Jorge Manco Zaconetti
QUIEN DOMINA EL PETRÓLEO ÁRABE CONTROLA EL MUNDO, afirman los halcones de Estados Unidos de Norteamérica (USA), pues en el mundo musulmán desde Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes, Irán, Kuwait, Catar entre los principales países productores, se concentra más del 36 % de la producción mundial de petróleo crudo tomando en consideración el 2022, según la Revista de Energía Mundial. Es más, las mayores reservas de crudo están debajo de los desiertos, donde curiosamente operan diversas empresas estatales.
Ello explica el despliegue de las fuerzas armadas de los USA en las costas del Mediterráneo frente a Israel, para preservar sus intereses estratégicos, pues la sobrevivencia de los países occidentales, por más diversificación de las fuentes energéticas, éstos siguen dependiendo del petróleo y derivados. Es más, el crudo seguirá siendo la columna vertebral de la matriz energética para los próximos cincuenta años a pesar de las políticas ambientalistas.
Esta producción del Oriente Medio era de casi de 30 millones de barriles diarios, y el principal productor regional era Arabia Saudita fiel aliado de USA con 10.5 millones de barriles diarios. Este país consume 3.8 millones de barriles diarios (MMBDC) y el resto lo exporta a los Estados Unidos y Europa, por ello la importancia que tiene para el mundo occidental el petróleo árabe.
El mayor protagonismo que pueda tener Irán, la antigua Persia, en el conflicto entre Israel y el movimiento terrorista Hamas al cual se suma el otro movimiento armado Hezbolá que está atacando al estado judío desde el Líbano, todo con financiamiento iraní no hace más profundizar la crisis política y agudizar la agresión militar hacia el pueblo palestino en la franja de Gaza. La extensión y ocupación física de la franja de Gaza de parte del ejército israelí obligaría a una respuesta conjunta de los países árabes contra Israel empezando por el embargo petrolero a dicho país. ¡Todo esto dispararía el precio del crudo por las nubes!
Curiosamente el primer país productor mundial de crudo para el 2022 era los Estados Unidos con una producción de 11.8 MMBDC, gracias a la explotación de reservorios no convencionales y el “fracking”; pero los gringos son grandes consumistas de energía y dicha producción interna no resulta suficiente, pues consumen un promedio de 20.3 millones de barriles diarios.
Resulta evidente que la diferencia se satisface con importaciones preferentemente de los países árabes, algo de México y casi nada de Venezuela.
VENEZUELA EN CRISIS
Es más, en el período del chavismo Venezuela ha disminuido drásticamente su producción a un poco más de 684 mil barriles diarios, lejos de los 3 millones por día que producía antes del chavismo.
Esta crisis explica la crisis del estado populista que vendía el discurso bolivariano para el conjunto de América Latina.
Con la crisis de PDVSA, su petrolera estatal, se terminó la bonanza en dicho país que reproduce la tesis de la “maldición de los recursos naturales”, donde el 95 % de los ingresos de exportación dependía de los hidrocarburos, donde la riqueza se licua en medio de la corrupción y el populismo irresponsable.
Ello explica la crisis y la pobreza galopante del “país llanero” que antes dependía de la riqueza petrolera que en algún momento convirtió a su petrolera estatal PDVSA en la quinta productora a nivel mundial. Ahora produce un poco más de 684 mil barriles, siendo superada, por la producción de Colombia que liderada por la estatal Ecopetrol, está produciendo más de 754 mil barriles diarios, convirtiéndose en el tercer productor a nivel de América Latina, después de Brasil (3 MMBDC) y México (1.8 MMBDC).
Sin embargo, el Congreso Norteamericano y el propio Joe Biden han reconocido la importancia que podría significar la presencia de mayores volúmenes de petróleo y gas de Venezuela, a pesar de la dictadura de Maduro, pues es más importante contar con el petróleo venezolano, al margen de los principios democráticos. ¡Cinismo y pragmatismo gringo!
Es más, se debe reconocer el potencial de Venezuela con más de 100 mil millones de barriles de reservas probadas, sobre todo de petróleo pesado, por ello el gobierno norteamericano ha dispuesto la semana pasada levantar las sanciones y prohibiciones para comprar petróleo venezolano.
Se debe tener presente que PDVSA tiene por medio de filiales operaciones de explotación y refinación en los propios Estados Unidos, más cadenas de estaciones de servicios para la venta de combustibles, más refinerías en Europa. Así, es de esperar un levantamiento y recuperación de la producción de petróleo y gas en el país llanero.
El segundo productor de petróleo a escala mundial es la Federación Rusa, que produce 10.6 millones de barriles diarios, de los cuales consume 3.6 millones de barriles por día, tienen un margen importante de 7 millones diarios para exportar a terceros países que antes de la guerra a Ucrania se exportaban a Alemania, Suecia, Polonia, Francia entre otros.
Es más, en razón de las sanciones y acuerdos de los países occidentales en especial de Alemania, Polonia, Francia de no comprar crudo ruso como castigo y sanción por la agresión a Ucrania, los rusos de Putin han encontrado nuevos mercados para el petróleo y el gas natural en China y Rusia que se alimentan de los hidrocarburos rusos a pesar de que se han incrementado fuertemente en sus precios.
En este juego la China Popular, la segunda potencia a nivel económico, que produce 4,4 millones de barriles diarios con el liderazgo de la empresa estatal CNPC necesita del petróleo importado para satisfacer sus necesidades industriales, militares y de consumo para una población de más de 1,400 millones de habitantes. El gigante chino consume 14.4 millones de barriles diarios y solamente produce 4.4 millones, por ello la diferencia se salda con la compra del crudo proveniente de la Federación Rusa, incluso a mejores precios.
Entre China Popular y la Federación Rusa los identifica la vigencia de instituciones políticas y económicas extractivistas, donde una minoría, elite, clase privilegiada se beneficia de la mayor riqueza que se genera; pero desde el punto político existe una comunidad de intereses políticos entre China y Rusia el cual se potencia frente al enfrentamiento con la potencia decadente de los Estados Unidos, el cual ha demandado de variadas formas la no intervención de ambos países en los problemas del Oriente Medio.
Lo cierto es que en la geopolítica del petróleo a nivel mundial un país pequeño como el Perú pero altamente dependiente de las importaciones del petróleo y derivados, debe fortalecer a la petrolera estatal PetroPerú con la integración vertical, y sobre todo apostar por la masificación del gas natural para depender lo menos posible de los precios de los hidrocarburos importados. ¡Un fuerte incremento del precio del petróleo profundizaría la recesión y alimentaría las presiones inflacionarias de los productos importados en medio de una mayor pobreza de la población!
Diario Uno, 04.11.2023
