Historia, madre y maestra
Documento N.o 135*

Proclamación de Cáceres en Ayacucho como Director Supremo del Perú
plaza huamanga


Acta

En la ciudad de Ayacucho, a los doce días del mes de junio de mil novecientos ochenta y cuatro, los ciudadanos que suscriben, congregados en la casa consistorial bajo la presidencia del alcalde del honorable concejo, don Pedro José Ruiz, con el objeto de deliberar sobre los medios que deben adoptarse para salvar a la república de la crisis por la que atraviesa, después de las violentas convulsiones sociales y políticas que ha sufrido durante un largo espacio de tiempo.

 

Considerando:

1) Que la dictadura entronizada en diciembre de 1879, ha perturbado profundamente el régimen constitucional, cuyo restablecimiento es la más vehemente aspiración de los pueblos.
2) Que para satisfacer tan imperiosa necesidad es indispensable ante todo crear un gobierno provisorio, que ejerciendo la suma del poder público, opere las reformas radicales que demanda la situación del país y prepare el advenimiento del imperio constitucional.
3) Que la gran obra de la reconstitución, para no ser un ideal quimérico que burle en lo futuro las esperanzas del país, debe descansar sobre las virtudes cívicas comprobadas del ciudadano a cuyo celo y pericia habrán de encomendar los pueblos en ejercicio de su soberana voluntad, el timón del estado.
4) Que el ilustre general don Andrés Avelino Cáceres, aparte de sus honrosos antecedentes, que le señalan un lugar distinguido en la escala de los leales servidores de la república, merece bien de la patria y ha contraído títulos sobrados a la gratitud y confianza nacional, no sólo por sus heroicos sacrificios en los campos de batalla, donde derramó su sangre y sostuvo con inquebrantable valor y firmeza, a pesar de los desastres de la guerra, la honra del pabellón y el lustre de las armas peruanas; no sólo por su patriótica perseverancia a través de una lucha de cinco años, en la cual supo mantener siempre en pie el estandarte de la resistencia, sino también por sus dotes administrativas, puestas a dura prueba en el desempeño de los negocios públicos que corren a su cargo.
5) Que el gobierno del traidor de Iglesias, impuesto por la brutal tiranía de las bayonetas chilenas, no tiene apoyo ni consistencia en la opinión pública, que lo rechaza y lo maldice por su ignominiosa complicidad con el enemigo encarnizado de la patria.

Acordaron:

Primero.- Proclamar, como en efecto proclaman, al benemérito general don Andrés Avelino Cáceres, director supremo del Perú, confiriéndole facultades amplias para regir los destinos de la nación durante el período que sea indispensable al restablecimiento del imperio de las instituciones y la era constitucional, con cargo de dar cuenta de sus actos a un congreso constituyente, que convocará luego que se consoliden el orden y la tranquilidad pública.

Segundo.- Elevar original la presente acta a su conocimiento por conducto de la alcaldía del honorable concejo provincial, en cuyo archivo quedará el duplicado.

Pedro José Ruiz, alcalde municipal.- Octavio Cabrera, síndico.- Cosme Damián Núñez, síndico.- Carlos A. Cárdenas, vocal de la corte superior.- Blas Huguert, id,.- Pedro Castilla, id.- Marcelino Cleto Sáenz, fiscal.- siguen las firmas.

E.C. Lima, jueves 19 de junio de 1884.

*Campaña de La Breña. Colección de Documentos Inéditos: 1881-1884.
Luis Guzmán Palomino, Lima 1990