jorge basadreEl auténtico amor al Perú, el verdadero amor al Perú, es el amor a la masa, a la nación, al pueblo peruano…

Escribe: Jorge Basadre 

Jorge Basadre

 

 Respuesta al Cuestionario No. 4 del Seminario de Cultura Peruana

 

La Sierra, Lima, año III, No. 29, pp. 53-55 y 60

Señor don Jorge E. Núñez Valdivia

Mi muy estimado amigo:

Me ha sido muy grato recibir la serie de cuestionarios que ha dirigido el Seminario de Cultura Peruana, y agradezco vivamente la atención que dicho envío implica. En el Perú, donde no se conoce bien la realidad social y económica sobre la cual basan los políticos su acción y los teorizantes sus ideas, esa obra de recopilación y definición tiene que ser muy útil. Idéntica utilidad, aunque en distinto sentido, ha de traer la parte de los cuestionarios referente a las ideas y concepciones sobre el desenvolvimiento futuro de la vida nacional; hay la tendencia aquí a no opinar sobre nuestros problemas; aún gentes que tienen prominente situación política, social, intelectual, suelen evadir esas cosas. Todo peruano consciente, sin embargo, tiene el deber, –sobre todo en estos tiempos preñados de virtualidades–, de definirse a este respecto; y no se alegue que se trata de cuestiones trascendentales y graves y, por ende, difíciles de precisar, porque su misma vastedad, su mismo ligamen con los intereses de todos y de cada uno en particular, hacen perentorio el deber de opinar.

En lo que a mí respecta, sin pretensiones de apóstol incompatibles con el sentido que tengo de la vida, sencilla y francamente, voy a permitirme dar rápidamente respuesta al Cuestionario No. 4, único al que se acerca el género de mis estudios y la circunstancia de mi posición de habitante, –ojalá transitorio– de esta capital. Me permito referirme para relievar la continuidad de mi actitud, a los artículos por mí publicados: Nacionalismo en El Tiempo de Lima, de 14 de junio de 1925, Topografía Social en La Sierra No. 3, Esquema para un ensayo sobre nacionalismo social enRevista de Ciencias Sociales y Jurídicas No. 3, Advenimiento de la emoción social en el libro Equivocaciones,Agrarismo, peruanidad, unidad en La Sierra Nos. 22, 23, 24 y 25; así como párrafos del último tomo del libro La Iniciación de la República próximo a publicarse y de La multitud, la ciudad y el campo en la Historia del Perú, versión completa y anotada del discurso de apertura de la Universidad Nacional de San Marcos en 1929, también próximo a publicarse.

La índole del Cuestionario No. 4 gira, en síntesis, alrededor de esta pregunta: ¿Es posible el establecimiento del socialismo en la costa y en la sierra? ¿Si no es posible, cuál sería la situación económica del país? Esto, como inquisición inicial.

Somos muchos los que creemos en las posibilidades futuras de la implantación del socialismo en el mundo, pero no por eso consideramos que va a haber un inmediato cambio de decorado y de misce en scéne en la escena contemporánea. El socialismo parece más del futuro que del mañana. No sabemos cuándo terminará el proceso de estabilización capitalista que ha seguido a las incertidumbres y peligros de la postguerra. La marea revolucionaria que tan temible fue para la burguesía europea, –sobre todo en Italia, Alemania y Hungría–, hasta 1922, más o menos, está hoy en su reflujo: sólo una guerra, –que no se vislumbra por ahora–, precipitaría su retorno. La civilización actual tiene síntomas y gérmenes de decadencia; pero también ostenta muestras de apogeo y Estados Unidos aún ni siquiera ha alcanzado el cénit de su potencialidad. Uno de los teóricos más optimistas y autorizados del comunismo, Trotsky, ha anunciado el proceso de los próximos años en la siguiente forma: el capitalismo americano acosando cada vez más a Europa, la empujará por el camino de la revolución.

La revolución victoriosa en Europa y también en Asia, donde el desarrollo capitalista coincide con un creciente movimiento nacional revolucionario, inaugurará luego una era revolucionaria para Estados Unidos. Pero cabe pensar ante el cuadro trazado por la esperanza comunista, ¿se cumplirá este proceso? Si se cumple, ¿cuántas décadas necesitará? Unos personajes de la novela Los últimos románticos de Pío Baroja, esperan por momentos, día a día, el estallido de la revolución. ¡Y, esto ocurre en el primer año del presente siglo, hace treinta años! Por lo pronto el movimiento revolucionario de Asia no puede merecer desde los que Marx genialmente señalara, no ha seguido en los tiempos posteriores tan nítida, ni, mucho menos, se ha acentuado. La organización legal de los sindicatos y de las huelgas, la participación en los beneficios, el accionariado obrero, el salario mínimo, la protección de la salud obrera, la limitación del tiempo de trabajo, los sindicatos mixtos, los Consejos de patronos y obreros, las cooperativas de consumo, el cuidado de la alimentación, las sociedades de construcción y habitación populares, la obra de higiene social, la divulgación de la enseñanza popular, el fomento del ahorro, el seguro contra la enfermedad, el accidente, la vejez, la muerte y la falta de trabajo, las asociaciones de crédito industrial, para la adquisición de materias primas e instrumentos, o para la venta de productos, o para la producción, ¿no ofrecen, ya en conjunto, ya parcial y sucesivamente, puntos de aplicación hasta que las condiciones generales del mundo y las condiciones económicas y técnicas del país abran una perspectiva más vasta y más hermosa que la del presente?

¿Es, en suma, el capitalismo, o el socialismo lo propugnado aquí? Con entereza, con amargura, confieso que muy poco hay de socialismo nítido; pero que el socialismo es el fin, la meta, el espíritu y que siempre, en lo posible, hacia él se debe avanzar. Pero, en lo posible. Si la etapa capitalista parece inevitable por las características de la incipiente economía peruana, por la posición geográfica de nuestro país, –vuelvo a decirlo, demasiado accesible a Estados Unidos–, por la contextura actualmente capitalista del mundo, ojalá esa etapa sea dirigida por un espíritu colectivo impregnado del sentido de justicia, de honradez y de auténtico amor al Perú (el verdadero amor al Perú es el amor a la masa, a la nación, al pueblo peruano, no en el pasado ni en la retórica sino en la acción). Se dirá que todo esto es teoría, fórmula de biblioteca. Pero, ¿Rusia misma no ha estado haciendo cada vez más, a partir de 1921, una política de escamoteo, de equilibrio, de espera, de preparación? ¿Cuál sino ese significado de revolución evolutiva tiene la experiencia mexicana, que a pesar de todos los pasos atrás que está dando ahora y a pesar de todas las críticas de los teorizantes marxistas, –ellos, sí, hombres de libros y no de realidades–, es preferible al liso y llano entronizamiento yanqui que bien pudo venir allá, semejante al ocurrido en Cuba, Nicaragua, Santo Domingo, etc.? En el Perú, donde nunca ha ocurrido lo mejor y sí, muchas veces, lo peor, ello bastaría para la faena de una generación que no quiera limitarse a la mera prédica para el remoto porvenir. Cada día, –y cada época–, traen su afán. Y los comunistas que consideren esto corno algo mediocre y limitado, deberían volverse, mejor, anarquistas, porque desde el plano de la idealidad en que ellos se colocan, el anarquismo es más bello y más justo.

Dos palabras más sobre las clases medias. Profunda ha sido mi satisfacción al encontrar en el cuestionario de Ud. una referencia a las posibilidades de dichas clases. Eso me hace recordar un magistral pasaje de Bernard Shaw. Si los terratenientes y capitalistas no quieren hacer nada y ni siquiera decir a los demás cómo han de hacerlo, y si los obreros nada pueden hacer hasta que se les dé instrucciones, ¿cómo podría marchar el mundo sin las clases medias?, decía. El rol de las clases medias es fundamental, sobre todo en países como los nuestros aún no plenamente capitalistas. Que no haya tenido un Marx que defina su trayectoria, no disminuye ese rol, evidente por lo menos en las etapas de transición. No constituyen las clases medias los dos o tres núcleos reunidos en las sociedades de empleados de comercio ni los llamadoshuachafos. Clases medias son todos los que no son latifundistas ni grandes industriales, ni tampoco obreros manuales. Firmemente creo que nada sólido ni estable se podrá por ahora hacer en el Perú sin el apoyo de las clases medias, al menos en sus sectores más dinámicos y conscientes, sin que ello quiera decir que les otorgue un rol exclusivo.

Creo dejar contestado el cuestionario que ha tenido Ud. la bondad de poner en mis manos y me será siempre grato servir a Ud. y a la obra nacionalista en que se ha empeñado con tan laudable espíritu.  

Su amigo y compañero,

 

                                                                                     Jorge Basadre

 

                                                                            Lima, 30 junio de 1929

 

Cuestionario No. 4

 

Costa

 

I.  ¿Cuáles son las manifestaciones de la supervivencia de la feudalidad?

II.  ¿Históricamente, no es posible el establecimiento de un formal capitalismo?

III.  ¿Permite la economía de la costa el establecimiento de formas económicas socialistas?

IV.  ¿No permitiendo la estructura económica de la costa la formación de un proletariado con orientación clasista, no es posible el resurgimiento de una etapa económica liberal?

V.  ¿Sobre qué bases y con qué elementos sociales debería implantarse el régimen capitalista?

VI.  ¿Qué características distinguirían el movimiento capitalista?            

VII.  ¿Cumplida, históricamente, la etapa económica liberal, no adviene fatalmente el socialismo?

 

Sierra

 

I.  ¿Cuáles son las manifestaciones de la supervivencia de la feudalidad?

II.  ¿Qué factores pueden contribuir, o están contribuyendo, a la destrucción de la feudalidad?

III.  ¿Advierte Ud. algunas manifestaciones precapitalistas?

IV.  ¿Ha desaparecido históricamente la posibilidad de una etapa capitalista?

V.  ¿En caso negativo, cuál sería el porvenir económico-social de la Comunidad Indígena?

VI.  ¿Pueden coexistir los regímenes económicos feudal (hacienda, etc.), comunitario (comunidades indígenas) y liberal (iniciación de la democratización de las tierras: pequeña propiedad indígena)?   

VII.  Aplicación a la sierra peruana de las preguntas Nos. III, V, VI y VII del cuestionario relativo a la costa.       

 

Región de los bosques

 

I.  ¿Cuál es la contribución de esta región en la economía del Perú?

II.  ¿Cuál es el porvenir económico de la región de los bosques?

 

Orientaciones generales

 

I.  ¿Cumplida la misión de la clase feudal, no debe la clase media asumir la dirección y manejo de los medios de producción del Perú?

II.  ¿Cumplida la misión de la clase media y de acuerdo con la lógica de la historia, no asumirá el proletariado la dirección de los medios de producción del Perú?

 

III.  ¿Debe marchar el Perú hacia el liberalismo o hacia el socialismo?

 

Mayo 25, 2013

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