o tres años. En este momento hay informes de que podríamos recibir la terminal de gas licuado para finales del próximo año. Sería un récord alemán", destacó.

Sin embargo, resaltó, "la salida de Nord Stream no se debate en absoluto en este momento".

La Unión Europea, junto con numerosos países, empezó a imponer sanciones contra Rusia después de que el presidente ruso reconociera el 21 de febrero las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk como Estados soberanos y tres días más tarde lanzara una "operación militar especial" en Ucrania, alegando que ambas repúblicas solicitaron ayuda frente a la agresión de Kiev.

En un caso sin precedentes, las restricciones individuales se extendieron al mandatario ruso, Vladímir Putin, y el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Las sanciones sectoriales, con el objetivo de infligirle a la economía de Rusia el mayor daño posible, incluyen la desconexión parcial del país del sistema SWIFT, la paralización de las reservas internacionales de su Banco Central y el cierre del espacio aéreo para las aerolíneas rusas.

 

Con información de Sputnik