Hay que anular la renegociación ilegal


Por Humberto Campodónico


El jueves pasado El Comercio tituló: “Garantizan gas para consumo interno por 20 años”. Se hacía mención a una carta de Perupetro al consorcio Camisea que dice que las reservas para el mercado interno no son los 4.63 TCF del informe de Gaffney Cline sino los 6.63 TCF que constan en el contrato del 2005. Por tanto, se habría logrado “garantizar el consumo interno por 20 años”.


Si bien es entendible la satisfacción por el aumento, hay un error gravísimo en el razonamiento: todo el marco de la “negociación” se sigue rigiendo por la Ley 28552 de junio del 2005, que elimina el concepto de abastecimiento del mercado interno por un “horizonte permanente de 20 años” establecidos por la Ley 27133 de 1999 y el DS-040-99 EM (vigentes a la firma el Contrato del Lote 88).

Es invocando esa Ley que el gobierno de Toledo emite en noviembre el DS-050-2005-EM autorizando a Perupetro a renegociar el Lote 88 para que se exporten sus reservas probadas. Esto se hace porque ahora solo se tiene que garantizar el abastecimiento interno por 20 años. Si rigiera el “horizonte permanente” (que obliga a actualizar cada año dicho horizonte), queda automáticamente prohibida la exportación.

El propio presidente García dijo el 28 de julio que “constituye un delito cambiar las leyes con normas de menor jerarquía sacrificando y entregando el mercado nacional”, en otras palabras, que el DS-050-2005-EM no puede modificar el ordenamiento de 1999, aun si se ha dado la Ley 28552 en el 2005, porque las leyes no son retroactivas.

Por tanto, corresponde anular la renegociación del Lote 88 del 2005 y volver al contrato del 2000, es decir, regresar al “horizonte permanente”. Así, el 100% de las reservas del Lote 88, actuales y futuras, serán para el mercado interno.

Si esto no se hace, caemos en el absurdo de la “negociación” actual: se consiguen 150 millones de pies cúbicos diarios por aquí; se promulga un decreto supremo que “garantiza” gas para el sur andino; Perupetro dice que las reservas del Lote 88 para el mercado interno son “un poquito más” de lo que eran antes, etc.

Eso no resuelve los problemas: el consumo del Perú va a ser de 6 TCF del 2005 al 2025, lo que estaría cubierto con lo que “se ha conseguido” hasta hoy. Pero del 2026 al 2046 el consumo será 10 TCF adicionales, lo que hay que garantizar para asegurar la competitividad del país con las reservas actuales y (ojo) futuras del Lote 88. ¿Vamos a cambiar toda nuestra matriz energética solo por 20 años?

Esa garantía la da la derogatoria de la Ley 28552 y la anulación de la renegociación del Lote 88 del 2005. Esto corresponde, además, porque el gas del Lote 88 fue un regalo de Dios que nos dejó la Shell, lo que permite precios regulados para el mercado interno.

Es increíble, verdaderamente increíble, que los cambios legales hayan permitido que se roben (no hay otra palabra) nuestro gas para exportarlo a terceros a un precio incluso menor al del mercado interno (este problema de los bajos precios y las regalías también debe resolverse).

Pero primero es lo primero y eso es recuperar el 100% de las reservas del Lote 88. La interpelación de hoy al ministro de Energía debiera cuestionar que la “negociación” siga enmarcada en la Ley 28552 y en el respeto a la ilegal renegociación del Lote 88 del 2005. Pero, por lo que hemos visto, las preguntas de la interpelación, aunque pudieran estar bien intencionadas, están en otro carril y caen en el juego del parche cortoplacista.

Es hora de rectificar. La carta de Perupetro del 10 de agosto y la carta de respuesta del consorcio Camisea del 29 de setiembre admiten la legalidad de la exportación del Lote 88, “asegurando” el mercado interno por solo 20 años. Hay que acabar con el negociado entreguista. Está en juego la viabilidad energética de nuestro país, lo que pasa por recuperar la soberanía sobre nuestros recursos naturales.

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