El combate de Antofagasta


por Ernesto Linares Mascaro; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.


Uno de los combates más interesantes de la Guerra con Chile y muy poco recordado es el que se libró el 28 de agosto de 1879 en Antofagasta entre el Huáscar y los buques y defensas costeras chilenas. Anteriormente el Huáscar ya se había enfrentado a las defensas de Antofagasta el 26 de mayo de 1879, pero este combate tuvo más trascendencia por la cantidad de tiros y aciertos realizados por ambos bandos.


La comisión del Huáscar

El Huáscar partió de Arica junto con el transporte artillado Oroya el
22 de agosto de 1879 en una expedición con la finalidad de torpedear
al blindado chileno Blanco Encalada, del cual se sabía estaba en
mantenimiento en Antofagasta.

Las instrucciones del presidente Mariano Ignacio Prado al capitán de
navío Miguel Grau, era que se alcanzara al vapor Ilo de la Pacific
Steam Navigation Company (PSNC) más allá de Antofagasta, de donde
desembarcaría el alférez de fragata Ricardo Herrera, el cual
informaría de las posiciones de los buques chilenos en Antofagasta;
con esa información, el Huáscar se internaría de noche a Antofagasta y
lanzaría los torpedos a los buques chilenos; que si un blindado
resultara hundido, el Oroya llevaría la noticia a Iquique, para que de
Arica zarpara el monitor Manco Cápac, para que el Oroya lo remolcara
de Iquique a Antofagasta y ahí, junto con el Huáscar, intimarían la
rendición de la plaza o destruirían las máquinas de agua. Por último,
sino podía torpedearse a ningún buque chileno, Grau debía proceder de
la manera más conveniente para hostilizar al enemigo .

La incursión sobre Antofagasta se realizó la madrugada del 25 de
agosto. El Blanco Encalada no estaba en Antofagasta, así que se
decidió torpedear a la corbeta chilena Abtao con uno de los dos
torpedos Lay que se tenía a bordo del Huáscar. Fue la primera vez que
la Marina de Guerra del Perú utilizaba un torpedo móvil y
lamentablemente fue un fracaso. Estando a una distancia de 300 a 400
metros de los buques chilenos, el torpedo Lay que se lanzó estaba
colgado en el pescante de estribor, se dejó en el agua y al momento de
accionarse su movimiento, el cabo (cuerda) que lo había bajado se
enredó con la hélice y se dobló el tubo del cable eléctrico, quedando
a la deriva en altamar .

Como la misión de torpedear algún buque chileno fracasó, Grau,
siguiendo sus instrucciones, realizó una incursión sobre la costa
chilenas, tocando el puerto de Taltal el 26 de agosto, en donde los
buques peruanos capturaron 9 lanchas, dejando dos que se encontraban
con mercaderías; de las 9 lanchas, 3 fueron hundidas y 6 llevadas a
remolque por el Oroya a Arica, mientras el Huáscar se dirigía
nuevamente sobre Antofagasta porque tenía noticias de que el blindado
Blanco Encalada se dirigía al sur , decidiendo aprovechar la
oportunidad para cometer alguna hostilidad contra las fuerzas chilenas
en ese puerto.

El Huáscar apareció frente a Antofagasta el jueves 28 de agosto de
1879 a las 11 a.m.

Fuerzas enfrentadas
Fuerzas Chilenas

Defensas de costas

El puerto de Antofagasta estaba defendido por 3 fuertes: Norte o
Bellavista, Centro y Sur .

El de Bellavista tenía dos Armstrong: uno de a 300 libras y otro de a
150 libras y estaba al mando del teniente coronel José Velásquez, jefe
del batallón de Artillería de línea.

El del Centro, al mando del capitán Delfín Carvallo , tenía un
Armstrong a 150 libras.

El del Sur, al mando del capitán Benjamín Montoya , también tenía un
Armstrong de a 150 libras.

También se situó al lado sur de la población, una batería Krupp de
campaña , 4 cañones de 78,5 mm.

Corbeta Abtao

Comprado por Chile en 1866 con motivo de la guerra con España,
aparentemente nunca se le habían cambiado las calderas, pues su andar
no era mayor a 6 nudos . Su eslora era de 211 pies 6 pulgadas, su
desplazamiento de 1600 toneladas y estaba artillado con 3 cañones
Armstrong de 8 pulgadas de calibre y de a 150 libras, y 4 de a 40
libras .

Cañonera Magallanes

Comisionada desde 1873, su eslora era de 200 pies, desplazaba 950
toneladas y su andar máximo era de 11,5 nudos . Estaba artillado con
un Armstrong de 7 pulgadas de calibre y de a 115 libras, un cañón de a
64 libras y 2 de a 20 libras.

Fuerzas peruanas

Compuesta exclusivamente por el blindado Huáscar, correspondía al tipo
Turret ship diseñado por el británico Cowper Coles, también denominado
como Vapor de torreón blindado por las Memorias del Ministro de Guerra
y Marina y la Comandancia General de Marina de Perú.

Su eslora era de 195 pies y su desplazamiento de 1.745 toneladas .
Estaba artillado con dos cañones Armstrong de 10 pulgadas y 300 libras
de proyectil, ubicados en una torre giratoria blindada, con alcance de
3 mil yardas . También tenía 2 cañones Armstrong de a 40 libras, una
ubicada en el alcázar y otra a popa, un cañón Armstrong de a 12 libras
en el alcázar y una ametralladora Gatling del calibre 0.43 in (11 mm)
que no se utilizó en el combate.

Inicio del combate

A su ingreso a Antofagasta, el Huáscar detuvo a la barca inglesa
Birkby, que cargada de salitre se dirigía a Falmouth, Plymouth y Cork.
Estuvo al habla por una hora . En tierra los artilleros ocuparon sus
puestos y la población se agolpó detrás de las peñas, en las playas y
en los techos de las casas, para espectar el probable combate .

El Huáscar estaba en el interior de la bahía cuando a la 1:35 p.m. ,
el Abtao, que estaba inmóvil por tener sus máquinas en mantenimiento ,
disparó apuntando sus 3 cañones de a 150 libras en la misma línea
sobre el Huáscar, a una distancia de 4,000 metros . El fuego del Abtao
al Huáscar era con granadas de acero con carga de 30 libras de pólvora
, mientras se movía a espía para hacer fuego y se ocultaba detrás de
los buques mercantes en el fondeadero . La Magallanes abrió sus fuegos
4 minutos después que el Abtao y con sus máquinas hacía maniobras
similares, mientras los fuertes de tierra también abrían fuego sobre
el buque peruano.

El Huáscar recién respondió los fuegos a las 2:10 p.m., colocándose
fuera del alcance de la batería sur, disparando primero sobre el Abtao
. El Huáscar había enarbolado el pabellón obsequiado por las damas de
Trujillo, según el corresponsal del diario La Opinión Nacional, Julio
Octavio Reyes, que también describe la ubicación de oficiales y jefes
en el Huáscar:

“El comandante, acompañado de su ayudante el teniente Diego Ferré,
ocupa la torre, mientras que a su lado y en el puente, midiendo la
distancia (con un micrómetro) se encuentra el teniente 2º Enrique
Palacios. El aspirante Bruno Bueno sobre la cofa con la dotación de la
ametralladora; en la batería de popa el teniente 2º Carlos de los
Heros, con los aspirantes Tizón, Valle Riestra y Villavicencio; en la
toldilla el comandante de la guarnición, sargento mayor José M.
Ugarteche, el capitán de la misma Mariano Bustamante, el sargento
Francisco Retes y otros. ¡Todos rivalizaban en valor y temeridad! En
la torre estaban su jefe, el capitán de corbeta Elías Aguirre,
tenientes Santillana, Canseco y Melitón Rodríguez, que servían las
piezas de a 300, y el capitán de fragata Melitón Carbajal, el teniente
Garezón y el alférez Herrera, desempeñaban importantes faenas en las
diversas secciones de la torre. En el servicio de la Santa Bárbara
tomó parte activa el contador Juan Alfaro. En la Cámara de oficiales,
el Cirujano Mayor Dr. Santiago Távara, el de 1ra. Clase Dr. Felipe
Rotalde, y el practicante Dr. José Ignacio Canales, y el farmacéutico
José Flores”

Primera fase del combate

Se puede decir que el combate tuvo dos fases bien definidas: en la
primera, el Huáscar se enfrenta a los buques chilenos, apoyados por
los fuertes de tierra, y en la segunda, sólo a los fuertes de tierra.
En Antofagasta también estaban anclados los transportes chilenos
Paquete de Maule y Limarí, el primero metido en la poza y el segundo,
oculto entre los buques mercantes.

Casi a las 2 p.m. dispara el cañón de a 300 libras del fuerte
Bellavista, que se desmontó al primer tiro. Sobre este incidente, el
teniente coronel José Velásquez escribió en su parte: “…este se volcó
con cureña y marco a causa de haber fallado los topes; más con
satisfacción digo a V.S. que, gracias a haber trabajado toda la noche
a fin de volverlo a montarlo, este cañón está hoy en estado de
servicio. Cien hombres del batallón Artillería Naval concurrieron a
este trabajo”  . Hay una versión del siglo XX de este incidente que lo
narra de la siguiente manera:

“Hemos llegado al fuerte Bellavista, en el preciso momento en que se
apuntaba el único cañón de a 300 que teníamos. El general Escala
quiere dirigir el disparo y se baja de su caballo. Patricio Lynch
también estaba allí, y ruega que le den a él ese honor, y para
acordarse de sus buenos tiempos, agregó.

Está bien, respondió el General en Jefe, pero quiera Dios que el cañón
no salte, porque ha desconocido a este nuevo sirviente. Sonreímos
todos del presagio del general Escala, que lo había dicho con aquella
natural bondad de su carácter que todos le conocieron.

Lynch echa su gorra hacia atrás y el oficial jefe de la pieza dice,
3,500 metros; rectifica entonces el alza y se hace el disparo.

La bala sale, pero el cañón se volteó con cureña y marco, a causa de
haber saltado los topes.

Este incidente, que lo comentábamos después, nos impuso un triste silencio”

El buque que resultó averiado en esta primera fase fue el Abtao. Según
el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, los cañones del Abtao
tenían los siguientes oficiales:

“Mandaba el cañón núm. 1 el teniente don Leoncio Señoret, oficial
valentísimo, a  la par con  su hermano Manuel, uno y otro hijos de
marino y de francés en vientre de chilenas. El cañón núm. 2 estaba a
las órdenes del joven teniente, don Policarpo Toro, recientemente
llegado de Europa y que ese día hacía alegremente su estreno; y el 3º
a las de un esforzado mancebo, el teniente don Carlos Krug, que allí
resultó herido. Los pechos de aquellos muchachos suplirían a la
maquinaría rota e inerte de la vieja nave”  .

Los primeros del Huáscar fueron sobre la Abtao, sin acertarle. El
cuarto tiro cayó en las canchas de metales de la Beneficiadora, donde
se enterró sin explotar . El quinto y sexto tiro cayeron sobre las
rocas de la barra frente a la Compañía Salitrera . El octavo y noveno
tiro del Huáscar impactaron sobre el Abtao. Se puede calcular que
estos fueron a las 2:50 y 2.52 p.m. El comandante del Abtao, el
capitán de corbeta Aureliano Sánchez, escribió los daños causados por
el Huáscar en su parte oficial de la siguiente manera:

“Una de las granadas penetró sobre le puente del comandante, donde me
encontraba, y destrozó el piso, barandas de bronce y escalas,
atravesando de la máquina de parte a parte, rompiendo la amurada de
babor en una extensión de seis metros, quebrando las bitas de fierro
donde reventó, haciendo una explosión que produjo un incendio en la
amurada, el que fue extinguido por las bombas, y por fin, hirió a
siete individuos y mató a cinco, entre ellos al ingeniero 1º Juan
Mary.

La segunda granada penetró por el lado de estribor del palo mayor,
atravesándolo de parte a parte, reventó haciendo explosión sobre la
cubierta del combes a babor, destrozándola como un metro cuadrado e
internándose en las carboneras de la máquina las rompió en dos partes.
Sufrieron también averías por los cascos de las granadas el cuvichete
de la máquina, puente del comandante, la canoa del comandante,
chilleras de las balas y armerillos de los rifles. Esta granada mató a
cuatro e hirió a cinco de gravedad, ya la teniente 2º Carlos Krug
levemente.



Doy a continuación los nombres de los muertos y heridos:

MUERTOS

Ingeniero 1º Juan Mary.
Capitán de alto Pedro Padilla.
Marinero 1º Antonio Villareal.
Fogonero 2º Samuel Barsena.
Id. Id. Augusto Espinosa.
Carbonero Ricardo Briones.
Grumete Manuel Hudson.
Id. Pedro N. Contreras.
Id. Juan de D. Arriagada.

HERIDOS GRAVES
Marinero 1º Francisco Palacios, pierna derecha.
Id. 2º Fidel Orellana, cráneo.
Id. 2º Agustin Baez, una pierna y una mano.
Fogonero 2º Belisero Abarca, en la cabeza.
Grumete Juan de D. Arias, pie derecho.
Soldado José Rojas Silva, brazo derecho.
Id. Manuel Escudero, en la cabeza.

HERIDOS LEVES Y CONTUSOS
Teniente 2º Carlos Krug.
Velero 2º Juan Boudron.
Marinero 2º José Manuel Guajardo.
Grumete Maximiliano Perez.
Corneta Manuel Gatica.


Concluiré haciendo presente a V.S. que el Ingeniero 1º don Juan Mary
falleció al pie del cañón número 2, ofreciéndose voluntariamente a
servirlo por no estar la máquina en movimiento.

Este Ingeniero contaba con más de 25 años de servicios y durante el
tiempo que sirvió en nuestros buques su conducta fue intachable,
siendo muy constante en el trabajo.

Este oficial deja familia en un estado lamentable y a una viuda con 16
hijos, la mayor parte pequeños”  .

Los daños fueron descritos por un chileno a bordo de la Magallanes de
la siguiente manera: “Entre los primeros cayó el ingeniero 1º del
buque señor Mary. Bajaba del puente después de haber dado cuenta al
comandante que el buque estaba bien, que no hacía agua, cuando un
casco de granada le penetró por la mejilla, perforándole el cráneo.

El teniente Krug, que cayó con el puente, está un poco mal.

El teniente P. Toro se preparaba para disparar con su cañón, cuando la
segunda granada le llevó seis  de los que servían, cayendo él también
envuelto entre un montón de restos humanos, pero sin recibir el más
leve daño. Escapada milagrosa que no la contará dos veces.

Las averías en la parte material del buque no son gran cosa con un
poco de voluntad y actividad: quedarán reparadas en pocos días. La
Magallanes no recibió el más leve rasguño”  .

Como se lee, la muerte más sentida fue la del ingeniero Juan Mary,
natural de Egipto, que había llegado al país del sur en 1844 como
tripulante de la fragata Chile, estableciéndose en Valparaíso, donde
quedaron su viuda e hijos . También se lee que la Magallanes salió
ilesa del combate.

Uno de los tripulantes fue decapitado por el cañón de su propio rifle,
el cual él tenía colgado en su espalda diagonalmente, cuando una pieza
del proyectil del Huáscar chocó con la boca del rifle .
Los fuegos se suspendieron a las 3:15 p.m  después de los últimos
tiros del Huáscar . Según los partes oficiales chilenos, el fuego se
suspendió por la gran distancia que mediaba entre ambos contendientes.
El corresponsal Julio Octavio Reyes suponía que el fuego de los buques
chilenos había cesado porque tenían serias averías o graves desgracias
personales .

Segunda fase del combate

Grau aprovechó que el fuego de tierra había cesado para acercarse al
fondeadero y ubicarse en una mejor posición para los tiros del Huáscar
contra los buques chilenos, que estaban ocultos tras los buques
neutrales, pero a las 4:15 p.m., estando a una distancia de 2,300
yardas (2,103 m), las baterías de tierra abren fuego sobre el Huáscar,
desatándose esta vez un combate sólo entre el blindado peruano y las
defensas costeras de Antofagasta .

Uno de los últimos tiros del fuerte Bellavista impacta sobre el
Huáscar. El parte oficial de Miguel Grau dice que fue una bomba de 300
libras, pero esto es imposible porque ese cañón se había desmontado al
primer tiro; esa bomba debe ser del cañón de a 150 libras. Los daños
causados los describe Grau de la siguiente manera: “… este proyectil
atravesó la chimenea a cuatro pies de altura sobre la cubierta,
rompiendo la cadena que sirve para izarla, y la brazola de babor del
escotillón de las calderas; tocó después en la cubierta, estalló
destruyendo esta y arrojando al agua una percha colgada allí. A
consecuencia de la explosión desapareció el Teniente 2º don Carlos de
los Heros que se encontraba en ese lugar, y fue herido por las
astillas el marinero alumno de la Escuela de Condestables Alcides
Gutierrez.

Al dar a US. cuenta de la perdida de este inteligente oficial,
sintiéndome vivamente impresionado al recordar los méritos personales
que lo adornaban y la celosa puntualidad que en todas las ocasiones
del servicio, ha manifestado para cumplir con su deber, así como el
valor y la serenidad que ha desplegado en las acciones de armas que ha
tenido este buque en la presente campaña”.

El corresponsal Reyes escribió al respecto: “… Al estallar fue
saludado por un Viva al Perú, pero ¡oh desgracia! Ese fatal proyectil
vino a sembrar a bordo el duelo y la consternación. Al mismo tiempo
que ese ruido atronador, se levanta una columna de blanco y
amarillento humo y entre lenguas de fuego, se ve fragmentos de un
cuerpo humano, pedazos de vestidos que saltan por el aire empapados en
sangre y en fin, algo que aterra, confunde y espanta: era nuestro
querido amigo, el bravo teniente 2º Carlos de los Heros…” .

La misma explosión hirió también al marinero Alcides Gutiérrez, hijo
del coronel Silvestre Gutiérrez, muerto en 1872 durante los incidentes
del golpe de estado.

Reyes también nos dice:

“La muerte del teniente de los Heros produjo a bordo grande sensación,
pues era muy querido, tanto de sus jefes como de sus compañeros y
tripulantes, que lo respetaban mucho. De paso, el comandante Ugarteche
escapó milagrosamente de la bomba que mató a de los Heros, pues se
encontraba a corta distancia de él.

….
Se arrió un bote y sólo pudo encontrarse su gorra, el escapulario del
Corazón de Jesús que llevaba consigo, el taco de una de sus botas y
fragmentos de su vestido.

Otra escena terrible ofrecía al mismo tiempo la Cámara de Oficiales
convertida en hospital de sangre. Los desgarradores quejidos del
alumno de condestables Gutiérrez eran para partir el alma. Tenía
cuarto o seis heridas en su cuerpo, ocasionadas por las astillas
levantadas por la bomba. Los doctores Távara, Rotalde y Canales,
estuvieron como siempre a la altura de su augusta misión. Lo
atendieron con solicito empeño y merced a sus cuidados, salvará de sus
heridas”

El combate terminó a las 5:30 p.m., con los fuertes de tierra en
silencio y el Huáscar disparando los últimos tiros.

Epílogo

El Huáscar estuvo en la ensenada hasta las 10 p.m., cuando se retiró
al norte tras avistar un buque que pensaba era el blindado chileno
Blanco Encalada . En efecto, el Blanco Encalada ingresó a la bahía a
las once de la noche  .

Los chilenos tuvieron en el combate 9 muertos y 13 heridos, todos
tripulantes del Abtao. Dos de los heridos fallecieron la misma noche
del combate y el viernes se hizo una amputación a uno de los heridos,
el cual se creía que de todas maneras moriría .

El Huáscar sólo tuvo un muerto y un herido.

Los disparos chilenos fueron distribuidos de la siguiente manera:

Corbeta Abtao: 42 de a 150 libras, entre balas y granadas de acero .
Cañonera Magallanes: 7 granadas Palliser de a 115 libras, 12 granadas
comunes de a 64 libras .
Baterías de tierra: 1 de a 300 libras, 38 de 150 libras y 7 de campaña Krupp .

En total fueron 107 tiros.

El Huáscar realizó sólo 28 tiros: 26 con los cañones de a 300 libras y
2 con los de a 40 libras .

Si bien para los chilenos los disparos del Huáscar estuvieron bien
dirigidos, como se refleja en los testimonios de la época, para el
historiador naval Melitón Carvajal no fue así. Él refiere:

“En cuanto al tiro del Huáscar, éste se realizó durante 2h 41, esto
es, el 86% del tiempo que duró el intercambio efectivo de fuego. En
ese periodo disparó 30 tiros (sic) con los dos cañones de a 300 de la
torre y 2 con los dos de a 40 del alcázar. El régimen de tiro promedio
con los de a 300 fue, aproximadamente, un tiro por cada 8 minutos, que
se puede considerar excelente para el sistema complicado de la torre,
más aún cuando tenía que batir cinco blancos ubicados en distintas
direcciones y distancias, algo que me parece simple, pero que en la
práctica no lo es, máxime si no se contaba con la ubicación exacta en
la carta náutica de tales baterías. Pero la efectividad del tiro no se
mide solo por la cadencia, sino también por los impactos que logra, y
a ese respecto se puede afirmar que los 2 logrados sobre el Abtao de
un total de 17 con las piezas de a 300, habida cuenta de que contra
ese buque solo disparó en la primera etapa, representa un 12 %, esto
es , que fue pobre, al margen de su buena dirección y piques cercanos,
debido quizás a que su plataforma experimentaba la misma inestabilidad
que la de los buques chilenos por los factores mencionados, y del poco
tiempo disponible cuando asomaba por entre los mercantes fondeados,
más probables estopines defectuosos. Contra las baterías de tierra,
fijas, si bien estuvieron aceptables en dirección y alcances, el
monitor no logró un solo impacto directo que las dañase. Llama también
la atención el estallido de tres de las bombas de a 300 a poco de
salir de la boca, lo que revelaría defectos en la espoleta”  .

Exequias en Chile

Al día siguiente del combate, el viernes a las 9 a.m., los heridos del
Abtao pasaron al hospital militar a cargo de la ambulancia Santiago,
mientras que los cadáveres pasaron a la ambulancia Valparaíso en
bolsas a manera de bolas, porque estaban mutilados. El comandante
Sánchez ofreció pagar de su bolsillo los cajones para el entierro de
los muertos, pero la descomposición de los cadáveres no dio tiempo
para hacer los cajones .

El general Escala, General en Jefe del Ejército del Norte, programó el
entierro a las 3 p.m., pero por error el entierro se hizo a la 1 p.m.
Asistieron 70 hombres de cada regimiento, varios oficiales del
ejército, la ambulancia Valparaíso, el general Baquedano y muchos
particulares . Los oficiales y marineros del Abtao que llegaron a las
3 p.m. a la ambulancia Valparaíso, se dieron con la sorpresa de que
sus compañeros ya habían sido, así que luego fueron al cementerio .

El miércoles 3 de septiembre de 1879 a las 8:30 a.m. se celebraron
unas exequias fúnebres en la iglesia de Antofagasta por los muertos
del Abtao . Asistieron 25 hombres de cada regimiento y todos los
oficiales y marineros del Abtao. También estuvieron presentes el
general Escala, el secretario J. F. Vergara, el capitán de fragata
Condell, el coronel Emilio Sotomayor, el jefe del Buín teniente
coronel Luis J. Ortiz, el jefe del 2° de línea Eleuterio Ramírez, el
jefe del 4° de línea coronel José Domingo Amunátegui y los jefes del
Chacabuco, Zapadores, Bulnes, Valparaíso, regimiento Cazadores a
caballo, señores Toro Herrera, Santa Cruz, Echevarría, Castro y Pedro
Soto Aguilar respectivamente . La oración fúnebre estuvo a cargo del
presbítero Fontecilla .

Exequias en Perú

En Perú se lamentó mucho la muerte del teniente Carlos de los Heros,
la única del combate. Francisco Retes, sargento de la guarnición del
Huáscar y primo de Carlos de los Heros, escribió a su madre el 1º de
septiembre de 1879 lo siguiente:

“El Comandante ha llorado como un muchacho. La oficialidad toda podrán
Ud. calcular lo que han sufrido, sabiendo que lo querían como a un
hermano; pues por su carácter y buen corazón, era la idolatría de
todos. La marinería ha llorado mucho su muerte y se proponen hacer una
manifestación que haga conocer el alto aprecio que por él tenían.

Al saber en Iquique el general Buendía la fatal noticia, casi se cae
al suelo; tal fue la impresión que experimentó y sin decir una
palabra, se retiró del buque. Dijo en tierra que la perdida de Carlos
era para él más que si también se perdía el buque”  .

El mismo Retes le escribió a Daniel de los Heros el 17 de septiembre
los siguiente:

“Anoche ha tenido lugar a bordo algo que no tiene calificativo y que
me ha enternecido como podrás juzgarlo. La marinería, que el fatal 28
nos lloró tanto la desaparición de Carlos y que dijo que las balas
enemigas habían escogido al mejor oficial del buque, a iniciativa
propia y en el mayor secreto, habían hecho una colecta que asciende a
trescientos y tantos soles y con ella se han presentado al Comandante
diciéndole que quieren contribuir a honrar una memoria querida
contribuyendo con lo que pueden a los gastos que la oficialidad haga
para recordar y perpetuar al oficial que han perdido.

Este hecho tiene doble mérito, teniendo presente que a la tripulación
no se le paga hace cinco meses y que es ella la iniciadora, tanto que
el Comandante ha dispuesto que la oficialidad al suscribirse lo haga
después que la marinería, a quienes corresponde la gloria de una
acción tan meritoria y puedo decir sin ejemplo”  .

El 27 de septiembre, en la iglesia de Santo Domingo en Lima, se
efectuaron las horas fúnebres por la familia De los Heros. Había una
caja mortuoria que simulaba tener los restos de Carlos de lo Heros y
sobre ésta, su retrato, su gorra de teniente 2º recogida del mar
durante el combate, una corona de ciprés tejida y varias prendas y
armas de marina .

El ataúd era custodiado por miembros de la Compañía de Bomberos Lima
Nº 1, el catafalco era rodeado por 4 piezas de artillería con dos
marineros vestidos de parada y en la puerta de la iglesia había una
guardia compuesta de miembros de las compañías de bomberos Lima y
Salvadora. Entre los asistentes habían dos edecanes del
Vicepresidente, el Ministro de Guerra, el Ministro de Relaciones
Exteriores, marinos y oficiales de todos los cuerpos de Lima; La
oración fúnebre la hizo el señor Manuel González de La Rosa y la misa
realizada por el Obispo Huerta .

Miguel Grau había remitido a Juan de los Heros, un fragmento de la
bomba que mató a su hijo .


Apuntes sobre cada tiro, tomados en el momento mismo del combate de Antofagasta

A continuación, reproducimos los disparos efectuados por los
contendientes del combate, que si bien no es exacta en lo referente al
Huáscar, es bastante precisa. Esta relación la tomamos para el
presente estudio, pero cambiamos la hora chilena por la hora peruana,
pues mientras las partes oficiales chilenos dan como inicio del
combate las 1:15 p.m, el parte oficial de Miguel Grau lo da a las 1:35
p.m., es decir una diferencia de 20 minutos. Se ha preservado la hora
original y se puede apreciar las frecuencias de tiro del combate a
continuación :


1.15.- Primer tiro del Abtao.
1.16.- Dos del mismo, muy buenos.
1.19.- Dos de la Magallanes, cortos.
1.20.- Uno de las baterías sur.
1.22.- Dos del Abtao.
1.23.- Uno del mismo.
1.25.- Uno muy bueno, baterías sur.
1.27.- Uno de las mismas.
   Id.- Uno de la Magallanes.
1.28.- Dos del Abtao.
1.29.- Uno del mismo.
1.30.- Uno del Abtao.
   Id.- Dos de la Magallanes.
1.32.- Dos del Abtao.
1.35.- Uno de las baterías sur.
   Id.- Dos de la Magallanes.
1.36.- Dos del Abtao.
1.37.- Uno del mismo.
   Id.- Uno de los fuertes Sur.
1.38.- Uno de a 300 Bellavista.
1.40.- Uno del Abtao.
1.41.- Dos del fuerte Bellavista, cortos.
1.45.- Dos del Abtao.
1.46.- Dos de la Magallanes.
1.50.- Primero del Huáscar.
   Id.- Uno del Abtao.
1.52.- Dos del Huáscar.
1.53.- Dos del Abtao.
1.54.- Uno del fuerte Bellavista.
1.55.- Dos del Huáscar.
1.56.- Uno de los fuertes del sur.
1.57.- Uno del Abtao.
1.58.- Dos del fuerte Bellavista.
2.     – Dos del Huáscar.
2.1  .- Uno del Abtao.
2.2  .- Uno de la Magallanes.
2.5  .- Dos del Huáscar. Dieron en el Abtao.
   Id.- Tres del Abtao.
   Id.- Uno del fuerte Bellavista.
   Id.- Dos del fuerte Sur.
   Id.- Uno de la Magallanes.
2.6 .- Dos de Bellavista.
2.7 .- Dos del Abtao.
2.10.- Uno del mismo.
2.12.- Uno de la Magallanes.
2.16.- Uno de la misma.
2.17.- Uno del Huáscar. Se quedo a medio camino.
    Id.- Uno de la Magallanes.
    Id.- Uno del Abtao.
2.18.- Uno del mismo.
2.19.- Uno del Huáscar, bueno.
    Id.- Uno del Abtao, muy bueno.
2.20.- Uno del mismo. Dio en el costado del Huáscar.
    Id.- Dos del Bellavista.
2.23.- Uno del Huáscar. Estalló cerca de la boca del cañón.
   Id.- Uno de la Magallanes.
2.24.- Uno del Abtao.
   Id.- Dos del Bellavista.
2.25.- Uno de la Magallanes.
2.27.- Uno de la misma.
2.28.- Uno del Huáscar. Muy bueno. Dio cerca del Abtao.
    Id.- Uno del Abtao.
2.29.- Uno del mismo.
2.30.- Uno del mismo.
    Id.- Uno del Huáscar. Bueno; dio junto al Abtao.
2.32.- Uno del Huáscar. Muy bueno, dio junto al Abtao.
2.34.- Uno del Bellavista, muy certero.
   Id.- Uno del Abtao, muy bueno.
   Id.- Dos de la Magallanes.
2.35.- Uno del fuerte Bellavista.
2.37.- Uno del Abtao.
    Id.- Uno de la Magallanes.
2.38.- Dos del fuerte Bellavista.
2.39.- Uno del Abtao.
2.40.- Uno de los fuertes del sur.
    Id.- Uno del Huáscar.
2.41.- Uno del Abtao.
    Id.- Uno del Huáscar.
2.44.- Uno del fuerte Bellavista, corto.
2.48.- Uno del Abtao.
2.49.- Uno de la Magallanes.
2.52.- Uno de la misma.
2.55.- Uno de la misma.
2.57.- Uno de la misma, magnífico; el mejor de todos.
3     .- Uno del Huáscar, muy malo; se quedó a medio camino
    Id.- Uno del Abtao, muy bueno.
3.4        .- Uno del Huáscar.
(Intervalo durante el cual hace el Huáscar diversos movimientos hasta
quedar con la proa al puerto, resguardado de los tiros de nuestros
buques tras de los mercantes).
3.55.- Uno del fuerte Bellavista.
3.57.- Uno del mismo.
3.58.- Uno de los fuertes del sur. Dio en la popa del Huáscar.
4.2  .- Uno del fuerte Bellavista.
    Id.- Uno del Huáscar al fuerte del centro.
4.3        .- Uno de los fuertes del sur.
4.4        .- Uno del Huáscar a los fuertes del sur. Mucha elevación. Cayó a
media falda del cerro.
4.5        .- Uno de los fuertes del sur.
4.7         .- Uno del fuerte del centro, espléndido. Dio de lleno en el
centro del Huáscar.
   Id.- Uno del Huáscar.
4.12.- Uno del fuerte Bellavista.
4.14.- Uno del Huáscar al fuerte Bellavista. Cayó a media falda del cerro.
4.16.- Uno del Bellavista.
4.19.- Uno del Huáscar al fuerte Bellavista. Cayó en el cerro, un poco
más abajo del anterior.
4.20.- Uno del Bellavista.
4.24.- Uno del mismo.
4.25.- Uno del Huáscar al fuerte Bellavista. Muy bueno.
4.26.- Uno del mismo al mismo.
4.28.- Uno de Bellavista, muy bueno.
4.30.- Uno del Huáscar a Bellavista.
4.45.- Uno del Huáscar a la Magallanes. Cayó por la popa del Limarí.
4.47.- Uno del mismo a Bellavista. Dio en la explanada del fuerte.
4.51.- Uno del mismo al mismo.

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